De la mano de Mireia Farrés a la trompeta acompañada, sostenida y ensalzada por la soberbia Mercè Hervada al piano podemos disfrutar de un repertorio original para trompeta escrito, casi en su totalidad, en los últimos ochenta años, y siendo la mitad de las obras de autores de la actualidad. Esta característica aporta mucha riqueza armónica y nos regala distintos lenguajes a través de los cuales escuchamos una trompeta potente y, al mismo tiempo, celestial. Porque si algo caracteriza este disco es el cuidadoso trato que se le da a la línea melódica del instrumento principal. Olvidamos durante un rato el sonido, casi estridente, producido en su máxima dinámica, y encontramos el suave timbre que nos ofrece en todo su registro, pero especialmente, en las notas más agudas.
Y junto a la melodía las posibilidades rítmicas, la velocidad y el virtuosismo de un instrumento que nos lo permite, junto a la fuerza y el vigor de un piano que también sufre y experimenta estos cambios ‘de temperamento’. La tierra, el agua, el fuego y el aire son símbolos vivos y reales de las diferentes músicas de este disco, encarnados por una genial selección de autores como Arthur Honegger, Joseph Turrin, Paul Hindemith y Salvador Brotons (quien estrena la grabación de su Impuls vital, una fantástica obra de creación actual que ejemplifica esos diferentes temperamentos en el uso y juego constante de la rítmica, su universo modal y su total control del dúo).
Una grabación completa que destaca por la fluidez de su escucha y por las magníficas interpretaciones de Mireia y Mercè, que han realizado una gran labor de recopilación de obras originales para trompeta y piano que repasa y resume lo que ha sido y es una gran carrera como dúo desde 1999.
Por Pablo de Diego
Deja una respuesta