SANIMUSIC es una solución de seguridad pensada para los músicos y el mundo de la música. La empresa valenciana ATQ QUIMYSER, dedicada a la consultoría química para empresas fabricantes de detergentes, productos químicos de limpieza, cosméticos y desinfectantes, pone al servicio de los músicos su experiencia de casi 25 años. Su CEO, Pedro Rodríguez, nos habla de sus principales productos para poder seguir adelante con la actividad cultural controlando los riesgos.
Por Susana Castro
‘Hemos adaptado formulaciones de productos desinfectantes a las necesidades del sector’. Pedro Rodríguez
¿Quién está detrás de SANIMUSIC?
Detrás de SANIMUSIC está la empresa valenciana ATQ QUIMYSER S.L.U., que cumple 25 años en el próximo ejercicio y que agrupa mucho talento, ya que su plantilla está formada principalmente por químicos e ingenieros. Nuestro trabajo ha sido siempre de consultoría en el campo de la química, pero esta pandemia nos ha hecho proponer al mercado ideas en ámbitos muy concretos, que conocemos, y que sabíamos desabastecidos de ciertas soluciones. 35 años de profesión en química nos avalan, pero también 22 años cantando en un coro amateur, 2 años tocando el saxo tenor y 32 años de directivo en diferentes agrupaciones asociativas musicales. Todo ello ha generado unas sinergias únicas que han permitido alumbrar una idea como SANIMUSIC.
¿Qué productos de desinfección y limpieza comercializan específicamente para instrumentos?
Hemos adaptado formulaciones de productos desinfectantes a las necesidades del sector. Así, por ejemplo, tenemos un desinfectante para teclas de pianos y demás instrumentos con maderas delicadas como la cuerda, o la familia de viento-madera. También tenemos otros en base agua o alcohólicos que se adaptan, por ejemplo, a las láminas de la percusión, los parches de timbales y cajas, etc.
Los productos desinfectantes que comercializamos están todos incluidos en el listado de virucidas del Ministerio de Sanidad, requisito indispensable hoy día para garantizar la eficacia de un producto desinfectante contra el virus.
‘Los productos desinfectantes que comercializamos están todos incluidos en el listado de virucidas del Ministerio de Sanidad’. Pedro Rodríguez
Su producto estrella son las mascarillas para cantantes, músicos e instrumentos, ¿podría hablarnos sobre cada una de ellas?
Son los productos estrella porque son prácticamente únicos en el mercado y en este momento resultan insustituibles. Hemos realizado tanto ensayos de eficacia bacteriana y vírica como acústica, y eso las hace únicas.
Las mascarillas de cantante tienen un diseño característico que permite, una vez bien ajustada sobre la barbilla, que no se mueva con la mandíbula al abrir la boca, con lo que podemos cantar con ellas sin que se desplacen, como ocurre con otras.
Las mascarillas para instrumentos de viento son fundas para las campanas y las mascarillas para instrumentistas son mascarillas higiénicas habituales en las que hemos abierto una ranura para poder acceder al instrumento. Pierden su homologación, pero protegen parcialmente. Estos desarrollos están basados en recomendaciones de estudios de universidades que aconsejan minimizar en lo posible la salida de saliva como microgotas o como aerosoles al exterior al cantar o tocar. Las mascarillas de instrumentista, según nuestras pruebas, reducen un 60 % la salida de saliva, y las de instrumento y cantantes, con cuatro capas, más del 95 %. Nada puede garantizar el no contagio, pero reducir a estos niveles la salida de saliva es importante.
¿Afectan de algún modo estas mascarillas a la producción de sonido de los cantantes o instrumentistas?
Como digo, las hemos probado en un estudio de grabación. La cantante profesional que las probó en estudio dijo tras finalizar la prueba que ella ‘se atrevía a cantar en una función de ópera con ellas’. Hay algo de lo que la población en general no se ha percatado y es el parámetro de respirabilidad de las mascarillas. Una mascarilla se caracteriza, principalmente, porque no deja pasar el virus. Así, se dice que una mascarilla para estar homologada debe retener como mínimo el 90 % o el 95 %, según los casos, de partículas de virus de un determinado tamaño. Se dice que tiene una eficacia del 90 % o 9 5% contra el virus. Pero, además, para poder homologarla se exige que una mascarilla tenga una respirabilidad inferior al 40 o 60 Pa/cm2. Esto suele ser algo desconocido por el gran público. Esta medida nos dice cuán difícil es que el aire pase a través de ella, cuanto más alto, peor. Lo normal es que las mascarillas que más protegen, impidan más la respiración, pero no tiene por qué ser siempre así. Eso pasa, por ejemplo, con mascarillas formadas por capas y capas de algodón. Llegará un momento en que varias capas de algodón protegerán lo suficiente, pero no podremos respirar. En esto se basa la prueba de la vela, que se usó al principio para ver si una mascarilla era útil, cuando no había en el mercado. Había que poner telas de casa una tras otra hasta que la vela no se apagara. Pero existen tejidos, suelen ser tejidos plásticos microperforados, que por sus características de tipo de material y microperforación sí que dejan pasar el aire y no el agua, y con ello, tampoco dejan pasar la saliva. Eso es lo que ocurre con el polipropileno del que están hechas nuestras mascarillas. Nuestra respirabilidad se mueve en valores entre 14 y 18 Pa/cm2, que son muy bajos. Conseguido entender que el aire pasa, es fácil concluir que el sonido no se verá tampoco afectado al atravesarlas. Ese es el secreto.
¿Qué entidades confían ya en SANIMUSIC para protegerse con estas mascarillas?
La lista sería interminable, cientos de coros repartidos por toda España, conservatorios de los tres niveles, escuelas privadas de música, aficionados de todo tipo y los principales coros profesionales las han adquirido ya. Entre ellos, los dos del INAEM, La Zarzuela y el Coro Nacional, el de RTVE, el del Liceu… Estamos preparándonos para salir a Amazon y atacar el mercado europeo pero ‘nos han descubierto’ antes y varias óperas como las de Lyon, Ginebra o Zúrich son clientes también.
Asimismo, también comercializan mamparas y guantes para pianistas, ¿han testado estos productos con músicos profesionales? ¿Cuáles han sido sus impresiones?
Con las mamparas no ha habido problema, son simples elementos de separación, aunque a nosotros nos gusta más la protección con mascarillas porque dan una seguridad mayor como se está viendo ahora con el tema de los aerosoles.
En cualquier caso, la última incorporación a nuestro catálogo son los medidores de CO2 y los filtros HEPA para eliminar los virus que hay en el aire. Hay que tener en cuenta que sabemos cómo medir la eficacia de un producto desinfectante, cómo medir si una mascarilla filtra o no filtra, pero nos dicen que ventilemos sin que sepamos medir cuándo hay que hacerlo. Para ello, la mejor práctica es medir el CO2 en el ambiente, dado que, cuando el ambiente se carga de CO2, es mucho más fácil contagiarse con el virus. A partir de 750 ppm de CO2 es necesario pensar en ventilar. A partir de 1.000 ppm es imprescindible. Pero a partir de 1.500 ppm lo que hay que hacer es abandonar la sala en la que esto se está produciendo por insano, y hoy día, peligroso.
Los guantes para pianistas nunca llegamos a ponerlos en el mercado porque no pasaron las pruebas que músicos profesionales hicieron para nosotros. Se perdía la sensibilidad. Creemos en el producto, pero no encontramos empresas de fabricación de guantes que quieran ahora desviar la mirada sobre la inmensa producción que están haciendo y colaborar en una investigación para este mercado. Tal vez en un futuro…
¿Dónde es posible adquirir los productos de SANIMUSIC?
En nuestra web www.SANIMUSIC.net esta todo a disposición del gran público. Las entidades asociativas sin ánimo de lucro tienen condiciones especiales y para acceder a ellas tienen que hacer sus pedidos por e-mail a [email protected] o [email protected].
Hay que entender SANIMUSIC como una actividad de responsabilidad social corporativa (RSC) de ATQ QUIMYSER S.L.U. Así como hay empresas que donan comida a comedores sociales y otras que plantan árboles, ATQ cede todos los beneficios netos de esta actividad a la Fundación Partitura y Territorio, actualmente en constitución. La Fundación estará presidida por el maestro Cristóbal Soler. José M.ª Nácher, doctor de Economía de la Cultura de la Universidad de Valencia, y el propio Pedro Rodríguez, serán sus vicepresidentes.
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