Me llevaban siguiendo los pasos durante horas, azuzando a sus perros y a sus rabias. Buscándome con los ojos inyectados en sangre, deseando verme estrellada en alguna parte. Los ecos de los aullidos resonaban entre los árboles, y una voz de hojalata blasfemaba gritando mi nombre. Estaban cada vez más y más cerca. Podía olerles
Tomando notas
Sección en la que se incluyen cuentos musicales con textos de Sofía M. Gascón e ilustraciones de Iciar L. Yllera
El violín que quería ser violonchelo
Qué azul y verde era todo. Aunque tú siempre fuiste capaz de entonar todos los colores al unísono. Qué amarillo sonabas, ¿te acuerdas?, esas tardes de julio, pegadito a la ventana, tostadito por el sol que hacía sudar a la madera y empañaba nuestras almas con los aromas de las flores ya secas
Amarte con los dedos
¿Por qué? ¿Por qué callas y me miras desde lejos como para castigarme? Tú, primavera enjaulada, pájaro sin sombra. ¿Por qué tan callada? Amargada, silenciosa y casta. ¿Por qué tanto silencio?
La Carmen, en rojo
Tras el inmenso ventanal de la suite del Hotel Reina Sofía, una melodía araña sus paredes. Algo ocurre. Se escuchan burbujas estallar en el cielo del agua de esa rebosante bañera de cristal, y en el salón, una botella de champán se desperdicia sobre la alfombra. Aún se escucha cómo traga aire por última vez