Por Susana Castro
El próximo 12 de agosto estarás por primera vez al frente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa, ¿cómo afrontas este reto?
Debutar al frente de una agrupación como la Orquesta Sinfónica de Bilbao es un reto que afronto con una gran responsabilidad e ilusión. La responsabilidad de ocupar el podio de una orquesta con casi 100 años de historia que han forjado maestros de la talla de Rafael Frühbeck de Burgos o Juanjo Mena, y la ilusión de trabajar con grandes músicos interpretando un repertorio maravilloso.
Estoy muy agradecida a la BOS por haber contado conmigo para dirigir este concierto y me gustaría destacar la apuesta que están haciendo por los jóvenes músicos como valor en su programación. En esta ocasión contaremos como solista con la clarinetista Sandra Ibarreche.
¿Qué repertorio vas a abordar?
Como el concierto se va a realizar en la Basílica de Lekeitio hemos elegido un repertorio popular, con el fin de conectar con el público y acercarles la música sinfónica.
En la primera parte, dedicada a Mozart, abordaremos la obertura de Las Bodas de Fígaro y su Concierto para clarinete en La mayor, una de sus últimas obras y de mayor madurez, compuesta para su amigo Anton Stadler. Tras el descanso, interpretaremos la Séptima Sinfonía de Beethoven, una de las obras más interpretadas del repertorio sinfónico que engancha por la energía que transmite.
El pasado mes de junio te pusiste al frente de la dirección musical del Orfeo y Eurídice de Gluck en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, tu tierra natal. Era la primera vez que dirigías una producción de ópera allí, ¿cómo viviste esta experiencia?
Dirigir una ópera siempre es un reto, y debutar en el Teatro Victoria Eugenia ha sido muy emocionante. El País Vasco fue el lugar donde di mis primeros pasos, literalmente, y también me está dando la oportunidad de dar mis primeros pasos profesionales como directora de orquesta.
Adentrarme en la historia de Orfeo y Eurídice a través de la partitura de Gluck fue el comienzo para engranar todos los elementos que conforman esta ópera. Fue un placer compartir la producción con un fantástico equipo y ha sido una experiencia en la que he aprendido mucho.
Es muy destacable el trabajo que están realizando desde Opus Lírica y el coro ADAO para acercar la lírica al público donostiarra, ya que es muy complicado desde iniciativas privadas sacar adelante proyectos ofreciendo este tipo de repertorio y calidad.
Has sido directora titular de la Orquesta Madrid Sinfónica y has dirigido ya a numerosas orquestas, como la Joven Orquesta Nacional de España, la Varna Philharmonic Orchestra o la Barbieri Symphony Orchestra que tú misma fundaste, ¿cuáles son tus preferencias estilísticas?
He tenido la oportunidad de dirigir repertorio sinfónico de diferentes estilos y me siento especialmente cómoda con las obras de los períodos clásico y romántico. También es cierto que el tiempo que llevo trabajando como directora asistente en diferentes teatros me ha abierto una ventana a conocer la ópera y la zarzuela de cerca, y cuanto más profundizo en el género lírico, más ganas tengo de estar en el foso.
Sin embargo, existe muchísimo repertorio y es importante para una joven directora conocer el máximo posible y aprender de todo lo que se ha escrito. Además, considero fundamental disfrutar y sacar el máximo partido de la obra que trabajo en cada instante, por lo que estoy abierta al desafío de abordar otros estilos.
Eres asistente del maestro Óliver Díaz, director musical del Teatro de La Zarzuela, ¿disfrutas trabajando con el género español por excelencia? ¿Crees que tu futuro pasa por seguir dando a conocer al público joven la zarzuela?
El trabajo del director asistente, aunque poco conocido, es realmente importante porque somos la extensión del director musical en el teatro. El trabajo en una producción de ópera o zarzuela es muy intenso y el apoyo musical de un director asistente ayuda en múltiples aspectos: somos los oídos del director musical desde el patio de butacas, estamos en contacto directo con las necesidades musicales de cada artista, colaboramos en la preparación de los materiales de trabajo…
Participar como directora asistente en teatros como el Palau de Les Arts o el Teatro de la Zarzuela ha marcado un antes y un después en mi trayectoria profesional, ya que me ha permitido trabajar con grandes artistas, y descubrir desde dentro el funcionamiento de una producción lírica.
Asistir al maestro Óliver Díaz supone tener como ejemplo a un gran profesional y a una gran persona. Con él estoy aprendiendo mucho a nivel musical y me ha ayudado a conocer de cerca el género lírico español. Contamos con un repertorio de una calidad altísima que considero que tenemos que valorar y difundir con mayor ahínco.
Como artista, estoy comprometida con la difusión de nuestro patrimonio musical y, por supuesto, me encantaría continuar ligada a este repertorio y acercarlo al público joven.
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