
Maurice Ravel II
OBC Barcelona Symphony Orchestra
Ludovic Morlot, dirección
DLB 1106-2025
★★★★★
Ludovic Morlot y la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) vuelven con una nueva y exitosa entrega de su integral sinfónica de Ravel. La selección de este segundo álbum incluye una contextualización a las creaciones orquestales más célebres del compositor. Es el caso del Menuet antique; aunque se trata de una obra temprana con cierta aura academicista, revela su gusto por las armonías claras y brillantes. También entre dos terrenos se mueven los Valses nobles et sentimentales, que homenajean a Schubert, pero apuntan también a la desfiguración del género y el delirio instrumental que se operaría unos años más tarde con La valse. En cualquier caso, estas piezas renacen bajo la visión de Morlot, gran conocedor de la obra de Ravel y que sabe sacar a relucir cada pequeño detalle de la partitura —sugiero una escucha detenida del tercero y cuarto números de los Valses, un ‘Moderé’ seguido de un ‘Assez animé‘ ejecutados de manera luminosa—.
Los grandes protagonistas del disco son, sin embargo, tres ciclos de canciones orquestales: Shéhérezade, sobre textos de Léon Leclère; Don Quichotte à Dulcinée, con poemas de Paul Morand; y los brillantes Poèmes de Stéphane Mallarmé. Dos invitados de lujo como son la mezzosoprano Fleur Barron y el barítono Alexandre Duhamel ponen voz a estas canciones de caracteres contrastantes. Shéhérezade es una obra exuberante y preciosista en la que no solo la cantante, sino también la OBC, tiene oportunidad de lucirse gracias a los sugerentes laberintos tímbricos que Ravel dibuja. El ciclo de don Quijote es más austero y se construye sobre formas rítmicas definidas —una guajira, un zorzico y una jota— en las que la orquesta se mueve como pez en el agua. Finalmente, los Poèmes de Mallarmé son una de las exploraciones más deliciosas que el compositor llegó a abordar. Contemporánea, como nos recuerda Joan Magrané en las notas, del Pierrot Lunaire de Schoenberg, cuenta con unas atmósferas únicas conseguidas gracias a una instrumentación reducida y a un uso privilegiado de los recursos.
En definitiva, un capítulo más de este gran proyecto, y un nuevo hito de la orquesta y su director.
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