El próximo lunes 7 de diciembre, el conjunto Íliber Ensemble y el Coro Tomás Luis de Victoria unirán sus voces en el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza bajo la dirección de Darío Tamayo y junto a cuatro solistas. Hablamos con el joven director granadino sobre el programa dedicado a Sebastián Durón que se podrá disfrutar en la Catedral de Baeza.
Por Susana Castro
El próximo día 7 de diciembre estrenaréis en el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (FeMAUB) el programa ‘Música sacra para un cambio de dinastía’, ¿qué repertorio podrán saborear los aficionados que se acerquen a la Catedral de Baeza?
Se trata de un repertorio realmente fascinante, que intenta recoger las particularidades estilísticas y estéticas del atardecer del Barroco español de la mano de uno de nuestros autores imprescindibles, Sebastián Durón, con ocasión de la conmemoración en 2020 de los 360 años de su nacimiento.
El programa está articulado en dos partes: la primera de ellas estará dedicada a la muerte de Carlos II y el consiguiente final de la dinastía Habsburgo en nuestro país, que reflejaremos a través de la Misa de difuntos y dos lecciones del correspondiente Oficio; mientras que la segunda parte del concierto girará en torno a la Guerra de Sucesión y la subida al trono de Felipe V, a través de la magnífica Misa a la moda francesa, de la que realizaremos el estreno en España en tiempos modernos. Nos acercaremos, por tanto, a dos páginas fundamentales en la producción sacra de Durón, dos obras de gran formato de enorme calidad, concebidas además en un momento trascendental para la historia de España.
En este sentido, me gustaría transmitir nuestra gratitud a todo el equipo del FeMAUB y, muy especialmente, a su director, Javier Marín, por su apuesta decidida por la recuperación y revalorización de nuestro patrimonio musical, así como por su firme compromiso con la cultura en un contexto tan complejo como el que vivimos estos días a causa de la pandemia.
Es un programa de gran formato, con cuatro solistas, coro y el ensemble que tú diriges, ¿quiénes van a ser los protagonistas de este concierto?
Los cuatro solistas que nos acompañarán en este proyecto son Laura Martínez Boj, Brenda Sara, Samuel Tapia y Sergio Aunión. Son cuatro cantantes fantásticos, cuatro jóvenes promesas en el ámbito de la música antigua, excelentemente formados y con carreras incipientes a nivel nacional e internacional. Además, los cuatro atesoran una amplia experiencia en el mundo coral y están muy acostumbrados a hacer música en conjunto, lo que en mi opinión les ha hecho adquirir una serie de cualidades y valores de trabajo que resultan esenciales para abordar un repertorio de estas características, en el que el tratamiento de las partes solísticas presenta en muchas ocasiones rasgos más bien corales.
Por otra parte, para la interpretación del Coro II recurriremos en esta ocasión al Coro Tomás Luis de Victoria, conjunto solvente con el que hemos tenido ya el placer de colaborar en diversos proyectos desde el año 2016, recuperando obras como el Stabat Mater de Emanuele d’Astorga o el Miserere a 12 de Durón.
En el apartado instrumental cabría destacar que Íliber Ensemble participará en formación orquestal, para lo que contaremos con la presencia de algunos refuerzos específicos para este proyecto que vendrán a completar nuestra plantilla habitual.
Por último, no querría dejar sin mención la imprescindible labor de Raúl Angulo y Antoni Pons, musicólogos de la Asociación Ars Hispana, que son los responsables de la transcripción y edición de estas obras, así como la inestimable ayuda de Juan Carlos Asensio, director de Schola Antiqua, para la reconstrucción de los cantos llanos que utilizaremos en nuestra interpretación.
‘Enfrentarse a un repertorio de esta envergadura es realmente complejo’. Darío Tamayo
¿Cómo te enfrentas a un trabajo de estas dimensiones?
No cabe duda de que enfrentarse a un repertorio de esta envergadura es realmente complejo tanto desde un punto de vista musical como a nivel de producción, pues implica a una treintena de efectivos de muy diversa índole, distribuidos además en tres subconjuntos con sus propias particularidades específicas: solistas, coro e instrumentos.
Los proyectos de estas dimensiones presentan la peculiaridad de que se encuentran en el límite entre una concepción propiamente camerística y una idea más orquestal, lo que genera unas sinergias de trabajo muy interesantes, a medio camino entre ambos mundos.
‘Durón fue un autor revolucionario en muchos aspectos, transformó de manera decisiva las prácticas musicales’. Darío Tamayo
No es la primera vez que Íliber Ensemble aborda obras del genial Sebastián Durón ¿de dónde nace vuestro interés por el compositor de Brihuega?
Es cierto que Sebastián Durón es, en cierto sentido, un compositor talismán para nosotros, pues su música nos ha acompañado desde nuestros inicios. El interés de nuestro conjunto por su figura descansa en diversos factores. En primer lugar, siempre nos ha atraído la dicotomía estilística y conceptual que se da en su obra, arraigada en la tradición pero permeable a la innovación. Durón fue un autor revolucionario en muchos aspectos, pues transformó de manera decisiva las prácticas musicales entonces en uso en el ámbito religioso, conservando los principios de la rica tradición policoral hispana, pero abriéndola por primera vez a las innovaciones estilísticas europeas a través de la asimilación de elementos franceses e italianos. Es, además, uno de los primeros compositores españoles en cultivar extensivamente la pintura musical del texto, en el marco de un lenguaje muy personal que antepone la búsqueda del efecto a la mera exhibición técnica de virtuosismo contrapuntístico.
Por otra parte, su audacia armónica es absolutamente inédita en la España del momento y, de hecho, no conoció continuadores ni entre sus contemporáneos ni entre los compositores españoles de la siguiente generación. Todo esto, unido a la enorme calidad de su producción, hacen de Durón un compositor fundamental y cimenta nuestro compromiso por la recuperación y puesta en valor de su obra.
De hecho, en 2019 vio la luz el álbum ‘La guerra de los gigantes’ (Ibs Classical), para el que os unisteis a la Orquesta Barroca de Granada y a un magnífico elenco vocal. ¿Cuál ha sido la recepción de este disco?
Estamos muy contentos con la cálida acogida que ha recibido el disco por parte tanto de la crítica especializada como del público. Además, sabemos que el álbum está obteniendo una recepción muy positiva en plataformas digitales, como Spotify, donde ya ha sido escuchado en medio centenar de países y acumula más de veintidós mil reproducciones. Por otra parte, estamos trabajando para volver a llevar La guerra de los gigantes a los escenarios el próximo año, aprovechando precisamente la inercia generada por el lanzamiento de esta grabación.
Otro de vuestros grandes proyectos es ‘El clave del Emperador’, con el que viajasteis a China en 2018 junto a la agrupación Todos los Tonos y Ayres. Se trata de un repertorio muy especial en el que se unen instrumentos de época occidentales y chinos, ¿cómo surge esta innovadora idea?
El proyecto original parte de nuestros compañeros de Todos los Tonos y Ayres, quienes nos propusieron embarcarnos con ellos en una coproducción que reconstruyese e ilustrase musicalmente la vida y el legado de Diego de Pantoja, un misionero jesuita y músico español, considerado el primer europeo junto con Matteo Ricci en acceder a la Ciudad Prohibida y entablar relaciones diplomáticas y culturales estables con la corte china. Su estreno en 2018 y nuestra posterior gira por China coincidió, además, con el Año Diego de Pantoja, celebrado por el Instituto Cervantes con ocasión del cuarto centenario de su fallecimiento.
El programa recoge obras de autores europeos activos en la corte imperial china durante los siglos XVII y XVIII o cuya música se ha localizado en los catálogos de la época de las bibliotecas jesuíticas de Beitang y Macao, así como música antigua china registrada en los tratados imperiales y ediciones del momento. Por este motivo, recurrimos a la utilización de instrumentos de época chinos y occidentales, en función del repertorio; en algunas piezas, llegamos incluso a combinarlos, reflejando de esta manera una práctica documentada históricamente que se daba en la corte imperial y que instauró el propio Pantoja: veladas en las que se interpretaban piezas occidentales, chinas, manchúes o mongolas mezclando instrumentos europeos y chinos a gusto del emperador.
¿Cómo describirías el entorno musical en el que se desarrollaron las actividades del jesuita Diego de Pantoja?
La estancia de Diego de Pantoja en China supuso el inicio de un periodo de intercambio cultural sin precedentes. Este jesuita oriundo de Valdemoro fue el responsable de la introducción del primer instrumento de tecla en la corte china, bajo el reinado de Kangxi; la inquietud de este emperador hacia todas las manifestaciones artísticas propició que la música de tradición occidental sonase con frecuencia en la Ciudad Prohibida y, de hecho, él mismo aprendería a componer y a tocar el clave, participando en las veladas musicales de palacio. Esta presencia de la música europea y su hibridación con las prácticas autóctonas fue incrementándose, hasta el punto de llegar a establecerse en la corte una orquesta barroca de gusto occidental bajo el reinado del emperador Qianlong.
¿Cómo fue el trabajo de recuperación de estas piezas, muchas de ellas inéditas?
Fue fruto de un largo proceso de investigación, selección de piezas y transcripción de las mismas. Estas tareas fueron coordinadas por el doctor Rubén García Benito, director de Todos los Tonos y Ayres y especialista en Estudios de Asia Oriental, cuyos amplios conocimientos acerca de la cultura, la lengua y la historia de China resultaron decisivos de cara a acometer este proyecto con el máximo rigor musicológico. Algunas de las piezas fueron realmente difíciles de conseguir, como es el caso de las doce sonatas para violín opus 3 de Teodorico Pedrini, publicadas en Pekín a comienzos del siglo XVIII, y cuyas partituras están inéditas y son absolutamente ilocalizables en Europa; en este caso, pudimos hacernos con una copia facsimilar de la primera edición, cuyo original se conserva en la Biblioteca Nacional de China, gracias a la colaboración del Instituto Confucio de Granada y la Universidad de Pekín.
Además de en Baeza, ¿podremos escuchar en directo a Íliber Ensemble próximamente?
Así es. Para el próximo año, tenemos previstos algunos conciertos en diversos puntos de España, tanto con el proyecto El clave del Emperador como con nuestro programa Mestizajes sonoros, la integral del Códice Trujillo del Perú, que hace unas semanas tuvimos ocasión de volver a interpretar en el marco del Festival Vandelvira, el circuito provincial del FeMAUB.
Además, en marzo de 2021 queremos lanzar el primero de una serie de conciertos en streaming desde lugares emblemáticos de Granada, aprovechando el Día Europeo de la Música Antigua, y tenemos preparada alguna otra sorpresa que iremos desvelando próximamente. Todo ello, por supuesto, condicionado a la evolución de la difícil situación sanitaria que, tristemente, atravesamos estos días.
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