Entrevista a su director general, Ignacio García-Belenguer
Ignacio García-Belenguer es director general del Teatro Real desde abril de 2012. En febrero de 2019 renovó su puesto para un nuevo periodo de cinco años después de presentar el plan estratégico de la institución para 2019-2024. Pertenece también a la junta directiva de Ópera Latinoamericana y es vicepresidente de Ópera XXI.
García-Belenguer es licenciado en derecho y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado desde 1995. Durante su carrera profesional, ha desempeñado puestos de alta responsabilidad en distintos organismos de la Administración General del Estado y ha ejercido la docencia en la Universidad Carlos III, y las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.
¿Cómo se está adaptando el Teatro Real a esta nueva normalidad? ¿Qué medidas extraordinarias entrarán en vigor para el primer semestre de 2021?
Desde el pasado mes de julio se han llevado a cabo numerosas actuaciones en las instalaciones del Teatro, como la sustitución de los filtros de aire acondicionado, el cambio de la grifería por otra sin contacto, instalación de arcos de temperatura, distribución de mascarillas y gel hidroalcohólico, tanto en las zonas públicas como en las internas del Teatro, y la higienización pormenorizada de los espacios. Además, se realizan pruebas serológicas periódicas y de PCR tanto a los artistas como al personal del Teatro.
Está claro que muchas de estas acciones han venido para quedarse y ya forman parte de nuestra rutina pero, a medida que las investigaciones científicas y las actuaciones sanitarias ayuden a mejorar la situación, el Teatro Real mejorará con ellas. Quiero decir que nosotros, la institución, va a seguir adelante adaptándose a las medidas marcadas tanto por el Gobierno de España como por el regional, con prudencia, con rigor y con disciplina, pero también con una voluntad decidida de seguir adelante.
Han formado un comité médico asesor para la toma de decisiones derivadas de la crisis de la COVID-19 ¿cuáles han sido sus principales aportaciones?
El Comité Médico del Teatro Real se configuró durante el confinamiento y está compuesto por seis médicos de reconocido prestigio y distintas especialidades que ha trabajado en estrecha colaboración con nuestros equipos de Prevención e Infraestructuras. Con ellos se han elaborado los protocolos de reinicio de la actividad en el Teatro, se han analizado las medidas adoptadas para mantener la higiene y la seguridad sanitaria, se ha sometido a su criterio el tipo de pruebas y la frecuencia ¡incluso el tipo de aparatos de medición de la temperatura!
Han sido un enorme respaldo para nuestras decisiones y nos han dado la seguridad necesaria para saber que estábamos haciendo en todo momento no solo lo correcto, sino lo mejor para todos.
¿Qué escenarios está barajando el coliseo madrileño para la temporada 2021-2022?
El espíritu que preside nuestro trabajo y nuestro proyecto es el de seguir adelante con la mayor normalidad posible, siempre adaptados a las normas sanitarias que, como sabe, condicionan el aforo, los ensayos y la movilidad dentro del edificio.
Esto supone, por un lado, una enorme inversión económica por los gastos en material sanitario, en la última tecnología de desinfección de espacios, en la realización de pruebas constantes y continuas de la COVID; y, por otro, al tener que reducir el aforo, no poder alquilar los espacios para grandes eventos y renunciar a actuaciones que nos proporcionaban ingresos extraordinarios, estamos sufriendo una considerable pérdida de ingresos.
Para enfrentar esta dura realidad, estamos trabajando muy a conciencia para captar patrocinio, reducir costes y buscar un sistema creativo de financiación, siempre con la confianza de que las instituciones oficiales puedan destinar una parte de sus fondos para ayudar al mundo de la cultura, en especial el de la música y las artes escénicas.
¿Hay novedades en la gestión técnica y de protocolo que han llegado para quedarse?
Como le decía antes, muchas de estas acciones han venido para quedarse y hemos hecho que formen parte de nuestra rutina. Lo que antes nos costaba un enorme esfuerzo de adaptación, ahora se realiza de forma natural.
El Teatro Real siempre ha sido un lugar seguro, con un comité interno de prevención y seguridad atento y riguroso, así que muchas cosas ya funcionaban por sí solas en ese sentido. Hemos mejorado y es bueno adoptar como propias medidas aprendidas, por la seguridad de todos.
Usted está al frente del Teatro real desde abril de 2012 y renovó en febrero de 2019 su mandato hasta 2024. Entendemos que la situación actual habrá modificado el plan estratégico de la institución ¿podría hablarnos sobre cuáles son estos cambios?
El Teatro Real aprobó su plan estratégico hasta 2019 y posteriormente el que irá hasta 2024 y esa es la hoja de ruta que nos debe guiar. Esos son los parámetros, los criterios aprobados del propio patronato que apuntan hacia dónde queremos llevar la institución hasta 2023.
De 2014 a 2019, el plan estratégico se cumplió en un 80-90 % y el nuevo fue acogido con gran satisfacción habida cuenta de esos antecedentes.
Un hecho tan relevante como la pandemia ha cambiado las circunstancias, pero no la esencia del plan estratégico, que está, y así fue aprobado, para ser cumplido. Nos debemos acomodar. Hay planes que se han ralentizado y hay otras prioridades, pero los objetivos deben ser los mismos.
La lección que debemos sacar de todo lo que está ocurriendo es que la pandemia no nos marcará, que superaremos lo sucedido y habremos aprendido mucho de ello.
En cualquier caso, el Teatro Real ha extraído varias lecciones de esto que ha sucedido y con lo que tenemos que convivir al menos hasta que haya una vacuna: mayor cohesión y respaldo de las tres administraciones públicas, que dan un apoyo constante y permanente al teatro; la fidelidad de los abonados y respeto a la programación artística y su continuidad, algo que ya se vio en La traviata; y, por último, lo que también se ha demostrado es que el modelo del Teatro Real es el que funciona.
Hemos defendido una programación equilibrada, en la que hay títulos que son de mayor acogida contrarrestados con obras más contemporáneas, y eso es lo que busca el público.
El Teatro Real tiene su hoja de ruta, su plan estratégico, y es el que debe ser cumplido. La pandemia nos ha obligado a acomodar varias de esas estrategias pero no nos ha cambiado el rumbo. Somos garantía de calidad, de equilibrio y un modelo en esa combinación de lo público con el patrocinio.
En 2018 usted impulsó la organización de la primera reunión de internacional de teatros de óperas del mundo, World Opera Forum ¿cree que se está cumpliendo la estrategia que se marcaron en ese momento, a pesar de la circunstancias?
Las tres jornadas de trabajo y discusión del WOF, organizadas por el Teatro Real y pioneras en su modelo y dimensión, fueron muy interesantes y en ellas se expusieron los problemas y retos a los que se enfrenta el sector. Ese fue el punto de partida para diseñar un nuevo modelo de gestión, creación y divulgación de una actividad que debe preservar sus valores, pero que también necesita revitalizarse y adecuarse a los nuevos tiempos.
Como sabe, la planificación del trabajo en un teatro de ópera se hace con una previsión de tiempo muy destacable; cada país tiene una legislación definida en cuanto a financiación, ayudas y mecenazgo, y la identidad cultural tiene un peso importante en la programación y definición de las temporadas. Le digo todo esto no como una justificación, si no como la identificación de los factores que ralentizan el avance en la toma de decisiones y, por consiguiente, de obtención de resultados.
Hemos seguido trabajando con las organizaciones que aglutinan a los teatros de los cinco continentes, de forma muy especial, por razones obvias, con Opera Europa y OLA (Opera Latinoamérica). No dejamos de intercambiar ideas, colaborar en coproducciones y, por ejemplo, durante el confinamiento se crearon lazos muy estrechos con algunos de los teatros más importantes del mundo gracias a MyOperaPlayer y las retransmisiones online de grandes producciones nacionales e internacionales.
Asimismo, es miembro del consejo de dirección de Ópera Europa ¿qué objetivos persigue esta organización europea?
El Teatro Real es miembro del board de Opera Europa y de Ópera Latinoamérica, es decir, es el primer teatro no latinoamericano que forma parte de él. También forma parte del board del Silk Road International League of Theatres (Liga Internacional de Teatros de la Ruta de la Seda).
En Opera Europa tienen un concepto amplio de Europa y forman parte de la asociación países como Israel. Su prioridad es ser punto conexión y encuentro de todos los países europeos con el ánimo de fidelizar y consolidar la ópera en el contexto europeo. Están la Scala, la Ópera de París, el Covent Garden… Lo que pretende es ser un lobby de debate, de encuentro en defensa y promoción de la ópera como un elemento de expresión cultural.
Otro de los puntos fuertes que se ha desarrollado durante su etapa al frente del Teatro Real es MyOperaPlayer, su plataforma de vídeo, que ha tenido un impulso fortísimo durante este año ¿cómo está funcionando? ¿qué planes de futuro tienen para esta herramienta de difusión?
Durante los meses del confinamiento el Teatro Real dio acceso gratuito en España al catálogo completo de la plataforma sin dejar de ampliar contenidos, con más de 52.000 personas disfrutando de la iniciativa, lo que supuso cerca de 4 millones de visitas.
El proyecto, que comenzó con una videoteca cuyo contenido era la producción propia del Teatro Real, fue creciendo con el tiempo y ampliando su oferta con producciones de otros teatros y asociaciones nacionales, gracias, entre otras cosas a un buen diseño de acuerdos y estrategias que convertían MYOP en lugar seguro y con prestigio. Nuestro buen posicionamiento en el panorama internacional nos ha ayudado a conseguir la participación en nuestra plataforma de grandes teatros nacionales como el Gran Teatre del Liceu, el Maestranza de Sevilla o el Campoamor asturiano junto a la Ópera de París, la Royal Opera House, el Teatro Bolshói, la Staatsoper Berlin, la Ópera de Zúrich o la Ópera de Baviera, por citar solo algunos.
Incluso el Gran Teatro Nacional de China tiene un lugar destacado en MYOP. La colaboración con el país asiático comenzó pronto hará cinco años, con la incorporación del Teatro Real a la Silk Road International League of Theatres (Liga Internacional de Teatros de la Ruta de la Seda), plataforma creada por el gobierno chino para promocionar el intercambio artístico entre los teatros de China y los demás países miembros, un total de 56, entre los que ya se encontraban Estados Unidos, Rusia y Francia. En 2019 pusimos en marcha un convenio con el Ministerio de Cultura de chino que permitió la retransmisión de espectáculos del Teatro Real en diez ciudades chinas, y la proyección en Madrid de títulos de la NCPA, incluyendo óperas occidentales y ópera tradicional china.
MyOperaPlayer forma parte de su estrategia para lograr atraer nuevos públicos al Teatro ¿qué otras actividades están desarrollando en esa línea?
Una de nuestras prioridades en estos momentos son los jóvenes. La afición y la demanda de los jóvenes ha crecido mucho en los últimos años y son, no lo olvidemos, el público del futuro. Por ellos y para ellos hemos creado el Real Joven, un proyecto con el que el Teatro Real quiere facilitar el acceso a sus espectáculos, diversificar las actividades en torno a su programación y crear puntos de encuentro y debate sobre el futuro.
Entre las acciones previstas hay algunas que ya se han puesto en marcha, como la creación de un área propia que hemos denominado Butaca Joven, con asientos situados en los palcos de platea, entresuelo y anfiteatro, con un precio de entre 25 y 35 euros, es decir ¡cuatro veces menos de su precio habitual!. Hemos facilitado el canal de venta digital para las entradas de último minuto y se ha instaurado el Preestreno Joven, para el que se distribuirán 650 entradas, con carácter gratuito. Este número de entradas está determinado ahora por la pandemia, pero nuestra voluntad es llenar la sala al completo cuando regrese la ansiada normalidad.
También está cobrando cada vez más fuerza la Fundación Amigos del teatro Real ¿cuáles son sus actividades y qué nuevos proyectos va a desarrollar para 2021?
La Fundación Amigos del Teatro Real se creó hace tres años para dar respuesta a un colectivo de personas que tienen un especial interés y compromiso con el coliseo. Se construye a través de distintas figuras de fundraising, orientadas a pequeñas donaciones con las que se obtienen altas desgravaciones fiscales, y que quiere contribuir a una gran participación de la sociedad civil. Ese, el de movilización de la sociedad civil en el apoyo a la institución, es su principal objetivo.
En ayuda y servicio al Teatro Real también se organizan conciertos como el que dirigió Gustavo Dudamel en 2018 con la Filarmónica de Viena, el que se hizo con la Filarmónica de Múnich, el del pianista Lang Lang o el recital que ofrecerá el próximo 14 de enero Jonas Kaufmann.
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