Montserrat Caballé y otras nueve damas catalanas no son admitidas en este selecto club privado por oposición de una minoría de sus miembros en las votaciones
Por Roberto Montes
Otro obstáculo más atraviesa el camino de la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo de la música. El pasado sábado 24 de febrero, y pese a los nuevos estatutos que se aprobaron en el club, el Círculo del Liceo rechazó en las votaciones para la admisión de nuevos miembros a las diez mujeres candidatas para esos puestos. Ninguna de ellas alcanzó la cuota del 65% necesaria para el acceso al elitista club del coliseo barcelonés. Los otros tres varones que se presentaron a dichas «elecciones» sí consiguieron, por el contrario, los votos necesarios que les convierten en miembros de dicho círculo.
Los estatutos del Círculo del Liceo contemplan un cambio en su artículo 6, sustituyendo el término de «varones» por «personas», aprobado a finales de enero pasado, y que equivale a decir que, en teoría, las mujeres pueden ser socias de este club privado creado hace ciento cincuenta años en el seno del Gran Teatro del Liceo.
La madrugada del sábado señalado anteriormente era el momento para demostrar en la práctica el cambio que se había producido. De los más de mil socios con derecho a voto, tan sólo lo ejercieron 350, lo que presupone que tan sólo se movilizó el grupo de socios contrarios a la admisión de mujeres en el club.
Obtuvieron el 60% de los votos una decena de mujeres que representan una gran parte de la élite de la cultura (y también de los medios económicos) de la región catalana. Sus nombres son Montserrat Caballé, Magda Ferrer, Adela Subirana, Teresa Samaranch, Montserrat Vall-llosera, María Ángeles Vallvé, Soledad Rocha, Cristina Bueno, Patricia Nadal y Estella Raventós.
Tan sólo hay una excepción en el club: Julia García-Valdecasas es la única mujer socia actualmente, pero no a título personal, pues esta dama ostenta el cargo de delegada del Gobierno en Cataluña, lo que le da derecho a entrar directamente sin cribas ni elecciones.
Respuestas
Ante los resultados, Joan Anton Maragall, el presidente de la junta de gobierno del Círculo del Liceo, comisión que es plenamente partidaria de las admisiones, convocará en breve una nueva asamblea de socios para, de nuevo, modificar los estatutos. La reforma permitiría que las nuevas incorporaciones sólo precisasen de la mayoría absoluta de los votos (la mitad más uno) y no de dos terceras partes, como hasta ahora venía sucediendo.
Quizás la más apesadumbrada y sorprendida por los resultados sea la soprano barcelonesa Montserrat Caballé, personalidad musical catalana que ha frecuentado, como invitada, el Círculo durante años, y que premonizaba su inminente entrada días antes de la votación, presentada su solicitud de ingreso (con el respaldo, entre otros socios, del propio presidente del club, el señor Maragall) y oídas las noticias sobre el cambio en el reglamento.
Las normas de acceso a la élite del Círculo del Liceo establecen un período de cinco años para volver a pedir la inclusión como candidato, párrafo del estatuto que puede, también, modificarse. «La admisión de socios y socias debe reflejar directamente, y de forma proporcional, la voluntad mayoritaria de los socios», declaraba Maragall.
El asunto trasciende al propio Liceo
Hasta el mismo Parlamento Europeo de Estrasburgo llegó la polémica abierta por la decisión del barcelonés Círculo del Liceo de no permitir la entrada a la soprano Montserrat Caballé y otras nueve mujeres como socias de dicho club
La eurodiputada socialista griega Anna Karamanou no dudó, en una sesión de dicho parlamento, en calificar esta situación como «un insulto a todas las mujeres artistas y científicas del mundo». Seguidamente rogó a Nicole Fontaine, la presidenta de la Cámara, que reflexionase sobre este caso de discriminación sexual.
El propio Gran Teatre del Liceu hubo de desmarcarse, aclarar que no tiene nada que ver con las decisiones de ese Círculo privado y corroborar que su relación con dicho club es de mera «vecindad». El ambiente que envolvió a tales acontecimientos llegó a dejar la mano libre a algunos políticos e instituciones para apretar el gatillo de las críticas contra todo lo que viniera o sonara en el coliseo del Liceo.
El alcance del asunto había obligado a la Junta de Gobierno del club a excusarse públicamente. Como antes se ha mencionado, tan sólo comunicaron el expreso deseo de convocar una reunión extraordinaria en la que proponer una modificación del sistema de admisión de socios y poder recoger a así a las personas que lo solicitaron. Además, según la propia junta, tan sólo un 10% de los socios se manifestó en contra de la admisión de las aspirantes, responsabilidad de la actual situación que corresponde, por tanto, a un sector minoritario de la entidad y que actúa de manera contraria al espíritu del Círculo del Liceo.