Entrevista a su directora: Isabel Vázquez
Por Víctor Fernández
El Auditorio se inauguró el 21 de octubre de 1988, y su creación formó parte del Plan Nacional de Auditorios iniciado en 1983 por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), dependiente del actual Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Su creación obedeció a la necesidad de dotar a Madrid de un gran auditorio de música, al cerrarse el Teatro Real, entonces sala de conciertos, para su rehabilitación como teatro de ópera. Es obra del arquitecto José Mª García de Paredes, al que también se deben los Auditorios de Granada, Valencia, Cuenca y Murcia.
¿Cuáles son las características más destacables del edificio?
El Auditorio Nacional de Música se ubicó paralelo a la calle Príncipe de Vergara de Madrid, en un solar rectangular que ha condicionado la disposición interna del mismo. En sus extremos se sitúan las dos salas, Sinfónica y de Cámara, y en la parte central los servicios generales y las instalaciones, que conectan directamente con los escenarios de ambas salas. El Auditorio dispone también de una sala de actos dotada de un moderno equipo de videoproyección y traducción simultánea, una sala de ensayo para coros, salas de cuerdas para conjuntos vocales, cabinas de preparación individual, sala de prensa, además de camerinos y vestuarios para solistas y conjuntos musicales.
¿Cuál es la capacidad de la Sala Sinfónica? ¿Y la de la Sala de Cámara? ¿Qué otras características merecen destacarse de ambas?
La Sala Sinfónica tiene un aforo de 2.293 localidades, y la de Cámara de 692. Su funcionamiento simultáneo en sesiones de tarde y noche permite la celebración de hasta cuatro conciertos diarios. En cuanto a las características de las salas, el propio arquitecto García de Paredes las describía de la siguiente manera: «La música y las razones geométricas de la acústica son los principios que conforman la gran sala. La mayoría de los espectadores se sitúa frente a la orquesta, y el resto la rodea lateralmente y por detrás en dos pequeñas tribunas a ambos lados del órgano, colocado en el eje de composición de la sala, como ocurría tradicionalmente en las grandes salas de conciertos europeas. El coro sale a escena bajo estas tribunas, que tienen también como misión, en las grandes obras corales, ampliar su capacidad. Los diversos graderíos envuelven el escenario en distintos niveles, acercando el espectador a la orquesta, y reduciendo la escala del amplio espacio musical. La sala de Cámara, con similar geometría y materiales, tiene distintas características acústicas. La acústica es más precisa y sutil en la sala de Cámara y es más reverberante y envolvente en la Sinfónica, adecuada en todo caso para la audición de los diversos tipos de músicas para los que están concebidas.»
¿Qué orquestas tienen su sede en el Auditorio y cómo es su relación con ellas?
La Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE), Unidad de Producción dependiente también del INAEM, tiene su sede en el Auditorio, y en él desarrolla, salvo en los periodos de gira, toda su actividad musical a través de su temporada de conciertos, conciertos extraordinarios, ciclos de Cámara y Polifonía y órgano, ensayos con asistencia de escolares, conciertos didácticos, etc. El Auditorio le proporciona la infraestructura necesaria para el desarrollo de estas actividades, y le dedica una atención preferente, de manera que la utilización de las salas y demás instalaciones del edificio por otros organizadores, no interfiera con los planes de actuaciones de la OCNE.
Ya sabemos que en el Auditorio se celebran numerosos ciclos musicales. ¿Cuántos tiene previsto acoger a lo largo de esta nueva temporada?
Durante estos trece años de funcionamiento, el Auditorio Nacional de Música ha cumplido ampliamente la finalidad que se le asignó, poniendo a disposición de personas y entidades públicas y privadas unas instalaciones dotadas de las mejores condiciones para la celebración de conciertos y el disfrute de la música por parte de los aficionados. En los años transcurridos, el número de conciertos se ha ido incrementando, hasta aproximarse a los 400 conciertos que se espera celebrar esta temporada. Asimismo, esta oferta musical ha permitido que, durante el pasado año, el público asistente a los conciertos haya superado las 600.000 personas, a lo que hay que añadir los más de 28.000 escolares de centros de enseñanza de la Comunidad de Madrid que han asistido a los ensayos generales de la OCNE o a Conciertos Didácticos que se celebran en horario de mañana en la sala de Cámara.
Muchos de los conciertos celebrados forman parte de ciclos cuyo origen es, incluso, anterior a la existencia del Auditorio. Entre ellos, además de los de la OCNE y el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, podemos mencionar los que organiza regularmente la Comunidad Autónoma de Madrid, los de las Universidades Autónoma, Complutense, y Politécnica de Madrid, los dos Ciclos de Ibermúsica, el ciclo de piano de la revista Scherzo, el de Promúsica, el de Juventudes Musicales de Madrid, el Liceo de Cámara de la Fundación Caja Madrid, o el de Promoconcert. A ellos hay que sumar un gran número de conciertos extraordinarios no incluidos en ciclos, pero que en muchos casos se repiten todas las temporadas. Por otra parte, cada vez se advierte un mayor interés por parte de empresas e instituciones, para organizar actos musicales con motivo de alguna celebración.
En su opinión, ¿qué tipo de música prefiere el público madrileño?
Creo que el público madrileño, afortunadamente, está abierto a todas las opciones musicales siempre que la oferta sea de calidad, ya que se trata también de un público conocedor, que tiene la posibilidad de seleccionar entre el amplio número de acontecimientos musicales que tienen lugar hoy en Madrid.
¿Dónde está el límite a la hora de aceptar la presencia de «otras músicas» (jazz, flamenco, etc, en el Auditorio Nacional de Música?
¿Cuál es el funcionamiento, a nivel administrativo, del Auditorio Nacional de Música?
El Auditorio es una Unidad de Producción más, con sus propias peculiaridades, como pueda serlo el Teatro de la Zarzuela, el Teatro María Guerrero, o la OCNE, dependiente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, y tiene, por tanto, una autonomía de funcionamiento dentro de los límites que le señalan la finalidad para la que ha sido creada, y los presupuestos que el INAEM le facilita para el desarrollo de la misma. Las cantidades que recibe por la cesión de sus instalaciones para la celebración de conciertos, ensayos, grabaciones, etc., son ingresadas directamente en el organismo del que depende.
Como primera sala de conciertos de España, ¿dispone el Auditorio de recursos suficientes para la organización y desempeño de sus actividades?
El Auditorio no es una Unidad gravosa para el INAEM, puesto que cuenta con un presupuesto bastante ajustado, y además genera ingresos derivados de su propia actividad. Por ello, aunque desde el punto de vista económico no existen problemas de funcionamiento, nuestra principal dificultad reside en utilizar adecuadamente los recursos humanos de los que podemos disponer, para hacer compatible el tipo de trabajo que se requiere en esta Unidad con las disposiciones generales de carácter laboral que existen en la Administración.
Seguro que en los años de historia del Auditorio han pasado por él formaciones y figuras importantísimas nacionales e internacionales. ¿Podríamos repasar los nombres de algunas de ellas?
Cuando se repasan las memorias de actividades del Auditorio, resulta interminable la lista de figuras y conjuntos musicales, tanto nacionales como internacionales, que desde su inauguración han pasado por sus salas. Entre ellos, muchas personalidades que ya no están entre nosotros, pero cuyo recuerdo permanece vivo entre los aficionados. Por otra parte, muchos artistas han elegido sus escenarios para estrenar obras de importantes autores contemporáneos.