La Filarmonía Granada ofrecerá en esta gira dos atractivas propuestas, en formato sinfónico y de cámara. Entrevistamos a sus protagonistas: el director Ricardo J. Espigares Carrillo, el chelista Antonio Gervilla Díaz y el trío formado por Carlos González Lázaro, Ariadna Ruiz Ruiz y Andrea Griffin
Por Susana Castro
Ricardo, ¿de dónde nace la iniciativa de organizar una gira veraniega en estos dos formatos?
Siempre hemos apostado por la organización de este tipo de actividades, que contemplen la música de cámara y la sinfónica en el conjunto del evento. Otros años hemos organizado paralelamente cursos de música cámara con Alejandro Bustamante, con conciertos de clausura con formaciones como orquesta de cámara, ensemble de vientos, tríos, cuartetos de cuerda, etc.
En esta ocasión, la propuesta de cámara irá dirigida a Víznar, ya que no dispone de un espacio que reúna las condiciones para un concierto sinfónico. En cambio, sí dispone de un patrimonio paisajístico y monumental que ofrece un enclave muy acertado para este tipo de audiciones. Los conciertos sinfónicos se celebrarán en Guadix y en Atarfe.
Con esto pretendemos acercar este tipo de música a aquellos municipios que de forma asidua no tienen la oportunidad de acceder a él. Creemos que la orquestas deben ampliar sus fronteras y fomentar que la música clásica llegue a todo el mundo, ya que, de esta forma, conseguiremos que sea valorada como merece y tendremos más aficionados.
Esta labor es la que están llevando a cabo las bandas desde hace tiempo y, quizá por esto, tienen una acogida tan calurosa. La música está hecha para el ser humano, sin distinción alguna.
‘Creemos que la orquestas deben ampliar sus fronteras y fomentar que la música clásica llegue a todo el mundo’, Ricardo J. Espigares Carrillo
¿Con qué apoyos contáis para la realización de estos conciertos?
En esta ocasión contamos con el apoyo de la Diputación de Granada y los ayuntamientos de Guadix, Atarfe y Víznar, y el de Granada, en la cesión de salas para ensayos.
¿Cuál es el hilo conductor de la gira? ¿Qué obras vais a interpretar?
Bajo el proyecto presentado a la Diputación de Granada como ‘Beethoven en la reconstrucción social tras tiempos de COVID-19. Desescalando la cultura, construyendo emociones’, y aprovechando el 250 aniversario de su nacimiento, no solamente queremos homenajear la figura del genio de Bonn, sino además poner en relieve la importancia que tuvo tanto para la historia de la música como para la relación y la importancia de esta con la sociedad.
Hoy en día, disfrutamos de muchas facilidades para acceder a las distintas manifestaciones culturales y a la educación, algo muy distinto a lo que ocurría en la Europa ilustrada del siglo XVIII, en donde todavía había una distinción muy acusada entre clases sociales, y esto era un privilegio de unos pocos.
Por ello, queríamos aprovechar esta ocasión para rendir nuestro más sincero y sentido homenaje a Beethoven porque, gracias a él, los artistas disfrutamos de una libertad en nuestra individualidad y entidad. Lo haremos con una programación casi íntegramente dedicada a este genio.
Bajo el título ‘Beethoven, el Genio que Trasciende’, el trío formado por Carlos, Andrea y Ariadna, miembros destacados de la Orquesta Filarmonía Granada, interpretarán obras pertenecientes a dos etapas bien distintas del compositor:el Trío para clarinete, violonchelo y piano opus 11 y la Sonata para piano opus 109.
En la propuesta sinfónica, ‘El alma romántica: Beethoven, Mendelssohn y Schumann’, interpretaremos laSinfonía ‘Heroica’,laObertura de las Hébridas y el Concierto para violonchelo y orquesta. Para este último contaremos con Antonio Gervilla como solista, un enorme músico lleno de talento, sensibilidad y un profundo conocimiento de la música.
Os esperamos, estamos seguros de que será un reencuentro con el público lleno de ilusión.
Antonio, tú serás el solista en la interpretación del Concierto para violonchelo y orquesta de Schumann, ¿es la primera vez que abordas esta obra con orquesta?
Tuve la oportunidad de trabajarla hace unos meses con una orquesta de jóvenes en Viena, donde vivo y estudio la mayor parte del año. Pero es como si fuera la primera vez, por lo emocionante que es para mí tocarla en Granada y con esta orquesta fantástica que está llena de amigos.
¿Qué destacarías de este concierto? ¿Por qué crees que tiene siempre tan buena recepción entre el público?
Este concierto es, sin duda, una de las obras cumbres escritas para violonchelo, no solo del repertorio romántico, sino de toda su literatura, por lo que como chelista es un grandísimo regalo poder tocarla y hace que todo el proceso de estudio y de búsqueda sea muy placentero y apasionante.
Musicalmente, para mí es un crisol de emociones y sentimientos románticos que están presentes en toda la obra tardía de Schumann. En palabras de Clara Schumann, es una obra llena de romanticismo, vitalidad, frescura y humor. Todo esto puesto en la voz del chelo como una gran declamación y en conjunto como un gran poema hecho música.
Quizá, precisamente por eso, porque es una obra maestra y porque está llena de contenido, el público siempre disfruta de ella. Todos necesitamos y buscamos experimentar ese contenido y reflexionar en torno a una obra como esta.
Este debe ser unos de tus primeros conciertos después de toda la situación de emergencia sanitaria que hemos vivido en los últimos meses, ¿cómo te enfrentas a ellos?
Durante las últimas semanas he tenido varios proyectos en Austria donde, como en España, están haciendo un gran esfuerzo por retomar la actividad cultural. Festivales como el de Granada o Salzburgo o conciertos como este de la Orquesta Filarmonía Granada son, en mi opinión, un gran ejemplo de valentía, que me hace pensar en lo vivo que está el mundo del arte y las personas que forman parte de él, seguramente con mucha más fuerza que hace unos meses.
Sin duda, este será un concierto diferente para todos después de este tiempo importante y difícil, probablemente de mayor intensidad. Creo, sinceramente, que la situación actual nos está haciendo tener las emociones más a flor de piel, y eso puede convertirse en un motor muy potente para nosotros.
‘Creo que la situación actual nos está haciendo tener las emociones más a flor de piel’, Antonio Gervilla Díaz
Carlos, Ariadna y Andrea, vosotros ofreceréis el Trío para clarinete, violonchelo y piano opus 11 de Beethoven en Víznar, ¿tocáis de forma conjunta con asiduidad? ¿Qué destacaríais del trabajo de cámara de esta obra?
Nos conocemos desde los inicios de la carrera. Ariadna y Carlos llevan ya dos años tocando juntos cuando decidimos ampliar el repertorio y formación y empezar a tocar con Andrea. Los tres conocíamos la forma de trabajar de cada uno gracias a la experiencia con la Orquesta, pero teníamos ganas de trabajar de una forma más cercana.
Lamentablemente, la situación de este año ha hecho más difícil de lo esperado la experiencia como trío, aunque cada vez que hemos trabajado juntos ha sido muy sencilla la comunicación entre nosotros, por lo que es muy probable que volvamos a hacerlo.
Al ser una obra escrita en un periodo clásico, donde la textura tiene que ser ligera, ha primado el trabajo de unificación de colores, timbres y articulaciones de nuestros instrumentos, buscando así un sonido único como trío, lo cual es complejo hablando de tres instrumentos tan diferentes. Consiguiendo esto, la música suena ligera y sencilla de una forma natural.
¿Cómo habéis planteado los ensayos en este momento en el que impera la distancia social?
Hemos tenido la suerte de disponer de un espacio amplio donde ensayar, el cual solamente estamos utilizando nosotros. Eso nos ayuda a mantener las distancias necesarias, aunque tenemos que seguir desinfectando nuestro material y utilizando gel y mascarilla hasta habernos situado en nuestro sitio. Echábamos tanto de menos tocar juntos que todo esto no parece tan tedioso frente al hecho de volver a encontrarnos haciendo música.
Además, Ariadna interpretará la Sonata para piano opus 109 del genio alemán, ¿cuál es tu relación con esta obra? ¿Y con Beethoven?
Esta sonata formará parte de mi recital fin de grado en mayo del año que viene, pero decidí comenzar a estudiarla pronto para poder abordar con tiempo su madurez. Esta es música que, además de necesitar el estudio técnico, necesita ‘tiempo de maceración’, o al menos así lo veo.
A Beethoven hay que estudiarlo, porque en él se comprende lo anterior y lo posterior. Personalmente es una música que he ido admirando cada vez más según la he empezado a comprender.
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