Por Carmelo Cordón
Jefe de Cuerda del Coro de RTVE
Este artículo fue publicado originalmente en el número 241 de la revista Melómano
El barítono
A veces los aficionados, o el público en general, pueden confundir al barítono con el bajo, pero no son lo mismo. La diferencia estriba en el timbre y la tesitura: el bajo puede cantar notas más graves y, además, posee un color de voz más oscuro. En mi caso, yo soy barítono. Generalmente, se suelen aceptar tres tipos de barítono: dramático, lírico y ligero o Martin.
La peculiaridad principal del timbre del barítono en relación con el resto de los tipos de voces es, en mi opinión, que por ser una voz intermedia entre el bajo y el tenor, el barítono puede afrontar los registros cercanos de ambos. Puedo añadir también que suele ser una voz muy apreciada por los compositores por su naturalidad y versatilidad.
En el escenario, dentro del coro solemos estar en la zona más cercana al centro del grupo y hacia la derecha mirando desde donde se encuentra el espectador.
Al igual que un profesor de orquesta que toca un instrumento debe hacer determinados ejercicios de mantenimiento muscular debido a su postura al interpretar, un cantante de un coro debe tener ciertos cuidados para mantener en buena forma su voz. En general, yo recomendaría ejercicios para aumentar la capacidad pulmonar, así como un trabajo vocal diario y llevar una vida sana y una alimentación saludable.
En cuanto a los problemas musculares que pueden surgir con la práctica de nuestro trabajo, se puede decir que suele haber problemas en cervicales y lumbares, así como problemas de reflujo gástrico.
Desde pequeño, me interesó la música en cualquiera de sus expresiones y sentí curiosidad por la música clásica. Todavía recuerdo lo que me emocionaba escuchar la Quinta sinfonía de Beethoven, las Pasiones de Bach o el Concierto núm. 2 de Rajmáninov. Comencé a cantar en coros con 17 años de la mano de mi hermano Francisco que me animó para que lo hiciera, aunque yo era un poco reticente. En cuanto entré en el coro me enganchó esa forma de hacer música.
Además de trabajar como barítono del Coro RTVE, como barítono solista he interpretado infinidad de papeles de ópera y zarzuela, así como papeles en diferentes oratorios en muchos teatros de España y del extranjero. La voz de barítono es un instrumento muy versátil, creo que se mueve igual de bien en un contexto sinfónico que en otros como el jazz o la música popular, todo depende de la capacidad de adaptación que tenga el intérprete.
Para mí, elegir el solo de barítono más emocionante dentro de una obra sinfónica es una difícil elección, pero si me tengo que quedar con uno yo elegiría el papel de barítono en el oratorio Elías de Mendelssohn. En el caso del concierto para barítono y orquesta, sería Les nuits d’eté de Berlioz.
Si hablamos del lied con barítono más interesante, entre todos los que me gustan puedo pensar en Um mitternacht de Mahler. En cuanto al solo de barítono dentro de un oratorio u otra obra religiosa, destacaría el Réquiem de Faurè por su intimismo. Pero tener que elegir un aria de barítono dentro de una ópera… ¡Es como tener que elegir una estrella en el cielo! Pero quizá la que más me apasiona es ‘Nemico della patria‘ de Andrea Chénier de Umberto Giordano.
Por otro lado, y frente a las tradicionales obras de repertorio, cuando llega un estreno absoluto de una obra coral, nos encontramos sin duda ante un gran reto. Para un cantante, el mayor problema es el desconocimiento de la obra, pero podemos contar con la ventaja de poder consultar con el autor todo aquello que nos pueda hacer falta para una mejor ejecución.
Ser barítono del Coro RTVE, el más escuchado de España, supone para mí, en primer lugar, un honor, al ser un coro con tanta tradición y talento. A ello se suma el hecho de ser actualmente el Jefe de Cuerda de bajos. Todo ello, unido, supone una gran responsabilidad.
Como cantante del Coro RTVE podría comentar muchas anécdotas, pero quizá puedo mencionar ahora una situación complicada que se produjo cuando estábamos interpretando el Elías de Mendelsshon y el barítono solista dejó de cantar por un problema físico. En ese momento, ni corto ni perezoso, el tenor solista continuó cantando la parte del barítono y la suya el resto del concierto.
Como solista, recuerdo que en una ocasión cantando la zarzuela La revoltosa en Santiago de Chile, sufrimos un terremoto, pero como estábamos muy metidos en el papel (era el momento del dúo de Felipe y Maripepa), no nos dimos cuenta hasta que vimos que parte del público se levantaba y se marchaba por miedo. La función no se interrumpió y poco a poco el público volvió a sus asientos. Al día siguiente, los componentes de la compañía, cambiamos el nombre a la zarzuela y la bautizamos como La terremoto.
Para mí, barítonos legendarios que son un referente, en cuanto a los extranjeros, puedo mencionar a Piero Cappuccilli, Dietrich Fischer-Dieskau, Robert Merrill, Tito Gobbi, entre muchos otros. En cuanto a los nacionales, Manuel Ausensi y, por supuesto, mi maestro, Vicente Sardinero, del que aprendí muchas cosas. En la actualidad, me gustan Bryn Terfel y nuestro compatriota Carlos Álvarez.
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