Los violines en La bella durmiente de Chaikovski
Por Miguel Borrego
Concertino de la Orquesta Sinfónica RTVE
La sección de violines en la orquesta
Hay compositores que son muy interesantes para la sección de cuerda. En las sinfonías de Haydn y Mozart podemos encontrar la técnica base para un instrumentista de cuerda: el ritmo, la afinación, golpes de arco, fraseo, etcétera. Una buena orquesta se mantiene en forma cuando interpreta a menudo obras de estos compositores.
La sección de violines es la más numerosa de la orquesta, y precisa de una atención especial para conseguir una conjunción y empaste en el sonido y afinación.
Todo empieza con una preparación individual minuciosa, para que al llegar al primer ensayo todos los problemas técnicos estén resueltos individualmente. Entonces es cuando hay que unificar el tipo de sonido, dependiendo de la obra, el estilo, el momento expresivo o los distintos golpes de arco, los matices, el ritmo, depurar la afinación en algunos pasajes complicados, en definitiva, la conjunción de todos para que seamos un solo instrumento. Para esto a veces es necesario hacer un ensayo seccional donde podemos trabajar tranquilamente algunos pasajes más complicados.
La belleza en las melodías de Chaikovski, el dramatismo, la elegancia de sus valses unida a los paisajes virtuosos, hace que sea un compositor sumamente atractivo para realizar un buen trabajo con los instrumentos de cuerda.
El ballet La bella durmiente
La bella durmiente es un ballet con un prólogo y tres actos. Los días 23 y 24 de enero, en el Teatro Monumental, y bajo la batuta de James Judd, interpretaremos una selección de fragmentos del ballet pero sin escena. El público no tiene ante sus ojos unos bailarines envueltos por la música dando vida a una historia que se relata durante toda la pieza. En este sentido, hay que explicar más, si aún cabe, musicalmente hablando, cada uno de los movimientos y sus estados anímicos.
En el Allegro vivace del principio hay que cuidar la precisión rítmica, con golpes de arco enérgicos y secos en un matiz fortísimo. La marcha en Moderato es un movimiento festivo, elegante y más ligero en el sonido y la articulación. Esas diferencias hay que cuidarlas y trabajarlas. Momentos festivos, dramáticos, líricos, elegantes, rápidos y ligeros tienen que ser trabajados con distintas técnicas de arco, más velocidad y ligeros, cerca del diapasón para tener un sonido más dulce y velado como en la elegancia del vals. O más lento y con más cuerpo para las luminosas e inspiradas melodías, donde hay que cuidar la línea melódica con interminables arcos legatos, momentos dramáticos con el arco más cerca del puente, pasajes virtuosos que hay que trabajar lentamente, etcétera.
Es un trabajo minucioso y apasionante para tratar de sacar el máximo rendimiento y excelencia a la música que estamos interpretando.
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