Galardonada recientemente con el Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, Tania León es el símbolo de la multiculturalidad dentro de la música académica.
Por Fabiana Sans Arcílagos & Lucía Martín-Maestro Verbo
A pesar de no ser uno de los nombres que más resuenen, al menos en nuestro país, lo cierto es que Tania León es, sin duda, una de las compositoras más destacadas de estos tiempos. Su talento, tesón y creatividad han sido reconocidos por las más grandes orquestas, intérpretes e instituciones, mientras que su entusiasmo, sensibilidad y amor por su tierra la convierten en una de las mayores representantes de la música contemporánea multicultural del siglo XIX.
Tania León es oriunda de La Habana (Cuba). Ella recuerda con especial cariño dos anécdotas que la condicionaron primero a dedicarse a la música y segundo a construir su carrera. La primera de ellas, según relata para el Diario de Cuba, se la debe a su abuela, quien se dio cuenta de que Tania tenía un don especial para la música y la llevó al conservatorio. La segunda, corresponde a su padre, quien le ‘preguntó que dónde estaba ella en esas obras que había compuesto (…) Eso me impactó y me hizo pensar sobre qué estaba haciendo musicalmente. Así empecé a incluir rasgos cubanos, caribeños y del continente americano en mi música’.
Aunque su idea inicial era estudiar en París, específicamente con Nadia Boulanger, el destino le tenía preparada una enorme carrera en Estados Unidos, país al que llega con 24 años, sin conocimientos de inglés, pero con una gran base musical obtenida en el Conservatorio Nacional de Cuba. Instalada en Nueva York, Tania toma clases de composición con Ursula Mamlok y de dirección con Leonard Bernstein y Laszlo Halasz, entre otros. Además, buscó perfeccionarse como intérprete de piano, pero decidió centrar su carrera en la composición y la dirección.
Como dato curioso, a pesar de todos los frutos de la carrera de Tania, no fue sino cuarenta y tres años después de su salida de Cuba cuando la compositora pudo presentar dos de sus obras en su país natal. Gracias a una invitación del Festival Leo Brouwer de Música y Cámara, León se lució con sus obras Alma (2007) para flauta y piano, y Arenas d’un tiempo.
Más allá de su currículo general, que puede leerse en distintos portales y libros, queremos hacer hincapié en dos cuestiones relevantes. Una de ellas, su compromiso por incluir sonoridades, ritmos e instrumentos vinculada a sus raíces latinas, africanas y europeas. Aunque rechaza las etiquetas, esta es una de las características que más afianza en su música: ‘me enorgullezco de la herencia que cada uno de ellos me transmitió, y los represento a todos dentro de mí. Prefiero ser un ser humano inclusivo’. Con esta idea, León crea un extraordinario melange musical que se puede escuchar en obras como Batéy, para seis voces e instrumentos de percusión, donde se reflejan algunos de los elementos de música popular cubana: ‘las estructuras musicales están inspiradas en los diferentes patrones rítmicos de los instrumentos ceremoniales. Al mismo tiempo, esta obra aborda el lado espiritual de la cultura africana’; se escuchan las claves, el chékere, caxixi, las maracas y el tambor bata. Asimismo, cabe mencionar Del Caribe, Soy!, dedicada a Néstor Torres, donde ‘la sintaxis rítmica, las progresiones armónicas y las melodías fluidas recuerdan a la música caribeña’.
Otra de las particularidades que aborda León en sus composiciones es el componente de la herencia religiosa sincrética que impera en la música latinoamericana, cuestión que se hace presente en obras como De-Orishas,de la que podemos escuchar III. Bambula, en el disco One a Claire Day del conjunto Chanticleer, en la que se emulan, con la voz, instrumentos de percusión. No podemos dejar de lado la música del ballet Inura, con coreografía de Carlos Santos, encargada para Dance Brasil y que contiene ‘textos extraídos de oraciones de la religión yoruba Candomble’. Inura es una composición de ritmos y melodías altamente percusivas, se utilizan instrumentos tradicionales como el agogô y el birimbao, y la voz; dividida en ocho partes, nos inserta en una imponente creación afrobrasileña, de la que no podemos dejar de resaltar The Sharing, The Theaching y Understanding como sus partes más espléndidas.
El segundo punto que queremos destacar es su entrega por hacer ver la música de otros compositores a través de distintas actividades. Una de ellas, que consideramos de suma importancia, fue la creación del Festival Sonido de las Américas, que se centraba en presentar a los artistas de diferentes países, reuniendo la programación en torno a un lugar concreto. Durante seis ediciones se pudo escuchar en el Carnegie Hall a creadores de Cuba, Venezuela, Puerto Rico, México, Argentina y Brasil. Lamentablemente este festival no pudo continuar por falta de recursos.
Con un catálogo de más de cuarenta obras entre óperas, ballet, obras vocales, de cámara, orquestales, para piano, Tania cuenta con cuatro discos publicados: Indígena (1994), Singin Sepia (2008), In Motion (2011) y Teclas de mi piano (2022): ‘el primero se enfoca en la obra orquestal, el segundo en composiciones vocales y de cámara, el tercero en ballet, y el último en su obra pianística’ y otros tantos donde aparecen sus composiciones.
No podemos olvidar que León ha sido ganadora de premios como el Pulitzer de Música del año 2021 por su obra Stride (zancada). Esta pieza, encargo de la Filarmónica de Nueva York, fue descrita como ‘un viaje musical lleno de sorpresas, con poderosos metales y motivos rítmicos que incorporan las tradiciones de la música negra de Estados Unidos y el Caribe, en un tejido orquestal instrumental’. Su compositora la escribió para el Proyecto 19, ciclo que unió a una serie de creadoras musicales, para conmemorar los cien años de la 19.ª enmienda, que le dio derecho al voto a las mujeres en Estados Unidos. León, se inspiró en la sufragista, escritora y pionera del movimiento Susan Brownell Anthony.
Entre sus distinciones, Tania cuenta con el Premio Kennedy Center (2022) y en 2023 obtiene el Premio Michael Ludwig Nemmers de Composición Musical de la Universidad de Northwester, el reconocimiento como compositora residente de la Orquesta Filarmónica de Londres y, finalmente, el último que ha recibido hasta esta entrega, el ya mencionado XIX Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, alzándose como la primea mujer en obtener este galardón.
Tania León es descrita como una de las compositoras latinoamericanas más importantes de todos los tiempos; su pasión y entrega por la música, sus convicciones personales y sus raíces, la han glorificado.
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