
El 27 de abril, el Centro Cultural Miguel Delibes acoge un ambicioso un evento extraordinario con obras inéditas de ambos compositores
Esta temporada 2024-25 se cumple el 25.º aniversario de la muerte de Joaquín Rodrigo y el bicentenario del fallecimiento de Salieri. Para conmemorarlo, el Centro Cultural Miguel Delibes ha programado para el día 27 de abril un concierto en el que podrán escucharse obras inéditas de los dos compositores.
La interpretación estará a cargo de la Joven Orquesta Sinfónica de Valladolid y la suma de varios coros de Madrid y Castilla y León, todos ellos dirigidos por Ernesto Monsalve. Intervendrán como solistas José María Gallardo (guitarra), Aurora Peña (soprano), Beatriz Gimeno (alto), Alain Damas (tenor) y David Gascón (barítono).
La última obra sinfónica de Rodrigo
El programa dará comienzo con el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, su celebérrimo concierto para guitarra y que funcionará como preludio del resto de obras.
A continuación podrán escucharse los veinticinco minutos que se conservan de La Azucena de Quito. Se trata del único oratorio que Rodrigo abordó en su vida, y constituye su última obra sinfónica.
La historia se inspira en Santa Mariana de Jesús, patrona de Quito y a la que se le atribuye ser guitarrista y patrona de la guitarra. La interpretación supondrá el estreno en España de estas páginas finales del compositor.
Dos destacadas páginas de Salieri
En el oratorio Jesús en el Limbo, Antonio Salieri se enfrentó a un extraño tema: la visita de Jesucristo al Limbo y su descenso a los Infiernos. La rica orquestación de la partitura, que incluye arpa y órgano, apunta a un romanticismo incipiente.
La partitura se conserva en la Cappella Musicale della Cattedrale di Verona, donde fue interpretada por última vez a finales de 1990. Los materiales se han cedido de manera extraordinaria para su estreno en España.
Finalmente, este concierto de aniversario contará con Le Jugement Dernier, una cantata francesa dedicada a Luis XVI y Maria Antonieta. La fastuosa orquestación, con efectos de rayos y el empleo de varios coros, es el resultado de las excentricidades que se llevaban a cabo en el Versalles de la época.
Se estrenó en París en 1789, y a consecuencia de la Revolución Francesa, la obra no volvió a ser interpretada. Será también la primera vez que se escuche en nuestro país.
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