Luis Antonio Muñoz.
La esfera de los libros.
Madrid, 2019.
398 páginas.
Luis Antonio Muñoz, músico práctico, compositor, director, investigador y docente, estudia estos apasionantes aspectos que, en algunos casos, son verdaderos descubrimientos para nosotros. La Introducción aborda el tema del «origen mágico de la música» en las civilizaciones de la antigüedad. A partir de ahí, el autor nos adentra en ambientes musicales desconocidos y secretos, nos informa sobre el interés musical del gran Leonardo da Vinci, de la presencia de la masonería en la música de Mozart, de la afición al espiritismo de Schumann o del extraño caso de la pianista Rosemary Brown, que compuso músicas que le era dictadas, desde el más allá, por grandes autores muertos. No olvida recordar el volumen algunas leyendas y la relación entre el diablo y la música, o estudiar la interacción entre el sonido y las proporciones arquitectónicas. Incluso dedica sendos capítulos a las «interioridades» estructurales de la música de Bach y de Schoenberg.
La enumeración de los capítulos dará una idea más amplia de la temática abordada: 1. Los templarios y la música; 2. La alquimia y la enigmática musical; 3. Leonardo da Vinci. El músico; 4. La masonería. Cantando al arquitecto del universo; 5. Músicos rosacruces. De Robert Fludd a Erik Satie; 6. De la teosofía al Priorato de Sión; 7. Antroposofía, cuarto camino y música; 8. Música y ocultismo en la Alemania nazi; 9. Trance y música. Del chamanismo a los viajes astrales; 10. Espiritismo. Composiciones desde el más allá; 11. Leyendas y fantasmas musicales; 12. La música del diablo; 13. Satán, el rockero; 14. Geometrías musicales; 15. Arquitectura musical. Edificios resonantes; y 16. Contrapuntos secretos. Cábala y azar.
El libro se completa con un anexo sobre los sistemas de afinación y una amplia y bibliografía. Resultan muy importantes las recomendaciones de obras disponibles en YouTube, que ilustran lo expuesto en los distintos capítulos. Escuchar estos ejemplos es toda una aventura y, en muchos casos, un descubrimiento.
Por José Prieto Marugán
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