Cavalli: Ombra mai fu
Artaserse
Philippe Jaroussky, contratenor
Warner Classics 0190295518196
Nos encontramos ante el tipo de producciones que generan las mayores expectativas: una estrella de los palacios de ópera internacionales rindiendo homenaje a uno de los principales desarrolladores del género. Ninguno de los dos necesita presentación. Jaroussky es el más célebre falsetista de nuestro tiempo, con una actividad concertística abrumadora, catorce discos propios a sus espaldas (además de innumerables colaboraciones) y varios galardones internacionales que avalan su trabajo. Francesco Cavalli, por su parte, fue maestro de capilla en la Catedral de San Marcos de Venecia, alumno de Monteverdi y compuso treinta y tres óperas, de las cuales nos han llegado veintisiete.
Bien rodeado por el ensemble, su ensemble, Artaserse, Jaroussky nos ofrece una selección de arias de las principales producciones de Cavalli: Xerse, Calisto, Eliogabalo, Gli amore d’Apollo e di Dafne o La virtù de’strali d’Amore, entre otras, intercalando sinfonías extraídas de los mismos títulos. Para tres de las arias Jaroussky ha invitado a la contralto Marie-Nicole Lemieux y a la soprano Emöke Baráth que, junto a los trece instrumentistas de Artaserse, dotan a este disco de todo lo necesario para rendir un exuberante tributo a Cavalli.
En el estilo de Cavalli encontramos muchas de las señas de identidad de Monteverdi y del estilo vocal italiano del siglo XVII, conjugadas con una teatralidad en ocasiones más sencilla y accesible. Jaroussky, con el estilo más que asumido, muta de una a otra pista según su texto y carácter, incorporando todo tipo de ornamentaciones típicas del género. Quizá algunos de los afectos más violentos expresados en la música (como en «All’armi, mio core») se queden tímidos y poco creíbles, mientras que las escenas de mayor dulzura y lirismo (el lamento «Misero Apollo» o «Uscitemi dal cor») parecen escritos para la voz de nuestro respetadísimo contratenor, que de seguro aún tiene unos años más para regalarnos registros de la mayor calidad.
Por: Pablo F. Cantalapiedra
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