Del 1 al 3 de marzo se estrena en los Teatros del Canal iSlave, un drama musical sobre los dispositivos electrónicos y el trabajo de quienes los producen
El contraste entre la parte lúdica de nuestros dispositivos electrónicos y el trabajo alienante de quienes los producen es el núcleo de iSlave, un drama en el que texto, música y danza se entremezclan para ofrecer una reflexión sobre la condición humana contemporánea.
La obra tendrá su estreno absoluto en los Teatros del Canal del 1 al 3 de marzo, y se representará de nuevo en el Museo Universidad de Navarra de Pamplona el 7 de marzo.
Un planteamiento de contrastes
Este drama enfrenta al público a una escena en la que conviven dos universos. Sobre el escenario, dos bailarines del colectivo Led Silhoutte y cuatro músicos del colectivo E7.2 trasladarán la contraposición entre el ocio y lo lúdico, con su supuesta libertad, y la repetición extenuante del trabajo mecánico. Todos ellos interactuarán con proyecciones de imagen, vídeo y texto que irán apareciendo sobre diferentes superficies.
La dualidad entre el jugador y el trabajador se convierte en el centro de la reflexión, que será reproducida por la música y el movimiento de los bailarines hasta el punto de que cada parte interpelará y pondrá en tela de juicio a la otra.
El equipo
La obra cuenta con la dirección y composición musical de Alberto Bernal, la dramaturgia de Mar Gómez Glez, la dirección de escena de Pablo Ramos y la iluminación y dirección técnica de David Bernués.
Sobre el escenario estarán los bailarines Martxel Rodríguez y Jon López, los oboístas Pilar Fontalba y José Luis Urquieta, y los percusionistas Carlota Cáceres y Salva Tarazona.
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