Entrevista a su director, Daniel Pinteño
Concerto 1700 fue fundado por usted en 2015, ¿cuál fue su objetivo inicial?
Realmente no existía un objetivo concreto cuando allá por 2015 decidí fundar Concerto 1700. La única idea era disfrutar con la música que me apasiona, dar un poco de rienda suelta a mi propia creatividad usando como herramienta todo lo que había aprendido durante mis años de formación en diferentes conservatorios y, cómo no, descubrir nuevas músicas que por un motivo u otro habían permanecido silenciadas durante siglos.
¿Quiénes son los músicos que componen la plantilla estable de la formación?
Cuando uno aborda el repertorio de un siglo tan variado en lo musical como es el XVIII, tiene que adaptarse en cierta medida al amplio abanico organológico para el que se componía. Nunca he querido limitar Concerto 1700 a una plantilla concreta, ya que mi idea ha sido siempre expandir el grupo hacia otros repertorios y otras épocas de la historia de la música occidental que creo se pueden abordar de una manera históricamente informada, como por ejemplo el siglo XIX. Por ello la plantilla de Concerto 1700, pese a mantener un núcleo de intérpretes estable que me acompaña, se adapta a lo que cada obra requiere. Esto creo que nos convierte en una formación versátil que puede abarcar desde los grandes repertorios hasta la música de cámara más íntima.
¿Con qué colaboradores trabajan asiduamente?
En estos años de andadura hemos colaborado con diferentes solistas vocales como la soprano Aurora Peña con la que grabamos nuestro primer disco dedicado a la obra inédita de José de Torres (ca. 1670-1738) y con la que trabajamos asiduamente. Hemos desarrollado con ella un vínculo musical y personal que nos permite conectar directamente con el público.
Por otro lado, esta temporada hemos comenzado una colaboración con el contratenor vasco Carlos Mena con el que vamos a trabajar repertorio español para alto de José de Torres, José de Nebra (1702-1768) y Antonio Literes (1673-1747). Siempre he sido un gran admirador del trabajo de Carlos y sin duda tenerlo con nosotros es un auténtico privilegio.
¿Qué tipo de repertorio y autores abordan de forma más habitual?
Nosotros interpretamos todo tipo de repertorio del periodo barroco de una manera históricamente informada, si bien tenemos siempre como objetivo primordial la recuperación del patrimonio musical hispano. Por ello, creo importante seguir trabajando en extender el conocimiento de nuestra historia musical entre el gran público. Hay que mostrar la calidad de los compositores españoles de todas las épocas saliendo si hace falta del canon musical imperante. Esto ha quedado patente en nuestros dos últimos trabajos discográficos donde gran parte de la música recogida era inédita y relacionada directamente con España.
¿Cuál es la acogida del público en sus conciertos? ¿Cree que la recuperación del patrimonio musical está pasando por un buen momento?
La música de autores como Torres, Hernández Illana, Nebra o Literes son una prueba de la excelente calidad de nuestra música barroca y sin duda el público la recibe con los brazos abiertos. Creo que en muchos casos existen más prejuicios sobre la música española entre los propios intérpretes que entre el público. Por ello siempre intento rodearme de músicos que sientan esa misma pasión por la aventura musical que supone enfrentarse a una partitura inédita de nuestro siglo XVIII. Obviamente no podríamos disfrutar de este trabajo de recuperación sin la labor rigurosa del mundo de la musicología. En nuestro caso tenemos mucho que agradecer al trabajo de los musicólogos de la Asociación Ars Hispana: Raúl Angulo y Antoni Pons. Con ellos hemos colaborado estrechamente en la recuperación de algunos de los autores más importantes del siglo XVIII español.
A lo largo de su trayectoria han recibido numerosos premios, ¿qué han supuesto para ustedes estos reconocimientos?
Es evidente que para nosotros los reconocimientos suponen siempre un plus de motivación que nos empuja a seguir avanzando en la misma dirección. Pese a todo, siempre hay que tener los pies en la tierra y seguir trabajando duro desde la humildad. Al fin y al cabo lo más importante para nosotros es que el público disfrute con nuestros conciertos.
Acaban de presentar su último disco, Italy in Spain, ¿qué repertorio pueden encontrar los melómanos en este trabajo?
En este disco todos los melómanos podrán disfrutar de un repertorio diferente cargado de elegancia y virtuosismo. Se trata de un trabajo centrado en la música italiana para violín que circulaba por Madrid en dos décadas tan desconocidas musicalmente como las de 1760 y 1770.
Los autores recogidos en este disco, que ahora pueden sonar desconocidos entre el gran público, como Pietro Nardini, Emanuele Barbella, Eligio Celestino, Luigi Borghi o Felice Giardini formaban parte de una generación de virtuosos violinistas que exportaban su música por toda Europa. España no fue ajena en ningún momento a estas novedades musicales que recorrían el continente. Tras un trabajo de investigación en la Biblioteca Nacional de España hemos podido recopilar aproximadamente veinte colecciones de sonatas para violín de autores italianos en primeras ediciones de la época. Finalmente, de entre todas ellas, se han seleccionado para este disco las que creíamos que reflejaban de una mejor manera el tránsito desde el ocaso del Barroco hasta las primeras luces del Clasicismo.
¿De dónde surge la idea de realizar este disco? ¿Con qué apoyos han contado?
La verdad es que llevaba ya tiempo interesado en grabar algo para mi instrumento. Soy violinista y esto significa que disponemos de una amplia literatura musical compuesta para nuestro instrumento, así que tuve que explorar diferentes vías de repertorio hasta encontrar una que me motivara plenamente. La música para violín de estas décadas, los años 60 y 70 del siglo XVIII, tiene unas características técnicas y unas sutilezas musicales que ponen a prueba a cualquier violinista por lo que este reto me atraía mucho.
Obviamente este trabajo no habría sido posible sin los compañeros de Concerto 1700 que me acompañan en este disco. Tener a Ester Domingo al violonchelo, Alfonso Sebastián al clave y a Ramiro Morales a la guitarra barroca ha sido un lujo. Además, para este trabajo he contado con la ayuda del servicio de partituras de la Biblioteca Nacional de España y con el apoyo de la Comunidad de Madrid que ha apostado por el proyecto.
Además de esto, ¿qué otros programas tienen ahora mismo en repertorio?
Realmente tenemos un amplio abanico de programas en cartera que abarcan desde el repertorio vocal sacro hasta sonatas de violín pasando por tríos de Brunetti. Como decía antes, no me gusta poner límites así que intentamos ofrecer a los programadores diferentes opciones para que puedan elegir entre la que más se ajuste a su línea de programación.
También tenemos tiempo para programas más desenfadados como nuestro ‘Fandango! Sones y danzas de la España antigua’ donde mezclamos elementos barrocos con otros más actuales y cercanos a corrientes como el jazz. Es un programa que enamora al público desde el primer momento ya que permite mediante un lenguaje más actual acercar las danzas de los siglos XVII y XVIII.
¿Cuáles son sus compromisos más inmediatos?
Ante la situación sanitaria mundial que hemos padecido muchas de nuestras fechas del trimestre se han visto afectadas, así que estamos trabajando codo con codo con los programadores en la búsqueda de nuevas fechas para el último tercio del año. Es un trabajo bastante complicado porque reina la incertidumbre, aunque esperamos que paulatinamente todo vuelva a la normalidad y todos podamos pronto disfrutar de espectáculos y conciertos en directo.
Por ahora nos vamos a centrar en nuestro próximo proyecto discográfico que contendrá una música exquisita e inédita de Antonio Literes junto a la voz del fantástico contratenor Carlos Mena. Este es un proyecto que esperamos poder materializar a finales de junio gracias al apoyo de una Beca Leonardo de la Fundación BBVA y al trabajo musicológico de Antonio Pons.
¿Qué planes de futuro tiene la formación?
El grupo tiene un claro compromiso con la recuperación y puesta en valor de nuestro patrimonio musical, así que continuaremos trabajando en esa dirección. Esto conlleva no solamente consolidar nuestra propuesta a nivel nacional, donde humildemente creo que nuestro trabajo está teniendo una gratísima acogida, sino también ampliar el rango de acción y mostrar más allá de nuestras fronteras la extraordinaria calidad de nuestra música.
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