El grupo Opera Omnia se fundó en 2006 por iniciativa de Isaac M. Pulet, su director, y Rodrigo Guerrero.
Centrados en la recuperación del inmenso patrimonio musical español, el grupo tiene como principal objetivo poner en pie música de calidad del Barroco y Clasicismo para que vuelva a brillar de nuevo como lo hizo en su momento.
Por Susana Castro
‘En Opera Omnia queremos poner nuestro granito de arena para desempolvar todas esas partituras que siguen sin ver la luz después de tantos años’. Isaac M. Pulet
¿Cómo surge la idea de fundar Opera Omnia?
Opera Omnia lo fundamos mi gran amigo Rodrigo Guerrero y yo en 2006. Empezamos con varios de nuestros amigos del conservatorio haciendo música italiana y alemana del XVII y poco a poco nos fuimos centrando en la española. Durante años colaboramos con el musicólogo Raúl Angulo en la preparación de diferentes programas de música que transcribía él mismo.
¿Quiénes son los miembros estables de la formación?
Las plantillas varían siempre en función del programa que se aborda, pero podríamos decir que el pilar del continuo son Guillermo Martínez al violonchelo y Jorge López-Escribano al órgano o al clave. Los dos llevan tantos años tocando juntos que se conocen a la perfección. Los violines somos Beatriz Amezúa y yo, pareja musical también desde los 19 años en orquesta y en cuarteto. Los cuatro somos como una pequeñita familia que disfruta reuniéndose para tocar.
Aparte de este núcleo, siempre que lo permite el programa, se unen Calia Álvarez a la vihuela de arco, Sara Águeda al arpa y Josías Rodríguez con guitarra y archilaúd, que juntos y por separado aportan una enorme riqueza al sonido del grupo.
‘Nosotros nos hemos centrado en el repertorio español, al que creemos que hay que dar más visibilidad’. Isaac M. Pulet
¿Cuál es el repertorio que interpretáis en vuestros conciertos?
Nosotros nos hemos centrado en el repertorio español, al que creemos que hay que dar más visibilidad, como dije antes, e ir limpiando su mala fama. Un problema grande con el que nos encontramos viene de los propios músicos que suelen decir que la música española es aburrida o no tiene ‘forma’. Esa ‘forma que tiene la buena música’ de la que hablan es la que se estudia en los conservatorios, es decir, la de la música alemana. Es en el momento en el que intentas hacer encajar la música española con la estética alemana cuando se convierte en aburrida porque pierde su esencia.
Hace poco leí una frase en un libro de mi amigo David Testal que decía: ‘quien busca encajar pierde su forma’. Y eso es exactamente lo que creo que ocurre con nuestra música. Esa fama de aburrida no es por la música en sí sino, más bien, porque los intérpretes no la hemos sabido hacer. En Opera Omnia queremos ir limpiando esa inmerecida fama y poner nuestro granito de arena para desempolvar todas esas partituras que siguen sin ver la luz después de tantos años.
‘En el último año nos hemos centrado en Sebastián Durón y hemos descubierto en él a un autor absolutamente genial’. Isaac M. Pulet
¿De qué forma realizáis los trabajos de recuperación necesarios para poner en pie vuestros programas?
Primeramente elegimos una obra que nos apetezca trabajar, vemos qué más obras están editadas de ese compositor y en función de ello vamos confeccionando un programa. A veces se hace complicada esa búsqueda por varias razones pero, cuando ocurre esto, solemos hablar con Raúl Angulo y Toni Pons de Ars Hispana para que nos aconsejen y propongan obras que encajen en nuestro programa.
En el último año, por ejemplo, nos hemos centrado en Sebastián Durón y hemos descubierto en él a un autor absolutamente genial, lleno de contrastes y, sobre todo, muy imaginativo.
¿Qué programas estáis llevando a concierto actualmente?
Podemos decir que estamos teniendo bastante suerte con la que está cayendo. El año pasado presentamos en el Festival Internacional de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid un programa basado en la música sacra del maestro de la Real Capilla Sebastián Durón. Hicimos su Misa de difuntos junto con una deliciosa Lamentación a solo y tres violines y un descomunal Miserere a 12. También presentamos ‘Amor, no te llame amor’, un programa de tonos humanos y divinos de Juan Hidalgo, uno de los más célebres compositores de este género.
Este mes de septiembre hemos tenido el honor de participar en las Semanas de Música Antigua de Estella, Logroño y Álava con el programa ‘SARAO’, que reúne una serie de villancicos de Juan Francés de Iribarren y de Diego Pérez de Camino. Los villancicos de este último compositor ya fueron estrenados en tiempos modernos por nosotros en nuestra primera época de 2006 y todas las partituras fueron cedidas por Raúl Angulo y Ars Hispana a los que le estamos muy agradecidos.
Por último, acabamos de presentar en el Festival de las Tres Culturas de Zaragoza un programa para tiple y continuo de música sacra en romance de Sebastián Durón que es una absoluta delicia.
¿Cuál dirías que es el elemento diferenciador de Opera Omnia con respecto a otras agrupaciones que también trabajan su mismo marco temporal?
Es una pregunta algo difícil de responder. La mayoría de mis amigos son músicos y muchos de ellos tienen sus propios grupos. Me resulta difícil ver qué tengo yo que ellos no tengan. Cuando diriges un grupo así no piensas en hacer algo diferente al resto sino simplemente quieres hacerlo a tu manera y gusto. El público y el tiempo dirán si lo que hacemos es de calidad o no. Hasta entonces seguiremos trabajando con la misma ilusión y las mismas ganas.
‘La música es un arte que todo el mundo disfruta y necesita, sea del tipo y de la época que sea’. Isaac M. Pulet
¿Cómo definirías la experiencia de escuchar música tan alejada de nosotros en el momento actual?
La música es un arte que todo el mundo disfruta y necesita, sea del tipo y de la época que sea. En mi caso, escuchar la música que oían los reyes católicos en Granada o la emperatriz María en las Descalzas Reales de Madrid o la que hacía el órgano de la Catedral de Sevilla me parece de lo más estimulante.
¿Qué le dirías a los melómanos que se acerquen por primera vez a este repertorio?
A quien se acerque a este repertorio por primera vez le diría que se relaje, disfrute del viaje y se deje conmover que esta música tiene todo lo necesario para conseguirlo. Seguro que lo disfruta.
¿Cuáles son vuestras próximas citas?
No podemos decirlo aún, pero podemos adelantar que será un programa confeccionado por Ars Hispana con textos de zarzuela que haremos junto a la maravillosa Luciana Mancini. Además seguimos girando con varios de nuestros programas.
¿Qué retos os planteáis para los próximos años?
El principal reto para estos tiempos es, al menos, mantenernos a flote. Tenemos en mente la grabación de un programa de música sacra de Sebastián Durón para una plantilla grande, además de poder hacer un programa de Francisco Valls, otro autor maravilloso al que estamos deseando hincarle el diente.
También diriges la Escuela de Polifonía Opera Omnia, ¿qué estudios pueden cursarse en este centro?
Los talleres que ofrecemos abordan la práctica musical que debía dominar cualquiera que quisiera acceder a un puesto como cantor o maestro de Capilla en una catedral, ya fuera en la Edad Media o en el Clasicismo. Por ejemplo, enseñamos solmisación o solfeo histórico, que difiere sustancialmente del actual. Enseñamos a utilizar la mano guidoniana y el sistema de hexacordos solmisando partituras de la época; enseñamos también notación mensural, temperamentos históricos, reglas de contrapunto renacentista, liturgia y salmodia. Son materias que no son conocidas, generalmente, por los músicos profesionales.
Los docentes que colaboran con la escuela son Isaac Alonso, que es profesor en el Real Conservatorio de La Haya (Holanda), y el reputado Juan Carlos Asensio, director de Schola Antigua y uno de los mayores investigadores del canto gregoriano. Dos eminencias con un saber enciclopédico y un dominio tan grande de las materias que imparten que son capaces, no solo de enseñar de forma que todo el mundo comprenda, sino que además crean la necesidad en los alumnos de seguir ahondando en esos temas.
¿A quiénes van dirigidas estas formaciones?
En principio estaban pensados para cualquier profesional que quisiera profundizar en esta música, pero, sin embargo, la mayoría de los alumnos que se inscribían provenían del mundo amateur. Creamos la escuela a principios de 2020. Teníamos previstos varios talleres presenciales, pero, de repente, llegó el confinamiento. Al principio pensé cancelarlo todo, aunque había muchos alumnos inscritos, pero decidí arriesgarme con el nuevo mundo online, y he de decir que nos ha traído muchas cosas buenas.
Hemos conseguido tener muchos alumnos de toda la península, pero también de Alemania, Francia, Suiza y, sobre todo, de Sudamérica, que de otra forma no habrían podido acceder a este tipo de enseñanza, según nos decían ellos.
Ya tenemos organizados todos los talleres desde septiembre hasta junio y vamos teniendo más inscritos de los previstos. Podemos decir que la escuela de polifonía está siendo todo un éxito.
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