Por Susana Castro
A principios de 2020 conocíamos la noticia de que usted asumirá a partir de la próxima temporada la dirección de la Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza (OCAZEnigma), tras el fallecimiento de su director desde los inicios, Juan José Olives. ¿Cómo recibió la noticia?
Fue una gran sorpresa y una gran alegría. En octubre estuve dirigiendo a la agrupación por primera vez dentro de la gira del Festival de Ensembles; era la cuarta vez que me llamaban para hacer algo juntos pero por problemas de agenda no pude hasta el pasado octubre. Durante los ensayos y los conciertos hubo muy buena comunicación y, tras el segundo concierto, me propusieron ser su próximo titular; tras varias reuniones para ver cuáles eran sus intereses y los míos, acepté.
Se abre para mí una etapa muy ilusionante, y creo y espero que también para los miembros de la agrupación.
¿Cuáles son las líneas maestras de su proyecto artístico para la formación?
La línea maestra, si es que se puede llamar así, será intentar desarrollar un gran compromiso con la sociedad contemporánea. Eso engloba a los creadores y las creadoras actuales, pero también al público y a los instrumentistas (presentes y futuros).
Creo que una agrupación actual, con carácter y sensibilidad contemporáneas, tiene que ser capaz de convertirse en un estimulante cruce de caminos para todos aquellos que somos parte de la práctica musical: desde el creador hasta el oyente, pasando por el intérprete; pero también entendiendo que ese reto (sonoro) que es el futuro no podemos hacerlo solos, y tenemos que tener en cuenta al resto de disciplinas artísticas y a la tecnología.
En este momento todavía continúa al frente del Ciklus Ensemble y de la Orquesta de Cámara ‘Gregorio Solabarrieta’ (OCGS), excelentes pasos previos para ponerse al frente de OCAZEnigma, ¿cuáles creen que son las enseñanzas más importantes de esta etapa que podrá trasladar a su nuevo cargo?
En la actualidad, comparto únicamente la dirección artística y musical de la OCAZEnigma con la OCGS, ya que Iñaki Estrada es el nuevo director artístico de Ciklus Ensemble (yo sigo vinculado a la agrupación como director musical).
El haber tenido la oportunidad de dirigir Ciklus durante casi diez años y a lo largo de cinco la OCGS, ha sido una fuente de aprendizaje enorme. He evolucionado no solo en el plano musical sino también en el plano de la gestión, diseño y producción de una agrupación sinfónica actual, elementos indispensables para poder desarrollar las ideas o necesidades musicales de una agrupación y de su público.
Su compromiso con la nueva creación es evidente. Siendo tan joven, usted mismo ha dirigido ya más de 50 estrenos absolutos, ¿cómo definiría el momento actual para la música contemporánea?
Creo que en la actualidad, y suena a tópico pero yo lo siento así, nos encontramos en un momento de transición. Las comparaciones son odiosas, y en muchos casos inútiles, pero si miramos 100 años atrás, la evolución que hubo en el arte (no solo en la música) en los primeros 20 años del siglo pasado es absolutamente impresionante.
En los últimos 20 años, al menos en la música, ha habido un progreso muy tímido con respecto a lo que se venía haciendo en las últimas décadas del siglo XX, y pongo un ejemplo: la música electrónica todavía es una herramienta que muy pocos compositores utilizan, y ya no hablemos del uso del vídeo. Hay una especie de reticencia, no sé muy bien la razón, a entender la tecnología como un medio más de expresión sonora (eludo conscientemente el término musical).
Aún así, creo que en España tenemos un nivel de creación sonora (desde los compositores más convencionales hasta los multidisciplinares, artistas sonoros…) tremendamente elevado en todas las generaciones. Y como ocurre en otros lugares, aunque en España pienso que es más evidente, las instituciones y agrupaciones musicales no están a la altura de las propuestas de nuestros creadores.
Recientemente leía una fantástica entrevista a Alfonso Aijón que decía que en España la música clásica es una gran mentira. No sé si es una mentira, pero lo que tengo claro es que es una gran impostura. En el campo de la música contemporánea, la gran parte de las agrupaciones españolas han vivido y viven de espaldas a sus creadores. Esto es algo para mí incomprensible. ¿Nos imaginamos los cines sin películas actuales o de los últimos 20 años? ¿Las librerías? ¿Los museos?
¿Retomarán los conciertos pedagógicos y en familia, tan importantes para la difusión de la música actual?
Es una de las líneas de identidad de la OCAZEnigma, y por supuesto mi intención es continuarla y complejizarla. Complejizarla en el sentido de que los conciertos pedagógicos en el ámbito musical en España muchas veces son una simbiosis extraña entre un teatro banal con acompañamiento musical, y siempre destinado a la misma franja de edad. ¿Qué ocurre con el público de entre 15 y 20 años? ¿O el universitario? ¿Acaso no necesitan herramientas también para acercarse a un concierto? Creo que hay que repensar la función de los conciertos pedagógicos, e intentar diseñar una estrategia pedagógica que no haga que, a medida que te vayas haciendo adulto, las capacidades pedagógicas de una agrupación musical se alejen de ti.
Para rendir homenaje a Juan José Olives han creado un concurso de composición que lleva su nombre y cuyo plazo de inscripción está abierto en este momento. ¿Cuál es el objetivo de dicho certamen?
La OCAZEnigma tiene un historial de estrenos y encargos que es absolutamente impresionante. Durante los últimos 25 años han mantenido un compromiso directo con los creadores de nuestro país. Este compromiso ha sido siempre plurigeneracional, pero es cierto que los compositores más jóvenes han tenido siempre un lugar especial en la programación de la agrupación.
Tras experimentar yo mismo las posibilidades que tiene la gira del Festival de Ensembles, propuse a la agrupación consolidar ese compromiso que ya tenían con los jóvenes creadores por medio de este concurso anual, dando la oportunidad al compositor/a seleccionado de interpretar su obra en cuatro ciudades diferentes, así como trabajar de manera directa con intérpretes experimentados.
También porque creo que una agrupación musical de referencia, como creo que es la OCAZEnigma tras 25 años de actividad ininterrumpida, debe colaborar con la realidad educativa de las generaciones más jóvenes que están comenzando y aprendiendo a introducirse en el complejo mundo de la música. Por ello, las agrupaciones debemos de ser capaces, dentro de nuestras actividades, de hacer convivir el acierto con el intento; de combinar la experiencia con la inexperiencia; el encontrar, en definitiva, con el buscar. Convertirlas en puentes, no en lugares de llegada.
Debido a la crisis sanitaria que estamos viviendo, la situación de la música, y de la cultura en general, es de bastante incertidumbre, ¿cómo se plantean la próxima temporada?
La próxima temporada, que será mi primera temporada como director artístico, en principio no está sufriendo ningún cambio, pero todavía es pronto para saber qué ocurrirá el próximo año… Todo parece indicar que en los próximos meses se va a apostar por plantillas instrumentales más reducidas y en esa línea estamos trabajando nosotros.
¿Podrán retomar los conciertos que tuvieron que suspender como, por ejemplo, los dedicados a la memoria de Juan José Olives programados para los días 29 y 30 de marzo pasados?
Estamos todavía a la espera de encontrar una fecha adecuada para poder realizarlo como estaba previsto. Esperamos poder encontrar una fecha pronto, ya que se trata de un concierto muy importante no solo para la agrupación, sino creo que para el propio Auditorio y para la ciudad de Zaragoza, dado que se homenajea a una persona, Juan José Olives, que hizo tanto por la cultura aragonesa y por la música en nuestro país.
En cuanto a su faceta como director invitado, ¿tiene compromisos a la vista?
Tengo proyectos en Londres y en España para las próximas temporadas pero, dada la situación actual, están parados o todavía no están confirmados. Espero que en las próximas semanas todo se vaya normalizando, y con ello, el futuro de los artistas y de la cultura.
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