Jacquet de La Guerre: Complete Harpsichord Works
Francesca Lanfranco, clave
Brilliant Classics 95555
Cada vez son más los trabajos discográficos dedicados a la obra de mujeres compositoras, pero no deja de ser una rareza encontrar repertorio de mano femenina anterior al Romanticismo. Élisabeth Jacquet —que más tarde, tras su matrimonio con el organista Marin de La Guerre, añadiría este segundo apellido— nació en 1665 en el seno de una familia artistocrática francesa, llegando a ser una de las pocas compositoras barrocas que la criba del tiempo ha permitido llegar hasta nuestra era.
Brilliant Classics nos trae de la mano de la célebre clavecinista italiana Francesca Lanfranco un doble disco que recopila la obra completa para este instrumento de la compositora francesa.Cincuenta piezas divididas en dos colecciones de suites: Piezas de clavecín y Piezas de clavecín que pueden ser tocadas con el violín. La primera fue compuesta en 1687, en plena juventud, y dedicada al rey Luis XIV, de quien sería su protegida. Contiene cuatro suites: en Re menor, en Sol menor, en La menor y en Fa mayor. Las tres primeras van antecedidas de un Preludio, todos de carácter improvisativo y libre, que constituyen algunos de los momentos más inspiradores del disco. La cuarta suite es iniciada por una “Tocade” de estilo marcadamente francés, única pieza que podemos encontrar de este tipo en toda la colección. En general, en estas danzas encontraremos elementos hacen referencia e imitan a otros instrumentos de su época. Contienenuna riquísima y elaborada ornamentación.
Habría que esperar hasta 1707 para que apareciera su segunda colección, quince piezas agrupadas en dos tonalidades: Re menor y Sol mayor. Guarda grandes diferencias estilísticas con la primera, ya no solo por el hecho del paso del tiempo, sino porque Élisabeth había pasado por la pérdida de su único hijo, además de su padre y su marido. La madurez de la autora se hace notar con una música indudablemente más intensa y trascendente. La primera de las suites es la más compleja y extensa, con un total de diez piezas. De nuevo, es destacable el uso de la ornamentación quetiene una especial presencia en el bajo. La última suite es algo más sencilla, con un lenguaje más discreto y homofónico.
En definitiva, nos encontramos ante un trabajo imprescindible para acercarnos a esta autora de la mano de una de las mejores intérpretes de la actualidad.
Por: Lucía Martín-Maestro Verbo
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