La UNIR sigue aumentando la oferta formativa de su Área de Música y apostando por el sector dando enorme importancia a los estudios artísticos. Hablamos con el director del Área, Ernesto Monsalve, con quien descubrimos los nuevos objetivos que se plantea la universidad para este curso, y los sucesivos, y conocemos su diagnóstico sobre la situación actual del alumnado de música.
Por Alicia Población
¿Cuáles son los objetivos a corto plazo del Área de Música de UNIR?
Como en cualquier institución de calidad, nuestro objetivo sigue siendo ofrecer la mejor formación y educación en todas las ramas del saber musical. En este sentido, trabajamos por la incorporación de grandes docentes investigadores y profesionales activos, así como por la expansión de nuestras titulaciones.
Por poner algunos ejemplos, en el último año hemos presentado un nuevo título (Máster en Musicología), implementado dos becas junto a BIME (Máster en Gestión de la Industria Musical), acometido una primera edición de MUT Talks de Musicoterapia, firmado un convenio con la Fundació Pau Casals y lanzado un nuevo proyecto de universidad en Andorra (Humanium) que oferta ya nuevos títulos de música cuya docencia comenzará en marzo. Asimismo, tenemos tres nuevos títulos en preparación.
Todo esto está siendo posible gracias al empuje de un gran equipo, al que se acaba de sumar Beatriz Amorós como la mejor subdirectora de Área. Con el trabajo de todos, estoy convencido de que, a muy corto plazo, podremos comprobar que el Área de Música se habrá duplicado con respecto al momento en que asumí su Dirección (enero de 2022).
¿Qué titulaciones, que no oferte otra entidad, ofrece el Área de Música de UNIR?
Por un lado, merecen cita nuestro Máster en Musicoterapia (coordinado por Dr. David Gamella) que es, actualmente, el único oficial del mercado. También es digno de mención el Máster en Composición con Nuevas Tecnologías (dirigido por la Dra. Zulema de la Cruz), que es el único que ofrece a todo el alumnado la posibilidad de estrenar y grabar, con orquesta sinfónica, su obra de fin de estudios y, además, a los mejores, participar en el ‘Laureados’ con un padrino de excepción que le sirva de ejemplo y guía.
Con la puesta en marcha de nuestra oferta en Andorra (Humanium) empezaremos a avanzar en la inclusión de las distintas carreras de música en la universidad, que es una de las grandes aspiraciones del mercado.
Sin embargo, a veces no se trata de qué títulos se ofrecen en exclusiva, sino cómo se ofrecen. En este sentido, me siento muy orgulloso de títulos como los másteres en Pedagogía Musical (que coordina la Dra. Sara Navarro) y en Investigación Musical (coordinado por el Dr. Manuel Tizón), que han visto incrementado su número de alumnos de forma exponencial. Igualmente, relevante ha sido el crecimiento de nuestro nuevo Máster de Musicología (que coordina la Dra. Eulàlia Febrer): lanzado hace solo un año, ya hemos duplicado el número de alumnos. Cuando las cosas se hacen bien, se nota, y la demanda crece.
Existen vacíos de conocimiento a la hora de diseñar las titulaciones. ¿Qué huecos crees que deberían cubrirse a corto plazo?
Creo que UNIR ofrece másteres oficiales o propios en prácticamente todas las áreas de la música. Estamos en vías de cubrir las pocas excepciones que puedan contarse con nuevos títulos que lanzaremos en breve. Sin embargo, un máster no deja de ser una titulación de posgrado y es en los grados donde nuestra oferta puede crecer más. En este sentido, si bien nuestro Grado de Música (coordinado por el Dr. Emmet Crowley) ha sido punta de lanza desde hace unos cuantos años, hemos visto que era necesario crecer. Así, dos nuevos bachelor, en Musicología y en Composición, asentados en nuestra nueva marca en Andorra (Humanium) y plenamente integrados dentro del Espacio Europeo de Educación y, por tanto, oficiales en España, vienen a cubrir ese espacio. Además, seguiremos creciendo en esta dirección, con otros títulos superiores en interpretación. Todo impartido de forma online y en castellano.
‘Nuestro objetivo sigue siendo ofrecer la mejor formación y educación en todas las ramas del saber musical’
Habitualmente, en nuestro país, se encuentra una formación especializada en musicología, composición, dirección o interpretación. En UNIR estas especialidades se apoyan en otras materias como pedagogía musical, sonología y gestión. ¿De qué manera se plantean los contenidos en las titulaciones para darle al alumnado una formación amplia y profunda?
El éxito de todos nuestros títulos se asienta en dos pilares muy sólidos: un extraordinario profesorado que combina la investigación con la práctica y ejecución de la música; y un temario y unos contenidos complementarios digitales, que el estudiante recibe y conoce de antemano, creados por expertos de cada materia. De esta forma, aseguramos que el ‘libro’ de cada asignatura esté concebido por profesionales que conocen perfectamente aquello de lo que están escribiendo. Cada año, estos contenidos se revisan, actualizan y mejoran más, si cabe, de forma y manera que el estudiante siempre recibe una formación totalmente ‘al día’ en cuestiones que evolucionan tanto como la tecnología, la gestión, etc. Nunca estamos obsoletos y siempre estamos a la vanguardia.
¿Qué ventajas y desventajas hay en la formación especializada en comparación con la instrucción global?
Todo es importante, y no se puede decir que algo sea blanco o negro. Siempre hay grises. Pero, por regla general, las titulaciones de máster aspiran a ser especializaciones en una materia determinada, a las que se accede tras una formación más global que se imparte en los grados. La música es una gran carrera de fondo que se empieza muy joven, con 6 o 7 años, donde, con el transcurrir del tiempo, cada estudiante va eligiendo y se va centrando en cuestiones más concretas. Por supuesto, no se puede ser experto en todo, pero una formación especializada asegura que seas el mejor profesional de una rama específica, sin olvidar tu deber de ser conocedor de todo lo que rodea y conecta con tu campo particular.
¿Cómo enfoca el Área de Música la ayuda a las salidas profesionales de su alumnado?
Nos preocupa mucho ofrecer una formación útil para el mundo real. Es decir, que el estudiante no solo aprenda conocimientos, sino que esos conocimientos sean aplicables al mercado laboral, que, a su vez, pueda ofrecerle salidas a corto plazo.
Siempre estamos tratando de desarrollar actividades, píldoras académicas y openclasses dirigidas a nuestros estudiantes, en donde traemos a profesionales con los que puedan interactuar. Además, buscamos siempre la manera de asegurar que cada estudiante sale de UNIR con un porfolio útil para el mundo real. Un buen ejemplo serían las grabaciones de Composición, de cuyo título es coordinador el Dr. Alberto Rodríguez Molina.
¿Por qué crees que los estudios de máster se están convirtiendo en requisito indispensable para encontrar trabajo?
Afortunadamente, vivimos en una sociedad donde cada vez es más fácil que, quien quiere, pueda estudiar. Esta ventaja conlleva la consecuencia de que la competencia sea cada vez mayor y, por tanto, que sea necesario que los currículums y hojas de vida sean lo más completos posible. El saber no ocupa lugar y siempre será mucho mejor estar más formado que no estarlo. La oferta laboral no podemos controlarla, pero sí podemos asegurar que quien curse un título en UNIR tiene muchas más posibilidades de encontrar un empleo que aquellos que no lo hagan. Sin ir más lejos, nuestra Área de Música contrata cada año a un buen número de profesores, muchas veces entre nuestros egresados, para ir cubriendo la creciente demanda que existe, como consecuencia de la implementación de nuevos títulos y el enorme aumento de alumnado.
Según estadísticas recientes, el Grado en Historia y Ciencias de la Música, que en UNIR se corresponde con el Grado de Música, es el que tiene mayor éxito de inserción laboral. ¿A qué crees que se debe?
Seguramente se deba a muchos factores, pero uno, sin lugar a dudas, sería su versatilidad. Nuestro Grado de Música ofrece una notable formación en prácticamente todos los campos de la materia: historia, notación musical, composición, musicología, pedagogía y psicología de la música, etc. De esta forma, contribuimos a formar egresados versátiles, capaces de poder asumir roles muy distintos del mercado musical o, alternativamente, preparados para poder elegir casi cualquier maestría, para especializarse en aquello que más se adapte a su interés, mérito o capacidad.
¿Cuáles son los perfiles más solicitados en las ofertas de empleo del sector?
Por usar un término musical, creo que el sector que va más in crescendo es el académico: con el incremento del conocimiento y valoración de la sociedad por la música y el interés por los estudios musicales, es inevitable el crecimiento del empleo en el sector de la docencia, pero tampoco es nada desdeñable la creciente demanda de trabajo que existe en fundaciones, teatros y auditorios, espacios culturales, etc., donde se buscan profesionales especializados en gestión y producción musical, como Jon Icazuriaga, nuestro coordinador del Máster de Gestión de la Industria Musical. Y, por supuesto, siempre estará la apasionante carrera del compositor, director musical o intérprete, donde el éxito está reservado siempre para los mejores.
En España, a diferencia de otros países europeos, los conservatorios son instituciones desligadas de las universidades cuyos estudios no son reconocidos como grados universitarios. ¿Qué opinión te merece esta situación?
Como tantas otras cosas, la integración europea ha conllevado para todos los países la necesaria confluencia. Respecto a España, por nuestra historia, es cierto que la música tradicionalmente se ha cursado en los conservatorios, algo que poco a poco tendrá que irse adaptando a los objetivos hacia los que apunta Bolonia y el Espacio Europeo de Educación. En el Área de Música de UNIR, y ahora también en Humanium (Andorra), estamos preparados, y trabajamos cada día por asegurar la impartición de titulaciones superiores que son plenamente grados universitarios, totalmente reconocidos como tal en nuestro país y fuera de él, y con la garantía de tener un profesorado doctor experto investigador.
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