Accademia del Piacere, bajo la dirección de Fahmi Alqhai, tiene ante sí un 2021 repleto de actuaciones.
Con sus programas ‘Gugurumbé’, ‘Diálogos’ o ‘Muera Cupido’ recorrerán España y otros países como Canadá, Francia o Alemania, haciendo gala de su sello, mestizaje y combinación de disciplinas, ofreciendo siempre al público espectáculos de altísimo nivel con los que descubrir nuevos caminos para la música.
Por Susana Castro
‘Hemos tenido la suerte de unir un verdadero ejército de generales para el proyecto’. Fahmi Alqhai
Su agenda 2021 comenzó ayer, martes 19 de enero, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla y continúa este viernes, 22 de enero, en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián con su programa ‘Gugurumbé’, ¿cómo resumiría las claves de este proyecto?
Se pueden resumir en la palabra cooperación, en todos los sentidos. Es un espectáculo fruto de la interacción, del cruce de tradiciones entre Europa, África y América, del que nacen las músicas que suenan en nuestro espectáculo. Y, también, la cooperación entre los artistas que intervienen, gente de primerísimo nivel, cada uno en lo suyo, porque hemos tenido la suerte de unir un verdadero ejército de generales para el proyecto.
Es un proyecto multidisciplinar, ¿qué artistas forman parte de él?
Como digo, son artistas del máximo nivel: las coreografías son de un reciente Premio Nacional de Danza, el gran Antonio Ruz, con el que ya colaboramos de forma muy fructífera en À l’Espagnole; la soprano es Núria Rial, que es una estrella del canto barroco en Centroeuropa, donde más se sabe de eso; Rocío Márquez no necesita presentación y está ahora en la primera fila de los cantaores flamencos, que es muchísimo decir, igual que Dani de Morón está entre los mejores guitarristas solistas del mundo flamenco actual; la bailaora Mónica Iglesias ganó el concurso de las Minas en 2018… Afortunadamente hemos podido sumar a gente de esta altura, y además con una actitud creativa y abierta a intercambiar experiencias con artistas de otros campos, con los oídos muy abiertos, sin miedo a meterse un poquito en el terreno del otro.
‘Gugurumbé’ forma parte de la Programación Oficial de la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo de Magallanes-Elcano, ¿cómo lograron armar el repertorio? ¿Cómo se desarrolló su trabajo de adaptación musical?
Entró en esa conmemoración porque son justamente los viajes de la época de Colón y Elcano los que dieron como fruto inmediato esa difusión de la música africana y su influjo en América y España. La propia pieza Gugurumbé es de Mateo Flecha, coetáneo estricto de Elcano, y es música que trae ya ese mestizaje, explícito en la letra.
Realmente hay una gran cantidad de música barroca española e hispanoamericana en la que es muy fácil detectar los ritmos africanos, desde los villancicos de negros de las iglesias americanas hasta el repertorio guitarrístico español de los siglos XVII y XVIII, que estaba lleno de rasgueados muy flamencos y de danzas de origen afroamericano. Eran danzas que conocemos perfectamente, primero proscritas por los moralistas por desvergonzadas, pero luego adoptadas por la música culta y la clase alta. El flamenco se estaba gestando entonces y bebió lógicamente de ese mundo de ritmos y armonías que cantaba y bailaba el pueblo andaluz, porque era por los puertos de Sevilla y Cádiz por donde entraban todas estas modas.
A partir de esos repertorios, barrocos y flamencos, hemos trabajado mano a mano durante meses (incluso años) con los solistas que intervienen, como Rocío Márquez, para ir cribando piezas clásicas, históricas y flamencas en esa línea. El material del que partíamos era tan amplio que hemos tenido que ser muy selectivos. Después el trabajo de adaptación y arreglos sale natural; es verdad que hay que dedicarle mucho tiempo a adaptar la música al conjunto instrumental exacto que tendremos en escena, pero es algo que para los flamencos y los músicos del Barroco ha sido siempre un trabajo de diario (lo mismo en el siglo XVIII que ahora), y estamos habituados a ello.
‘El flamenco y la música barroca española nacieron a la vez, y son músicas muchos más cercanas de lo que puede pensarse’. Fahmi Alqhai
Después de estos conciertos, darán comienzo sus compromisos profesionales en el extranjero que le llevarán, entre otros lugares, a Luxemburgo y Tarbes (Francia) con el programa ‘Diálogos’, para el que cuentan con la cantaora Rocío Márquez, ¿de dónde surgió la idea de unir música antigua y flamenco? ¿Cómo está recibiendo el público este mestizaje?
Yo, personalmente, he sido siempre muy aficionado al flamenco, aunque mi formación y profesión fuese por la línea de la música antigua y barroca. Desde muy joven soñaba con meterme en ese jardín. En cuanto se dieron las circunstancias, hace casi diez años, me junté con flamencos y montamos ya entonces Las idas y las vueltas, con Arcángel, que hemos girado por toda Europa y por medio mundo con colaboradores como Miguel Ángel Cortés, la bailaora Patricia Guerrero o Agustín Diassera, el gran percusionista, que sigue trabajando hoy con nosotros en Gugurumbé.
Unos años después surgió la ocasión de trabajar con Rocío Márquez, que era además entonces vecina de nuestro estudio, y ahí creamos Diálogos, un espectáculo que al igual que Las idas y las vueltas ha sido premiado en la Bienal de Sevilla y muy bien acogido por el público. En realidad, es una combinación muy natural porque el flamenco y la música barroca española nacieron a la vez, y son músicas muchos más cercanas de lo que puede pensarse: esos ritmos cruzados de dos y tres, tan españoles, las armonías tonales, instrumentos como la guitarra con sus rasgueos —que vienen ya perfectamente descritos en libros de hace trescientos años—, formas como el fandango… Para nosotros ha sido además un gran enriquecimiento: ya no tocamos la música barroca española como antes, y además estamos convencidos de habernos acercado mucho más a la realidad histórica, a cómo sonaba esa música entonces.
Otro de los proyectos con el que están actualmente en gira es ‘Muera Cupido’, junto a la soprano Núria Rial. Iban a presentarlo en la Filarmónica de Berlín en febrero, pero el concierto se ha visto aplazado, ¿tienen ya nueva fecha para la cita?
Sí, estamos negociando con ellos para recolocarlo próximamente, cuando ya haya pasado definitivamente toda esta movida de la COVID-19. Precisamente en Berlín Núria recibió hace tres meses el premio Opus Klassik al Mejor Recital de Ópera por ese disco con nosotros, Muera Cupido, algo de lo que estamos muy orgullosos porque competía con grabaciones de los más grandes de ese mundo: de la ópera en general, no solo del pequeño mundo de la música barroca. Fue en los premios más prestigiosos de Alemania, entregados en el Konzerthaus de Berlín, y todo ello con música barroca española. En el mundo de la clásica es como jugar la Champions… y ganarla.
Con este programa han ofrecido una enorme cantidad de conciertos, ¿es posible seguir aportando nuevos matices al repertorio en cada interpretación ante el público?
Sí, al menos para nosotros, que tenemos una actitud activa hacia la música. Hay que pensar que en el siglo XVII la música, incluso la culta, no estaba escrita casi al cien por cien, como ahora. El intérprete tenía que poner muchísimo de su creatividad y, si conoces bien el estilo, debes aportar cosas nuevas, incluso en cada concierto.
Uno de los grandes momentos de 2021 será su gira por Canadá, en colaboración con el Ensemble Constantinople, ¿cómo se gestó este proyecto? ¿Qué repertorio incluye?
Constantinople es el grupo de Kiya Tabassian, un magnífico músico de setar, canadiense pero nacido y crecido en Irán. Así que le ocurre como a mi hermano y a mí, que viene de fábrica con la cultura musical de Medio Oriente metida en el cuerpo, y al tiempo tiene formación clásica. Kiya ha colaborado ya con nuestro conjunto, así que era lógico que ahora nosotros fuésemos invitados al suyo: un encuentro entre las tradiciones orientales y occidentales.
‘Esperamos que la normalización llegue en pocos meses’. Fahmi Alqhai
¿Qué otros compromisos tiene Accademia del Piacere para los próximos meses?
Además de lo ya mencionado, tenemos conciertos en Núremberg (con la radio pública alemana), dos giras con ‘Muera Cupido’ por Holanda y España, y otros muchos repartidos por España y Alemania en su mayoría. Incluso hay un par de compromisos más en Sevilla, que ya nos alegra. Esperamos que la normalización llegue en pocos meses y se haga realidad esa agenda que tenemos comprometida.
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