
Entrevista a Rosana Rodríguez, Consejera de Educación, Cultura y Deportes
Por Alfonso Carraté
El día 6 de abril comienza la 59ª Semana de Música Religiosa de Cuenca, con un carácter muy castellano-manchego (Javier Ulises Illán, 550 aniversario de Peñalosa, José de Nebra…) y muy internacional (Ton Koopman, Amsterdam Baroque Orchestra…)
Desde este gobierno regional sabemos que es necesario potenciar y poner en valor a los artistas de Castilla-La Mancha. Aprovechando este talento regional, desde el momento en que entramos en el patronato de la SMR, pusimos como premisa fundamental el apoyo a nuestros músicos. Lo hacemos a través de las subvenciones de la Consejería y también a través de nuestros festivales musicales.
Por eso la Semana de Cuenca se inaugura con un joven músico de trayectoria indiscutible y muy esperanzadora para la región, como es Javier Ulises. Es un artista que, además de sus virtudes como músico, pone ilusión y humanidad en todo lo que hace, con confianza en los artistas de su generación y con afán de colaborar en el desarrollo musical de nuestra región. Trabaja en muchos lugares pero siempre es conocedor de sus raíces y de su tierra. Es una de nuestras grandes promesas y su presencia en la Semana, inaugurando con un director castellano-manchego, supone darle entrada a este artista por la puerta grande del festival. Además, la Semana tiene otras pinceladas y alusiones a nuestros artistas del pasado, como ya ha mencionado usted, con un evidente reconocimiento a nuestro patrimonio cultural.
Por supuesto, a esto hay que añadir la presencia de grandes artistas nacionales e internacionales que usted ha comentado.
La SMR lleva ya dos años recibiendo el reconocimiento del Observatorio de la Cultura como Insignia Cultural de Castilla-La Mancha. Cristóbal Soler ha liderado esta nueva etapa en las últimas cuatro ediciones y su contrato finaliza con el año 2020. ¿Podría darnos una valoración del trabajo realizado por el director de la SMR?
Cristóbal Soler está considerado, sin duda, como uno de los directores más importantes de su generación. Ha supuesto un antes y un después en este festival, por las incorporaciones novedosas que ha llevado a cabo y por su apuesta a la hora de combinar la tradición cultural con la nueva creación. No olvidemos que, además de las grandes obras del repertorio sacro de todos los tiempos, la SMR tiene esa mano tendida a las obras nuevas que enriquecerán con su presencia la música sacra. Él ha encajado esta combinación entre pasado y presente de una forma perfecta. Cristóbal ha convertido sin duda el festival en un referente a nivel nacional a lo largo de estos cuatro años y ha contribuido a su posicionamiento a nivel internacional.
Se ha anunciado públicamente que las finanzas de la SMR ya están saneadas, tras un periodo de duras dificultades, en el que era preciso destinar parte del presupuesto a tapar los agujeros, en lugar de dedicarlo a la programación. Nos consta que tanto la Junta como otras administraciones públicas locales han realizado aportaciones extraordinarias para conseguirlo.
Todos sabemos la repercusión que la crisis económica tuvo sobre la cultura, y la SMR la sufrió de forma notable. Es cierto que también en lo financiero ha habido un antes y un después y que ha habido una apuesta decidida de las administraciones locales (Diputación y Ayuntamiento de Cuenca), junto al Gobierno de Castilla-La Mancha, para ayudar a solucionar el problema. No podemos olvidar el apoyo del INAEM, que ha retomado su aportación. Sin duda, se puede afirmar que las finanzas son mucho mejores que lo que nos encontramos en 2016 y entiendo que esa línea progresiva de ascenso ha de verse consolidada sin problemas.
Casualmente, en este momento todas las administraciones públicas pertenecen al mismo partido político (PSOE), lo que no fue así en el pasado reciente. ¿Ayuda esto a un mejor entendimiento en el seno del patronato? De hecho, usted ha delegado la Presidencia del mismo en el alcalde de Cuenca, Darío Dolz.
Creo que la cultura no tiene, o no debería tener, color político. La cultura es un derecho. Así lo entiende el gobierno regional de Castilla-La Mancha y, en base a este derecho, debe ser accesible a todos y a todas. Todo lo que tiene solera en esta región ha de ser apoyado por sus administraciones públicas, sean del partido que sean. Un festival con 59 años es un referente consolidado y los colores políticos no deberían interferir en nada, si no es en darle su apoyo. Nosotros siempre defenderemos que prevalezcan los intereses culturales por encima de los partidistas.
Antes mencionó usted al INAEM, que siendo la administración pública estatal, es, sin embargo, la menos generosa con la SMR, por decirlo de algún modo. ¿Cree usted que su aportación puede mejorar en un futuro próximo?
Hemos recuperado la aportación del INAEM, lo cual es realmente importante. Su apoyo no es mera casualidad. El INAEM apoya a los festivales que tienen relevancia por uno u otro motivo. Esto sitúa a la SMR entre los eventos destacables en el ámbito nacional y nos posiciona entre los más destacados. Por eso, agradezco que el INAEM ponga sus ojos en este festival y en otros festivales de la región. Claro, siempre intentamos que haya más financiación y, por supuesto, en las conversaciones bilaterales que pueda mantener con el ministro de Cultura así se lo haré saber. Que se incremente la financiación a nuestros festivales es algo que esta consejera intentará allá donde vaya.
Con estos mimbres tan favorables, ¿qué futuro le augura a la SMR?
Si me hubiera hecho esta pregunta hace cuatro años, hubiera podido dudar de su supervivencia. Ahora, sin embargo, estamos en disposición de pensar que vamos a continuar, en esta sexta década que comenzaremos el próximo año, la línea de sostenibilidad y crecimiento iniciada.
Podemos presumir de una gran modernidad, dentro del tipo de música que caracteriza a la SMR. Es cierto que se hace uso de efemérides, como el mencionado 550 aniversario de Peñalosa, o el 250 de Beethoven, pero el festival de va redescubriendo y esto le hace estar permanentemente actualizado, y sigue atrayendo el interés de un público fiel, que visita Cuenca por su Semana. Podemos decir que la SMR ha traspasado ya los umbrales de una generación y ha pasado el testigo a la siguiente. Es un proceso imparable.
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