El 18 de noviembre, la zarzuela ‘Policías y ladrones’ verá su estreno absoluto en el Teatro de la Zarzuela, constituyendo el primer estreno de zarzuela desde hace más de 40 años
Entre el 18 y el 27 de noviembre, el Teatro de la Zarzuela acogerá las cinco funciones que formarán el estreno absoluto de Policías y ladrones de Tomás Marco. Constituirá un importante acontecimiento, ya que supondrá el primer estreno de una zarzuela desde 1981, hace 41 años, que vio la luz Fuenteovejuna de Moreno Buendía.
Compuesta sobre el libreto de Álvaro del Amo, Policías y ladrones se desarrolla con un tono tragicómico que se escora hacia el sarcástico escepticismo. En el foso, estará José Ramón Encinar, maestro que conoce como muy pocos la música contemporánea de este país. Frente a él, la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM), titular del Teatro, pondrá música a este montaje dirigido por Carme Portaceli.
Policías y ladrones es un título muy exigente, que requiere unas voces especiales y precisas que den todas las garantías que demanda la partitura. El reparto que asumirá este reto estará formado por el barítono César San Martín, el bajo Miguel Ángel Arias, la soprano Alba Chantar, el tenor César Arrieta y la mezzosoprano María Hinojosa en los principales roles. Los cantantes estarán acompañados en el escenario por el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela.
Sobre Policías y ladrones
Como los propios autores aseguran, el público disfrutará de una zarzuela contemporánea, escrita para hacer reír, a través de las diferentes situaciones cómicas que se suceden del texto. Además, estará arropado de una música contemporánea de muy altos vuelos deviniendo al final en un sueño teatral, en un espacio mecanizado que pretende reflejar el poder del acontecer de la vida.
El punto de partida y de llegada es la corrupción, lamentablemente tan cotidiana. Sobre su representación, la directora de escena explica que, ‘mediante la ironía, mediante un lenguaje escénico que nos permita representar el horror de esta historia como un fuego en la noche de San Juan, conseguimos crear distancia con eso que nos pesa como una losa y nos avergüenza cada día’.
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