
En su nuevo álbum, Hymns to the Hope, la pianista Sira Hernández recoge una serie de composiciones propias que cuentan con un carácter íntimo y evocador. Escritas durante el confinamiento y la época inmediatamente posterior, las piezas reflejan diferentes facetas de este agitado periodo. Hablamos con ella sobre el mensaje del disco y el diálogo que propone entre diferentes disciplinas artísticas.
Por Manuel Pacheco
¿Cómo ha sido el proceso de gestación de Hymns to the Hope? ¿A qué temas o principios responden las obras que incluye?
Hymns to the Hope es el fruto de varios años de labor compositiva, desde justo antes de la pandemia hasta 2023, y recopila diferentes escenas de nuestras vidas a lo largo de ese periodo tan agitado. Durante el confinamiento tuvimos que recogernos en nosotros mismos e intentar construir un mundo interior, y en este periodo de silencio lo cotidiano se transformó en extraordinario. De repente, cualquier imagen era fuente de inspiración: observar la luna; el tañido de las campanas de la Catedral de Florencia en el día de Pascua, con la plaza vacía retransmitida por televisión; la quietud de las imágenes de la Catedral de Barcelona, completamente vacía, solamente con algún pájaro que podía oírse a lo lejos; o la llegada del año nuevo, con el deseo de que todo volviera pronto a la normalidad.
Y al salir de todo ello, Europa volvió al horror de la guerra, batallas cruentas con víctimas civiles y sueños rotos. Por eso, cuando desde el Concurso Internacional de Piano Maria Canals de Barcelona me propusieron que compusiera una obra para los jóvenes talentos que se presentaban al certamen, se me ocurrió que la mejor forma de abordarlo era escribir un himno. La pieza Hymn, con la que cierra este disco, es un homenaje al espíritu de superación de esos talentosos jóvenes intérpretes y, a la vez, un canto de esperanza y fe para este periodo tan convulso y para confiar en tiempos mejores.
El disco se inclina hacia la nostalgia y la contemplación en varias pistas, pero comienza evocando la danza con Maha Shivaratri. ¿Hay una declaración de intenciones en la elección de esta pieza inicial?
El inicio del álbum está pensado casi como un acto de invocación. Maha Shivaratri está inspirada en la fiesta hindú del mismo nombre. Es la gran noche de Shiva, el dios hindú de la transformación, y se celebra en febrero durante la noche más oscura del año. En el transcurso se desarrollan actos de purificación y rituales propiciatorios para atraer la bienaventuranza. La pieza tiene elementos que recuerdan las danzas hipnóticas de esa cultura, en contraste con pasajes de carácter más litúrgico. Es un ritual propiciatorio.
Chopin es un referente importante para este álbum. ¿Qué relación te une con este autor, y qué rasgos suyos se evocan en los dos Tribute to Chopin que has incluido?
Mis dos homenajes a Chopin son casi de obligatorio cumplimiento. Como pianista, he desarrollado gran parte de mis estudios y mi carrera profesional alrededor de su figura. Chopin desarrolló con absoluta maestría la técnica y penetró en los mil matices sonoros del instrumento, lo que permitió que todos los pianistas soñáramos a través de él. Las obras evocan este rasgo, así como la capacidad de su música de abrir la armonía musical a nuevos horizontes y modulaciones, con total libertad en la forma y en el contenido. También he tenido en cuenta su capacidad de crear desde la improvisación, una práctica que realizaba habitualmente en su casa o en los salones más exquisitos de la aristocracia francesa e internacional, y con la que deslumbraba a los oyentes que tenían el lujo de escucharle en directo.
Por otro lado, tu trabajo no se encierra exclusivamente en lo musical, sino que busca todo el tiempo la conexión con otras artes. ¿Con quién dialoga, por ejemplo, la pieza Alla Luna?
Para mí, la música está conectada con todas las artes: con la poesía, por supuesto, pero también con la danza, las artes plásticas o el teatro. Es por eso que acostumbro a componer música partiendo de un poema o de un texto literario que me motiva y que me mueve hacia el territorio sonoro. En el caso de Alla Luna, me he inspirado directamente en el poema homónimo de Giacomo Leopardi, el poeta italiano natural de Recanati. La obra toma la luna como elemento de contemplación y como compañera de inquietudes y profundidades ocultas. Los materiales temáticos más apasionados y trepidantes se suceden sobre una base que discurre como un mar calmo en la noche.
El disco también recoge cuatro de los cincos movimientos de tu suite Momentos musicales – Impresiones, estrenadas en 2023, un recital en homenaje a Sorolla. ¿Cuál es el hilo conductor de estas piezas?
Estas breves pero intensas piezas son fruto de ese periodo en el que ya parecía haberse terminado lo más grave de la pandemia, donde pudimos mirar hacia la luz nuevamente. Su composición coincidió con el año dedicado a Sorolla, el gran pintor de la luz. Estas páginas proponen momentos de intimidad inspirados en sus obras. Sorolla también reflejó como nadie la calidez e intimidad de la vida cotidiana: el invierno, la llegada del Año Nuevo, la serenidad después de la tempestad… Tuve el honor de estrenarlas en León, en el museo Casa Botines dedicado a Gaudí, en el contexto de la exposición sobre Joaquín Sorolla organizada por la Fundación Fundos.
Pintura, citas musicales y dedicatorias personales se entrecruzan en Guernica, a Picasso. ¿Cuál es la idea detrás de esta obra, quizá la más cruda del disco?
Cuando empezó la guerra en Ucrania quedé muy impresionada, como todo el mundo, por esas imágenes que volvían a aparecer en los telediarios y que creíamos ya cosa del triste pasado de Europa. También entonces se acercaba el centenario del nacimiento de Picasso, y pensé en crear una obra inspirada en su famoso alegato contra la guerra, el Guernica. Por casualidad, en esa época me ofrecieron dar un concierto en el País Vasco, en un ciclo de música sobre compositoras vascas celebrado en la localidad de Amezketa, y pude estrenar allí la pieza. Fue muy emocionante. La música se inspira en una danza antigua vasca del siglo XVII, y se entrelaza con elementos de carácter modal al más puro flamenco que remiten al origen malagueño de Picasso.
En Ibiza se estrenaron You Are Here y Ancient Dance for Peace, y Sa Terra Santa está inspirada en una canción popular ibicenca. ¿De dónde proviene tu vínculo con esta isla?
Mi relación con Ibiza nació hace más de cuarenta años, cuando llegué en mi adolescencia durante un viaje de fin de curso. La libertad, el paisaje, la cultura tradicional unida a una mentalidad muy cosmopolita, hacían de la Ibiza de entonces un lugar único, mítico. Aunque ahora parece haber cambiado, algo de todo aquello permanece vivo en mí. Siempre he mantenido una relación de amor hacia esa tierra que los antiguos romanos consideraban sagrada porque no tenía serpientes. Aunque, de hecho, hay serpientes, y muchas.
Sa Terra Santa, por ejemplo, es un homenaje a Ibiza. Está inspirada en la canción popular Sa serena cau menuda, que tiene una sonoridad muy propia de la cultura mediterránea y muy reconocible en melodías de otros lugares del Mare Nostrum. Tuve el placer de estrenarla en la última edición del Festival Internacional de Piano que cada dos años se realiza en la parroquia de la pequeña población de San Carlos de Peralta. El festival va unido a un prestigioso concurso internacional de piano en el que he tenido el honor de participar como jurado en diferentes ocasiones, y al que llegan jóvenes pianistas de todo el mundo. Es un verdadero lujo poder escucharlos allí, entre las modestas paredes de esa parroquia, que es blanca como todas las iglesias de Ibiza.
¿Dirías que hay una conexión entre este disco y proyectos anteriores como Initiation to the Shadowo Tre impresioni sulla Divina Commedia?
Creo que este álbum responde a una mirada más íntima que mis anteriores trabajos. Nace de una necesidad de expresar musicalmente esas emociones personales e intransferibles, surgidas a lo largo de estos últimos años en la soledad de mi estudio, frente al piano. Hay una conexión que es mi propio lenguaje pianístico, con el que doy rienda suelta a mis fantasías musicales. Desde las teclas del piano establezco un diálogo conmigo misma en el que la música brota como un río, discurre profundamente como el agua. Con mi instrumento puedo explayarme de esta forma.
¿Ofrecerás algún recital en directo a modo de presentación con las piezas de este álbum?
La presentación del disco se hará primero en Madrid, el 26 de mayo, en la Sala Manuel de Falla de la sede de la SGAE. Estaré acompañada por Susana Castro, María del Ser y Juan Ángel Vela del Campo, e incluirá un breve recital. Después viajaré a la sede de la SGAE de Barcelona, donde contaré con la presencia de Jaume Radigales. Más adelante haré presentaciones con concierto en Bruselas y en Múnich. A esta última ciudad, por cierto, pertenece el prestigioso sello discográfico NEOS, que ha editado Hymns to the Hope.
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