Amparo Molero Maza responde las dudas de dos de nuestras lectoras. Nos habla sobre el desarrollo de la batuta como herramienta del director a lo largo de la historia y, también, de las óperas compuestas por el siempre polémico Antonio Salieri, eterno rival de Wolfang Amadeus Mozart.
¿Qué es en realidad una batuta y, sobre todo, para qué sirve?
Pregunta enviada por Clara López Angulo
Una batuta es un pequeño bastón o varilla utilizada por los directores de orquesta para ayudarse a la hora marcar el pulso o ritmo de la música mientras están dirigiendo. Los primeros “directores” (si los podemos llamar así) se limitaban a marcar la pulsación dando golpes con la mano sobre el facistol. Más adelante lo hicieron golpeando con un bastón o una caña sobre el suelo -recordemos la anecdótica muerte del músico francés Jean Baptiste Lully, quien falleció como consecuencia de una herida infectada en un pie al golpearse en el mismo con un bastón mientras dirigía-.
Posteriormente, se optó por enrollar una hoja de papel y teniéndola asida por el centro, con simples balanceos se marcaba el tiempo. Más tarde estos procedimientos se sustituyeron por los brazos del director y para que estos fueran más visibles ante las grandes masas orquestales, se prolongó uno de los brazos con la ayuda de la batuta. Podemos decir que para un director se supone que la batuta es simplemente una extensión de su brazo. Resumiendo: prácticamente, el uso de la batuta fue paralelo al desarrollo de la moderna dirección orquestal.
«El uso de la batuta fue paralelo al desarrollo de la moderna dirección orquestal»
Los dos precedentes más claros de la figura del director de orquesta son el maestro de cémbalo, quien solía dirigir la obra desde el teclado abandonando a veces la pulsación para hacer indicaciones a los músicos con las dos manos -precedente de la dirección sin batuta-, y el concertino o primer violín de la orquesta, quien en ocasiones dejaba de tocar y se servía de su arco para indicar el compás. Tal vez por el antecedente del arco, las primeras batutas fueron gruesas y de gran longitud aunque con el paso del tiempo se han hecho cada vez más finas, cortas y ligeras, y en consecuencia, más manejables.
Actualmente encontramos batutas de diferentes tamaños, pero siempre están construidas de tal forma que se distribuye la mayor parte de su peso en la base, que se apoya sobre la palma de la mano y sirve para facilitar su sujeción a mano cerrada. Lo habitual es que la batuta tenga el mismo tamaño que el brazo empezándose a contar desde el codo hasta el dedo anular, aunque también varía por gustos.
Entre los materiales más comunes en su fabricación se destacan la madera (de abedul en algunos casos) y la fibra de vidrio o grafito. Generalmente tienen una coloración blanca o muy clara para que resalten en la oscuridad de la sala de conciertos o de los teatros de ópera, ya que sobre la mano del director suele concentrarse algún foco de luz u otro tipo de iluminación que las hace fácilmente visibles. Sin embargo, ya en pleno siglo XX, hubo directores que prescindieron de la batuta; fue Leopold Stokowski, el mítico director de la Orquesta de Filadelfia, quien popularizó ese hecho.
¿Cuántas óperas escribió Salieri? ¿Cuál es la más importante a nivel compositivo?
Pregunta enviada por [email protected]
Antonio Salieri compuso 39 óperas. Entre las más conocidas podemos citar La Escuela de los celosos (1778), L’Europa riconosciuta (1778), Der Rauchfangkehrer (1781), Les Danaïdes (1784), atribuida en un primer momento al mismo Gluck, Tarare (1787), Prima la musica e poi le parole (1786), Axur, re d’Ormus (1788), Palmira, Regina di Persia (1795) y Falstaff o sia Le tre burle (1799), recogiendo un tema sacado de Las alegres comadres de Windsor de Shakespeare y que retomará más adelante Giuseppe Verdi en su Falstaff.
Podríamos decir que la más importante a nivel compositivo es la ópera en tres actos L’Europa riconosciuta, hecha a manera de drama per musica con el libreto en italiano de Mattia Verazzi. Fue encargada por la emperatriz María Teresa de Austria y con ella se inauguró el 3 de agosto de 1778 el que luego sería conocido como Teatro alla Scala de Milán.
Gracias a ella Salieri se consagró como compositor en el panorama musical de la época. Sin embargo, y por increíble que pueda parecer, dicha partitura no se volvió a representar en el mismo escenario hasta el 2004, cuando el maestro Riccardo Muti la eligió con motivo de la reapertura del mismo teatro tras unas reformas que duraron desde enero de 2002 hasta noviembre de 2004, período durante el cual el Teatro estuvo cerrado.
Aunque es una ópera seria, tiene algunas diferencias con respecto a las características de este género; por ejemplo: un asesinato es visto en escena y un final extendido es usado en los dos actos, una práctica más propia de la ópera bufa. La ópera es de un nivel técnico más que difícil y obliga a los intérpretes líricos al empleo de un amplio registro para poder acometer algunos pasajes.