‘Percibo interés y buena disposición, en general, por activar el sector’
Por Susana Castro
La semana próxima la Coral de Cámara de Pamplona ofrecerá su tradicional concierto de San Fermín en streaming ¿en qué consiste este proyecto?
Este año se han cancelado las Fiestas de San Fermín durante las cuales la Coral celebra, desde su fundación, su tradicional concierto sanferminero. Este año decidimos no realizarlo presencialmente por responsabilidad, y pensamos que hacer una retransmisión en streaming era una gran idea.
La gente va a tener ganas de celebrar, aunque no pueda hacerlo y, ¿qué mejor acción podemos ofrecer que nuestro concierto en formato abierto y gratuito para todo el mundo? Además, volvemos a nuestro querido Teatro Gayarre, al que nos une una fantástica relación histórica, institucional y profesional.
Grego Navarro, la gerente del Teatro, nos hizo una propuesta muy novedosa, generosa y singular que hemos aceptado de mil amores. Va a quedar un concierto único, extraordinario y muy atractivo. Quiero dar las gracias en nombre de la Coral a Grego y a todo el equipazo del Gayarre por su disponibilidad, ofrecimiento y paciencia. Es un privilegio para nosotros cantar allí.
Sabemos que la Coral ha estado en contacto permanente durante el confinamiento, ¿cómo ha sido su trabajo en estas condiciones tan difíciles?
Hemos seguido en contacto tanto el equipo como con la Junta Directiva y los y las coralistas. En este último caso a través de e-mails, WhatsApp y alguna videollamada conjunta, emocionante y algo caótica…
En lo que al equipo de gestión y administración se refiere, no hemos parado. Sobre todo teletrabajando, En realidad, nos lo decimos muchas veces, hemos trabajado mucho, mucho. ¡Casi más que si no estuviéramos confinados!
Además de compartir contenidos musicales propios, como su último disco ‘Añapse Erdam‘ que reseñamos en Melómano en su día, también hicieron una grabación colaborativa con el Agur Jaunak (Agur de los adioses) de Luis Morondo, ¿qué recepción tuvo por parte del público esta iniciativa?
La verdad es que durante los primeros días del confinamiento todo era extraño. Teníamos deseos de compartir y de regalar, de ahí que pusiéramos a disposición de todo el mundo nuestro querido disco. Las compañeras y compañeros del coro pensaron que era buena idea lo de grabar un vídeo colaborativo y, claro, la obra elegida debía ser nuestro Agur Jaunak.
Es una obra tan emblemática, tan querida en nuestra región, que siempre es bien recibida. Además, pienso que la gente agradeció el gesto espontáneo del coro. Está grabado de manera muy ‘casera’ y no es la mejor versión, pero sí la más emocionante. Se trataba de eso.
Su actividad formativa y pedagógica ha continuado en sesiones online durante todas estas semanas, ¿qué conclusiones han podido sacar de todo ese intenso trabajo?
En nuestra Escuela Coral no fue fácil. Las clases online, las conexiones, el confinamiento… nada ayudaba ni a alumnado ni a profesorado, pero hemos persistido y poco a poco lo hemos ido encauzando.
En lo que se refiere a ensayos, y a pesar de que algunos coros comenzaron a ensayar online, nosotros decidimos no hacerlo por nuestra propia dinámica de trabajo. Preferimos esperar un par de meses a ver qué pasaba y reanudar ensayos con garantías pero presencialmente.
El concepto online (el digital o el virtual) es muy interesante. Yo creo que ha venido para quedarse en formatos de conciertos, contenidos, trabajo administrativo, nuevas propuestas creativas, programación, etc., pero, en mi opinión, no es eficaz para ensayar. Al menos, no para nosotros.
El 21 de mayo volvieron a los ensayos, implementando un protocolo de seguridad adecuado a las características de la agrupación, pero también con la intención de ayudar a otras agrupaciones corales, ¿cuáles son los puntos más reseñables de dicho protocolo?
Nos hemos tomado muy en serio este protocolo. Lo comenzamos a diseñar a finales de marzo y lo aprobamos el 12 de mayo. Es un procedimiento basado en las indicaciones de nuestro Servicio de Prevención de Riesgos, en la normativa vigente en cada momento, en algunos estudios rigurosos y en nuestra propia experiencia. Además, hemos ido adecuándolo a la realidad y para que fuera lo más eficaz y seguro posible.
Nos preocupaba mucho la vuelta a los ensayos y la salud de nuestra gente. Así que hemos tomado medidas de índole práctica y sanitaria oficiales: EPIS completos, distanciamiento de seguridad, higiene de herramientas de trabajo, pistola de toma de temperatura, etc.; otras de refuerzo: mamparas de metacrilato como segunda barrera que permiten ver al director e incluso refuerzan el sonido, cañón de ozono con todas las precauciones y verdadero conocimiento de su correcto uso; y también medidas de índole administrativa: fichas completas de asistencia al ensayo con datos completos de cada coralista, incluida su temperatura para facilitar la trazabilidad en caso de un brote; y, finalmente, alta en la Seguridad Social (todas y todos nuestros cantantes están dados de alta siempre, en esta ocasión, para asegurar también una baja laboral en caso de contagio).
El procedimiento que hemos implementado lo hemos hecho tratando de adaptarlo a nuestra casuística como coro, pero se encontrarán muchos puntos comunes con otros protocolos. Por supuesto, está al alcance de quien lo quiera consultar. No lo consideramos nada extraordinario, pero de momento nos está funcionando muy bien.
Sus actividades de primavera 2020, al igual que ha sucedido con el resto del tejido musical, han tenido que ser canceladas, ¿se plantean su reubicación? ¿Esas cancelaciones se convertirán en aplazamientos?
Nos encantaría que se recuperara todo lo pospuesto o cancelado al 100 %. Veremos. De momento parece que empieza a resucitar algo de ese tejido moribundo. Lo que sí percibo es interés y buena disposición, en general, por activar el sector. Y lo percibo en colegas, en festivales, en ciclos y hasta en la Administración Pública.
Cierto es que hay que estar alerta ante algún abuso que pueda darse en contrataciones. Con la excusa de que ‘no hay dinero’, ‘se ha parado todo’, pueden ofrecerse condiciones pírricas y abusivas a los artistas. No es nueva esta estrategia, ni mucho menos, ante la indefensión y precariedad ‘tradicional’ del sector.
Hay que recordar que, al menos en nuestro caso, tenemos contratos firmados que hay que cumplir de una u otra manera. Seamos flexibles y comprensivos, por supuesto. Pero firmes. Nada nos van a regalar sin lucharlo, eso seguro. Es algo que la Coral ha estado haciendo durante estos meses, trabajar, proponer, dialogar, discutir e incluso ‘zarandear’ si era necesario para que nadie se durmiera.
¿Cómo se plantean la próxima temporada 2020-21?
El año que viene cumplimos 75 años de existencia. Imagina qué fecha tan importante. Tenemos muchas ilusiones puestas en la temporada siguiente. Cierto es que le estamos dando una vuelta a los proyectos. Y entre que esperamos para ver por dónde van los teatros, auditorios, festivales, etc., y qué pasará en los próximos meses con la COVID-19, andamos ideando la ‘fórmula mágica’ que no existe.
Pensamos en nuevos formatos y en cómo adaptarlos a nuestra naturaleza y filosofía para no perder un ápice de personalidad. Tenemos sólidos y buenos mimbres: patrimonio musical único, coro de gran calidad y muy experimentado y comprometido, una Junta Directiva que nos apoya en todo, un equipo eficaz y a la vez muy creativo… En fin, una suma de talentos que no deja de sorprenderme y que ponen continuamente sobre la mesa propuestas innovadoras y muy refrescantes.
Estamos en una especie de proceso de desarrollo de ideas que florecerá pronto. Seguro que en 2021 tenemos una nueva producción de la Coral donde encontraréis elementos virtuales, vanguardistas y rompedores.
Mientras, nos alivia saber que ya vamos cerrando conciertos tanto para otoño e invierno de 2020 como para primavera de 2021. Ya te digo que parece, al menos parece, que nos vamos levantando.
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