Entrevista a su director, Jorge Losana
El festival ECOS comenzó su andadura en 2017 en el territorio de Sierra Espuña, en la Región de Murcia, ¿cómo surge la iniciativa? ¿Qué les llevó a decidirse por este territorio?
Nuestro festival surgió de una manera muy espontánea, de mano de un grupo de cantantes e instrumentistas de la Orquesta de la Universidad de Murcia con los que llevaba tiempo trabajando y explorando la música antigua. Era el verano de 2016 y teníamos muchas ganas de seguir haciendo música juntos, así que organizamos una ‘experiencia piloto’ del festival en Aledo, uno de los pueblos más pintorescos de la Región de Murcia. Queríamos pasar unos días explorando los madrigales de Monteverdi y aprovechamos para invitar a algunos amigos a tocar conciertos con nosotros… Y así nació el festival.
De esa experiencia cantando juntos surgió nuestro grupo vocal, Cantoría, y gracias al éxito de los conciertos, nació el Festival ECOS al año siguiente y se celebró en los seis municipios de Sierra Espuña: Aledo, Alhama, Librilla, Mula, Pliego y Totana.
¿Cuáles son sus líneas de programación y objetivos más importantes?
Desde el Festival ECOS queremos apoyar el talento joven, ayudar a divulgar y poner en valor el patrimonio y la música antigua como dinamizadores sociales y poner en valor las peculiaridades de la Región de Murcia.
El Festival ECOS nació de nuestra inquietud por disfrutar y compartir la pasión por las músicas históricas, así que cada año trabajamos por mantener ese espíritu. Nos centramos en la promoción del talento joven y la puesta en valor del patrimonio musical, natural y arquitectónico, invitando a grupos emergentes internacionales a tocar y convivir unos días en Sierra Espuña, además de programar a músicos de prestigio internacional, como Raquel Andueza o Manfredo Kraemer, para que sirvan de inspiración a los grupos noveles. Este ambiente de pasión por la música antigua y el patrimonio, junto al deseo de compartir experiencias y, cómo no, disfrutar de las vacaciones, se transmite al público en cada concierto.
El pasado mes de abril REMA (Red Europea de Festivales de Música Antigua) daba la bienvenida entre sus miembros a este festival, ¿qué supondrá para ustedes formar parte de esta organización?
Desde la primera edición en el Festival ECOS se ha respirado un marcado carácter internacional, ya que todos trabajamos mucho en el extranjero y los grupos vienen de procedencias muy diversas.
Aunque intentamos un cuidado equilibrio entre los músicos murcianos, los nacionales y los internacionales, estamos convencidos de que el futuro de la música pasa por mirar a Europa. Nuestro ingreso en REMA nos permitirá aprender de los festivales de música antigua más importantes, posicionar nuestro festival en Europa y desarrollar colaboraciones internacionales.
Una de las iniciativas más importantes del festival es ECOS LAB, un programa de residencias destinado a jóvenes músicos, ¿en qué consiste? ¿Qué artistas residentes han formado parte de él hasta la fecha?
En este afán de compartir e innovar, decidimos invitar cada año a tres grupos jóvenes de distintas nacionalidades a pasar una semana en el corazón de Sierra Espuña. El programa de residencias se organiza en torno a ‘laboratorios’ para experimentar con nuevas ideas, además de ayudarles a encontrar su propia identidad artística, y orientarles en su futura carrera musical. Por Sierra Espuña han desfilado ya grupos como L’Aquilegia, Pretérito Imperfecto, Quartetto Nero, L’Ampastratta, Imaginario Barroco o Serendipia.
El objetivo es encontrar formas de adaptar el formato de concierto a la sociedad del siglo XXI, sin dejar que la música se relegue a un segundo plano: aprovechando, por ejemplo, la interacción con los espacios del concierto, la comunicación con el público, la fusión con otras disciplinas artísticas, las nuevas tecnologías…, pero siempre sin olvidar que la protagonista de un concierto, en nuestra opinión, debe ser la relación entre público y los artistas con la música.
La música es el hilo conductor del festival, pero esta se entremezcla con otros atractivos de la región, como la gastronomía o los atractivos arquitectónicos, ¿qué tipo de actividades se realizan en este sentido?
La oferta de conciertos está fuertemente entrelazada con la historia, la oferta turística y las peculiaridades de cada lugar de concierto: el público se puede emocionar al descubrir las paredes naturales del Estrecho de la Agualeja de Aledo o el entorno del Museo de los Baños de Alhama, admirar la belleza del Santuario de la Santa o la Iglesia de Librilla, o conocer edificios llenos de historia como la Sala de las Tinajas de Pliego o el Convento de San Francisco de Mula. La experiencia de cada concierto incluye visitas guiadas, catas de vinos o paquetes turísticos para disfrutar de la excelente gastronomía y la hospitalidad de hoteles y hospederías muy características del territorio.
Además, hay una parte del festival dedicada a los más pequeños, ECOS Kids, ¿le parecen importantes los programas pedagógicos para formar a los espectadores del mañana?
Estos conciertos didácticos son experiencias ‘de proximidad’ para que el público infantil pueda sentir la energía que transmite la música. ECOS Kids es una de nuestras ‘joyas de la corona’ y pensamos que es importantísimo que los más pequeños no solo aprendan a interpretar música en las escuela, sino que se acostumbren también a escucharla, apreciarla y emocionarse con ella para hacerla formar parte de su día a día.
También organizamos la ECOS NIGHT, una noche destinada al público de entre 18 y 35 años con mini-conciertos hasta altas horas de la noche, exposiciones, barra de bar, etc., e incluso un DJ, fusionando distintos géneros de música como el jazz o la música latina con la música antigua que caracteriza al festival.
¿Qué respuesta han tenido por parte del público a lo largo de sus tres ediciones?
Desde el principio nos hemos sentido calurosamente acogidos (nunca mejor dicho, porque el festival se celebra en julio). Aunque podría suponerse que un festival en una zona como Sierra Espuña atraería en un principio solamente a público local, el auge que disfruta la música antigua en la Región de Murcia hizo que acudiera público de muchos kilómetros a la redonda.
Además, en cada edición del festival realizamos un proyecto de recuperación del patrimonio del sureste español, con conciertos de obras polifónicas de la Catedral de Murcia, la Catedral de Orihuela o, por supuesto, el Manuscrito de Totana. Para el público que acude a nuestro festival es muy especial poder escuchar la música atesorada en los archivos de su ciudad puesta en valor después de tantos siglos, porque así se sienten más conectados a su identidad histórica.
Efectivamente, en la Región de Murcia hay gran cantidad de propuestas en torno a la música antigua, ¿cree que este tipo de música está viviendo un momento dulce en este territorio?
Sin duda, cada vez encontramos más intérpretes murcianos en las programaciones y grupos nacionales e internacionales. En la Región de Murcia conviven varias generaciones de excelentes músicos cuyo trabajo se hace cada vez más visible, ¡por no hablar de las nuevas hornadas, que darán mucho que hablar en el futuro!
Por suerte, vemos cómo crece el interés por los conciertos de músicas históricas en la Región de Murcia tanto por parte del público como de las instituciones. Creo que está calando la idea de que un concierto de música antigua no es únicamente música, sino también implica un amor por el trasfondo histórico, el patrimonio… El público siente que hay una filosofía y unos valores detrás de cada interpretación y esa experiencia engancha a quien la prueba.
¿Cuáles son las propuestas musicales para esta edición 2020? ¿Cree que se podrá llevar a cabo a pesar de las restricciones de aforo consecuencia de la crisis sanitaria?
Como muchos otros festivales, estamos trabajando codo con codo con las instituciones para que nuestro festival pueda llevarse a cabo. Esta edición será un festival de intimidad musical: nos gustaría poder organizar conciertos pequeños, quizá con varios pases, y aprovechar la gran calidad de los artistas que viven en la Región de Murcia, muchos de los cuales ya han pasado por el festival, como Silvia Márquez, Olalla Alemán o Cantoría.
Precisamente, uno de sus apoyos más importantes es la Universidad de Murcia, a través de su Taller de Músicas Históricas, ¿qué otras actividades desarrollan en el marco de esta iniciativa?
El objetivo principal del Taller de Músicas Históricas de la Universidad de Murcia es promover la música antigua en la Región de Murcia, organizando talleres, cursos, conferencias, conciertos temáticos, etc., Además de incentivar iniciativas como la recuperación de las partituras de los Protocolos Notariales de Caravaca de la Cruz o el Manuscrito de Totana.
También colaboramos estrechamente con la ESMUC (Escola Superior de Música de Catalunya), con la que se firmó un convenio recientemente para realizar actividades conjuntas tanto en la Región de Murcia (principalmente cursos de iniciación a instrumentos históricos) como Cataluña.
¿Cuáles son los objetivos que se ha marcado ECOS para el futuro?
Creemos que la cultura es una apuesta segura para dinamizar la sociedad y promover la creatividad y la empatía, así como para potenciar el turismo y la cultura del emprendimiento. También nos gustaría seguir apoyando el talento joven luchando por internacionalizar la actividad de nuestro sector, que tiene tanto que ofrecer a Europa. Finalmente, queremos trabajar por la preservación y la divulgación de nuestro patrimonio y, por supuesto, trabajar para invitar a cualquier amante de la música a visitar y conocer en primera persona la belleza del Territorio de Sierra Espuña.
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