Fruto de la más completa investigación, dedicación y entrega, el pianista y musicólogo Ignacio Clemente Estupiñán nos trae un disco monográfico en forma de homenaje a la compositora Rosa García Ascot. Y es que el músico canario no solo ha dedicado prácticamente toda su vida al estudio de este personaje, sino que además centró en esta figura su tesis doctoral, donde ofrece no solo una reconstrucción exhaustiva de la biografía de la autora, sino también de su música. Como suele ocurrir en estos casos, la figura de Rosa García Ascot ha sido menos reconocida por la historia de la música de lo que se merece: se trata de la única mujer que entró a formar parte del Grupo de los Ocho, análogo a la literaria Generación del 27, estandarte de la renovación artística del país. Fue discípula directa de Manuel de Falla, aunque también se formó con Enrique Granados, Felipe Pedrell y Nadia Boulanger, además de, por supuesto, ser una prolífica compositora. No obstante, el trabajo discográfico que aquí nos ocupa contiene un total de veintitrés piezas de la autora, diez de las cuales han sido reconstruidas por Estupiñán y grabadas en primicia en esta ocasión, así como dos piezas de Falla, su principal maestro, y una sonata de Domenico Scarlatti, fuente de inspiración de la misma.
La primera sección del disco maneja un lenguaje más sencillo y tal vez menos arriesgado en cuanto a su modernidad. La pieza encargada de inaugurar el homenaje es La de guitarra, con una textura evocadora del instrumento más nacional por antonomasia, donde emergen sonoridades de inspiración andaluza. Continuaremos por Alemana, de aires barrocos, que amalgama el más puro estilo scarlattiano con un lenguaje vanguardista. Sucederá una sección en la que nos retrotraeremos a la niñez, comenzando con una íntima, recogida y brevísima Canción de Cuna, que dará paso a Piezas de Infancia I y II, sencillas, pero no por ello menos interesantes. Escucharemos asimismo Preludio «El de los Muñecos», cantábile, al más puro estilo de una romanza sin palabras, y Allegretto de una Sonatina, con un lenguaje que nos hace rememorar aquellas sonatinas que todo estudiante de piano afronta en sus primeros años de formación. Por último, descubriremos Escena «La Novia y la Mendiga», miniatura programática que recuerda de alguna manera a aquellos números del Carnaval de Schumann. Esta primera sección del disco culmina con una pequeña suite articulada en cuatro movimientos: Allegro, Poco Adagio, Allegretto y Allegro.
Como si de un puente se tratara, saldremos momentáneamente de la obra de Ascot para escuchar el Homenaje a Debussy, de Falla, así como la Sonata K. 213 de Domenico Scarlatti, autor que sin lugar a dudas influyó en la escritura de la compositora.
Retomaremos la figura de Ascot con una sección compuesta en su mayoría por obras inéditas hasta el momento, con un lenguaje es más complejo que el manejado en la primera parte. Comenzará por una poderosa Marcha, cuyo textura y sonoridad recuerda a Prokófiev, y que será continuada por los Allegrettos I y III, muy contrastantes entre sí en cuestiones rítmicas y tímbricas. Un animado Tempo di Marcia dará paso a Cancioncilla, una piecita de aires populares, sin grandes pretensiones. Probablemente uno de los mejores momentos del disco lo encontraremos en Tempo di Mazurca, una interesantísima obra caleidoscópica que va mutando su sonoridad casi de compás en compás, y que dará paso a la no menos interesante Pieza para Piano II, que más bien parece una compleja improvisación. Cierra el ciclo de Ascot una grabación también en primicia del ciclo de piezas Cositas, una de las cuales está dedicada a su compañero de vida, Jesús Bal y Gay.
El disco culmina con una de las obras más representativas de Manuel de Falla, Danza Ritual del Fuego que, curiosamente, encuentra su nexo estilístico ni tímbrico con el resto del programa, demostrando así el fuerte vínculo de inspiración entre maestro y discípula.
En definitiva, Ignacio Clemente nos ofrece un interesantísimo trabajo, en el que aúna la investigación con la interpretación, y cuyas pulcras y exquisitas interpretaciones nos acercan de forma inestimable a esta autora.
Por: Lucía Martín-Maestro Verbo
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