Todo un sugestivo acercamiento de corte experimental a la música flamenca y andaluza que realizan los tres miembros de uno de los más reputados tríos españoles con el apoyo del cante afilado y penetrante de Rafael de Utrera, cuya carta de presentación la hallamos en el Fandango de Frasquito Yerbabuena que concluye la pieza inicial. La comunión interpretativa entre el cantaor, la percusión de Paquito González y el trío se erige en todo un ejercicio de raza y poderío flamencos a través de unos arreglos en su mayoría debidos al pianista Juan Carlos Garvayo, que acercan estas piezas al estilo académico de la música nacionalista española. Obra de su autoría es Rebalaje, unas alegrías que recuperan el carácter del Tirititrán de Camarón en un claro homenaje a esta leyenda del cante flamenco.
No falta espacio para la expresión contemporánea en la pieza de Jesús Torres Malagueña ausente, en cuyo aristado lenguaje destellan ecos del folclore y donde hallamos el buen hacer en solitario del Trío Arbós, así como en la embriagadora Canción de amor de Paco de Lucía, tan versionada en múltiples combinaciones instrumentales. La poesía de Federico García Lorca sirve para cerrar este recorrido flamenco con la nostálgica Gacela del amor imprevisto y la bambera La leyenda del tiempo.
No estamos ante un disco para los amantes incondicionales del flamenco más puro, quienes sin duda disfrutarán, sino que también lo harán aquellos otros que deseen acercarse sin prejuicios a esta singular amalgama sonora entre toda la emocionante expresión del quejío flamenco junto al tapiz del trío instrumental que recrea con esmero todo el empuje rítmico de esta hermosa música sureña.
Por Germán García Tomás
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