Por Susana Castro
Próximamente verá la luz vuestro disco conjunto ‘Parfums sonores’, que incluye obras de Stravinski, Fauré y Lili y Nadia Boulanger. ¿De dónde surge la asociación entre estos autores?
Eros: Conocí la música de Lili Boulanger hace ya unos años en un concierto y me quedé fascinado por el tratamiento armónico y la textura de su música. Fue como ver pinceladas de Monet en el aire. Y decidí al año siguiente programar su trío con mi Ensemble Bayona en un concierto titulado ‘Ladies First’ en la Sala Mozart de Zaragoza. Durante su estudio, me di cuenta de la interesante historia de la familia Boulanger y sus hitos. La música de Fauré muestra el origen de las hermanas Boulanger al tratarse de su primer maestro, de lo que escuchaban y estudiaban. Fue una de sus fuentes de inspiración.
Jorge: Descubrí la música de las hermanas Boulanger hace relativamente pocos años y me sorprendió muy gratamente el carácter de su música; considero que es de una profundidad emocional muy grande. Empecé a conocer mejor la historia de Nadia cuando Eros y yo decidimos grabar un disco y, durante el brainstorming sobre cómo afrontar su contenido, vimos claro que Nadia debía ser una figura central, ya que fue una de las más grandes pedagogas del siglo XX y los nexos que tiene con grandes compositores de la época son realmente importantes. En el camino hemos dejado piezas fantásticas de alumnos suyos, primando la coherencia del disco.
Finalmente escogimos obras de Fauré, que fue mentor de ambas hermanas, y de Stravinski, ‘apadrinado’ por Nadia, compositor sin el cual no se puede entender la música en la actualidad.
Eros: Creo que es un disco emocionalmente muy intenso; por ello, la figura de Stravinski, protegido de Nadia, aporta un balance espiritual al disco, con un sarcasmo y ‘gamberrismo clásico’ muy propios en él y compensado con la honestidad musical de las hermanas. De alguna manera, se muestra una rápida evolución musical de una rama de compositores en la época dorada de Paris.
¿El título del disco responde a que todas las obras aquí presentadas son de duración breve?
Jorge: En su gran mayoría sí. Lo podríamos entender también como una recopilación de poemas sonoros, ya que cada pequeña pieza cuenta una historia que enlaza con la siguiente. Un claro ejemplo es la Suite Italiana de Stravinski.
Eros: El disco presenta una muestra de miniaturas con diferentes paisajes y diversas historias, cada uno con un perfume propio y único, que se evapora dando paso al siguiente.
Vivimos por desgracia en una sociedad de alto y rápido consumo. No hay tiempo para observar cómo la oruga se convierte en mariposa, sino para ver directamente el vuelo de la mariposa, parafraseando una de las obras grabadas del maestro Fauré.
Este es vuestro primer disco juntos, pero vuestra historia conjunta viene de largo, ¿cómo empezó vuestra colaboración? ¿Tenéis previsto continuar como tándem en el futuro?
Jorge: Coincidimos hace bastantes años en Barcelona; no tuvimos mucho contacto hasta principios del año pasado que coincidimos en Suiza y fui allí donde se fue fraguando la formación que tenemos hoy en día. El disco fue un primer paso, algo arriesgado, en la creación del dúo, pero creo que inmediatamente nos entendimos muy bien a nivel musical y personal, y el resultado musical de este disco lo avala. Tenemos una gran ilusión en los proyectos que puedan surgir en el futuro para nosotros como dúo.
La realización de este disco ha sido una aventura en la que hemos aprendido mucho uno del otro. Creo que el hecho de pertenecer a una misma generación ha facilitado el entendimiento a todos los niveles entre nosotros, por lo que la cantidad ingente de energía e ilusión dedicadas ha sido una consecuencia natural de esta convivencia musical.
En el caso de Stravinski y Fauré, encontramos en el disco obras conocidas por el público y que ya han sido grabadas anteriormente en distintas ocasiones, ¿qué aportáis de vosotros mismos a estas interpretaciones? ¿Qué hacen diferentes vuestras versiones de otras que se hayan podido escuchar hasta el momento?
Eros: Se ha grabado con la intención de reflejar el personal estado anímico y musical nuestro en el año 2020, y redescubrirnos a nosotros mismos a través de estas obras.
Como bien dices, son obras que se han tocado y grabado cientos de veces y forman parte del repertorio más conocido para chelo y piano. Justo cuando me sumergí en el estudio de las obras de Stravinski dejé de escuchar otras versiones para poder descubrir la mía propia. Debido a la herencia discográfica, todos tenemos en la cabeza míticas versiones de Rostropóvich, Richter y otros intérpretes, provenientes en su mayoría de la escuela rusa, con una forma muy definida para interpretar la música. Y nunca hay que olvidar que algunos de ellos trabajaron personalmente con Stravinski.
Ahora, me gustaría lanzar una pregunta; ¿qué hubiese pasado si Stravinski hubiese conocido en su época las grabaciones con instrumentos históricos de la música de Haydn y Mozart? ¿Hubiese influido en su música? Nosotros venimos de otra generación en la que se trata la música clásica, y por consiguiente la neoclásica, desde otra perspectiva, por lo que seguramente nuestra versión es genuina, al igual que todas las demás.
Por otro lado la música de Fauré, me ha acompañado durante muchos conciertos y momentos de mi vida, por lo que al final acaba tomando un significado más profundo y eso queda reflejado en el sonido. Justo ese sonido, que ha sido creado en conjunto con mi chelo, es el resultado de muchas horas de diálogo con él, pero también de experiencias y etapas personales, por lo que se convierte en una voz única e intransferible.
Sin embargo, el de las hermanas Boulanger es bien distinto, ya que su repertorio está siendo reivindicado con intensidad desde hace relativamente poco tiempo. De Lili podemos escuchar D’un matin de printemps y D’un soir triste. De esta última habéis terminado vosotros la transcripción para violonchelo y piano, ya que originalmente estaba compuesta para violín y piano. ¿Cómo definirías el estilo de esta compositora una vez que habéis trabajado tan en profundidad estas dos obras suyas?
Jorge: El estilo de Lili es fascinante y las dos obras que grabamos están muy relacionadas ya que comparten motivos melódicos. La transcripción de D’un soir triste la finalizamos partiendo de un pequeño boceto que se encuentra en la Biblioteca de París y que desgraciadamente Lili no logró terminar.
Ambas obras poseen una intensidad emocional impresionante y, al mismo tiempo, un lirismo encantador en las melodías que utiliza en las secciones más cantabile.
Por su parte, Nadia está presente en el disco a través de Trois pièces, ¿qué destacaríais de estas composiciones suyas?
Eros: Creo que estas obras son un ejemplo de la libertad con la que ella componía y alentaba a sus propios alumnos a escribir. No tenía un estilo de composición ortodoxo. Cada una de estas miniaturas tiene en sí su propio estilo y carácter. Su obra Modéré me encanta, quizá al ser la más íntima, y me recuerda a una de las esculturas de vidrio del artista Dale Chihuly, por ser tan frágil, dura e intensa al mismo tiempo. Sans vitesse et a l’aise es un breve canon donde mejor se intuye su devoción católica que la acompañó toda la vida. Por último, viene Vite et nerveusement rythmé, un canto a la vida con una zona intermedia donde personalmente siento una pequeña identificación con nuestro folclore, a través de una melodía casi improvisada con claros tintes españoles.
Es una pena que apenas no compusiera después de la muerte de su hermana. Nadia decía de sí misma que no merecía la pena escribir, ya que nunca iba a estar a la altura de Lili.
¿Habrá ocasión de escucharos en concierto próximamente con este repertorio?
Eros: Pues teníamos ya varios conciertos organizados entre España y Suiza para presentar el disco y, por razones obvias, han sido cancelados. Dejemos que el agua nos lleve a los destinos que se le antoje.
Jorge: Tenemos muchas ganas de poder compartir esta música maravillosa con el público en concierto. Lamentablemente, la situación actual nos tiene a todos en vilo; esperemos que, pronto, Eros, yo, y todos los músicos que en la actualidad no podemos disfrutar los escenarios, podamos volver a los ellos y divertirnos haciendo música juntos e intentar que el público vuelva a disfrutar de la música en concierto.
Eros: El momento social que estamos viviendo está teniendo efectos sin paragón en la música y la cultura. Pero la propia naturaleza de la vida me empuja a ser positivo, y quiero pensar que esta situación no trae solo pesimismo, sino un rayo de esperanza. En un futuro, esperemos que próximo, los primeros meses de conciertos estarán cargados de un aura especial, donde el público y los artistas vamos a sentirnos privilegiados de reunirnos de nuevo, de compartir experiencias y reanudar el diálogo invisible entre intérprete y oyente. La música va a ser más música que antes.
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