
Marcos Morau diseña una coreografía para el Ballet Nacional basándose en los trabajos fotográficos de Ruvén Afanador
Del 9 al 11 de febrero, las tablas del Teatro Real acogerán la puesta en escena del espectáculo ‘Afanador’, representad por el Ballet Nacional, que aúna el trabajo del fotógrafo Ruvén Afanador y el baile flamenco.
Sobre el proyecto
En sus creaciones ‘Mil Besos’ (2009) y ‘Ángel Gitano’ (2014), el fotógrafo colombiano Ruvén Afanador ha incorporado de manera singular la esencia del flamenco al lenguaje visual contemporáneo. Utilizando un blanco y negro de alto contraste, este reconocido autor, cuyas obras han ilustrado portadas de revistas como Vogue, Elle, Vanity Fair y Rolling Stone, desdibuja los convencionalismos de género en una magnífica interplay de luces y sombras en sus series fotográficas, centradas respectivamente en la anatomía femenina y masculina.
Desde la perspectiva de Marcos Morau, coreógrafo formado entre Barcelona y Nueva York, director de la compañía de danza La Veronal y galardonado con el Premio Nacional de Danza en 2013, el objetivo es construir a partir de la visión de Afanador ‘un trabajo de respeto y fascinación’, estableciendo un diálogo que fusiona dos lenguajes, la coreografía y la fotografía, en la búsqueda de un nuevo universo.
Equipo artístico
La obra coreográfica, diseñada mano a mano con el equipo de La Veronal, incluyendo a Lorena Nogal, Shay Partush, Jon López, y Miguel Ángel Corbacho cuenta a su vez con la dramaturgia cuidadosamente elaborada por Roberto Fratini. Asimismo, la escenografía ha sido diseñada por Max Glaenzel, con la realización a cargo de Mambo Decorados y May Servicios para Espectáculos.
La creación visual de esta obra se enriquece aún más con el diseño de vestuario a cargo de Silvia Delagneau, con la realización de Iñaki Cobos. La composición musical, esencial para la atmósfera única de la producción, lleva la firma de Juan Cristóbal Saavedra, con la colaboración especial de Maria Arnal aportando un toque adicional a la experiencia artística.
El diseño de iluminación ha sido concebido por Bernat Jansà, mientras que la dimensión audiovisual de la obra se encomienda a Marc Salicrú. Asimismo, la posticería es responsabilidad de Carmela Cristóbal y los tocados han sido seleccionados por JuanjoDex.
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