En el artículo final de la temporada repasamos la discografía de compositores barrocos y clásicos de la pianista catalana, que culmina con una de sus contribuciones más importantes: los conciertos para piano y orquesta de Ludwig van Beethoven, grabados para Decca a comienzos de los años 80.
Por Alejandro Santini Dupeyrón
‘Mis manos pequeñas me lo ponen más difícil, pero nadie me desanimó. Cuando era niña, no podía llegar a algunas notas para tocar música española. Fue un buen entrenamiento: si no puedes tocar Bach, no puedes tocar música española’. American Way, ‘Key to Success‘, julio de 1983 (Mònica Pàges Santacana, Alicia de Larrocha. Notas para un genio. Alba Editorial, 2016, p. 276).
Discografía barroca y clásica
Centrados en el legado discográfico del repertorio español de Alicia de Larrocha, donde descuella la Suite Iberia de Albéniz, registrada hasta en cuatro ocasiones de manera integral, suele pasarse por alto o, cuando no, restarle importancia, a sus contribuciones en el repertorio romántico, clásico o barroco que, no por reducido, es menos excepcional.
Empezando por el barroco, conviene destacar que a excepción de Larrocha ningún otro pianista español había grabado antes para una discográfica internacional, como fuera London Records Decca, un álbum dedicado a Bach (el zaragozano Eduardo del Pueyo, afincado en Bélgica, registró el Concierto italiano BWV 971 y la Partita núm. 1 en Si bemol mayor BWV 826 para Fontana, pequeño sello vinculado a Philips, reeditado con posterioridad por Decca). Larrocha lo hizo en 1972 al grabar el Concierto italiano, la Suite francesa núm. 6 en Mi mayor BWV 817, la Fantasía en Do menor BWV 906 y la Suite inglesa núm. 2 en La menor BWV 807 (Decca LP Estéreo SXL 6545), interpretaciones, como todas las suyas, pulcras, enérgicas, siempre deslumbrantes. Grabó asimismo el Concierto para piano en Fa mayor BWV 1056 con David Zinman al frente de la Sinfonietta de Londres (London Records LP Estéreo CS 7180, 1981) y la Chacona de la Partita para violín núm. 2 en Re menor BWV 1004 transcrita por Busoni en dos ocasiones: en 1975 (Decca LP Estéreo SXL 6669) y en 1987 (Decca LP Estéreo 6.43638 AZ). Este último álbum recoge también una interpretación de la Suite núm. 5 en Mi mayor HWV 430 de Haendel. Por último, en 1981, grabó trece sonatas de Scarlatti y del Padre Soler (London Records LP Estéreo CS 7177).
Dentro del repertorio clásico grabó de manera apasionada a Mozart, con integrales de las sonatas para piano, fantasías y rondós en los años 70 y 80 para Decca, y en los 90 (solo sonatas) para la discográfica norteamericana RCA Victor Red Seal-BMG, sello en el que grabaría hasta 2001, dos años antes de retirarse. Con la Sinfonietta y Zinman, grabó el Concierto para piano y orquesta núm. 12 (disco arriba indicado y que incluía, además, el Concierto en Re mayor Hob. XVIII: 2 de Haydn). Con la Orquesta Sinfónica de Viena, dirigida por Uri Segal, grabó los conciertos para piano núm. 19 y 22 (Decca CD, SXDL 7566, 1983). Con la Orquesta de Cámara de Europa y Sir Georg Solti como director, los conciertos núm. 24 y 26 (Decca CD, 482420, 1985). Con Solti y la Orquesta Filarmónica de Londres, los conciertos núm. 25 y 27 (London Records LP Estéreo, 417 462-1, 1987).
Para RCA, a las órdenes de Sir Collin Davis y la Orquesta de Cámara Inglesa, Larrocha grabó diez conciertos de Mozart en cinco álbumes: los conciertos núm. 9 y 21 (RCA CD, 60825-2-RC, 1991), núm. 23 y 24 (RCA CD, 09026-60989-2, 1992), núm. 22 y 26 (RCA CD, 09026-61698-2, 1994),núm. 20 y 25 (RCA CD BG2 68399, 1996) y núm. 27 y 29 (RCA CD, 09026-68269-2, 1997). Con la Orquesta San Lucas de Nueva York, con André Previn como director y solista, grabó el Concierto para dos pianos en Re mayor de Mozart (RCA CD, 09026-68044-2, 1995).
De manera análoga, Larrocha grabó para Decca sonatas para piano, bagatelas y conciertos de Beethoven. El Concierto para piano núm. 5 en Mi bemol mayor opus 73, ‘Emperador’, con Zubin Metha al frente de la Filarmónica de Los Ángeles (Decca LP Estéreo, 6.42467 AW, 1979). En marzo del mismo año, la pianista interpretaría el ciclo de conciertos beethoveniano con la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh, dirigida por Previn, en el Heinz Hall. Grabó también el Concierto para piano núm. 1 en Do mayor opus 15 con Michael Tilson Thomas dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Londres (RCA Victor CD, 09026-61676-2, 1993). Pero es sin duda la grabación de una integral de los conciertos de Beethoven, acompañados por la Fantasía para piano, coro y orquesta en Do menor opus 80, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín y el director Riccardo Chailly, el mayor logro discográfico de Alicia de Larrocha del repertorio clásico.
Los conciertos de Beethoven para Decca (1983-1984)
La década de los 80, período de madurez y plenitud para Larrocha, tan intensa o más como las dos décadas precedentes, comenzó marcada por una creciente soledad. En agosto de 1982 la pianista perdía a su marido Juan Torra, y en noviembre del año siguiente a su amiga Rosa Sabater. Con Rosa, conocida durante el período de estudios en la Academia Marshall, Larrocha había debutado en el Palau de la Música barcelonés en 1942, interpretando el Concierto para dos pianos de Mozart. Se hallaba en Estados Unidos cuando recibió la llamada de su hija Alicia informándola de que Rosa había muerto en Madrid al estrellarse el vuelo 011 de Avianca con destino a Bogotá en el que viajaba. Quedó conmocionada.
Chailly y Larrocha coincidieron en Cincinnati, en mayo de 1980. El joven director milanés (acaba justo de cumplir 27 años) dirigió a la ‘Reina de los Pianistas’, como la llamaría el crítico Harold C. Schonberg en el New York Times, en el Concierto núm. 22 en Mi bemol mayor de Mozart. Volverían a coincidir en Berlín, tres años más tarde. Aprovechando la excelente acústica de la Iglesia Evangélica de Jesucristo, estudio de grabación habitual de una dilatada nómina de intérpretes, coros y orquestas desde después de la guerra, entre los días 21 y 24 de junio, grabaron, con la OSR berlinesa, los conciertos para piano núm. 1, 3 y 5 de Beethoven. En septiembre de 1984, entre los días 12 y 14, se completó el ciclo con la grabación de los conciertos núm. 2, 4 y la Fantasía coral. Cantaron como solistas Ingeborg Dobozy (soprano), Marie-Luise Wilke (mezzo), Dorte Kusters (alto), Wilhelm Fuchsl (tenor), Klaus Thiem (baritono) y Rudolf Hillebrand (bajo), acompañados por Coro de Cámara RIAS. Decca publicó la integral en 1986, en un triple álbum: LP, 414-391-1, y CD, 414-391-2.
La recepción de la crítica fue entusiasta. Valgan estas líneas de Allan Kozinn, publicadas el 19 de octubre en el New York Times, referentes a la interpretación de Larrocha: ‘En los movimientos lentos de los primeros cuatro conciertos, toca con una serenidad devocional, y aunque la escritura de Beethoven en el Adagio del “Emperador” impide ese enfoque, logra aportarle una atractiva cualidad reflexiva. En los movimientos rápidos, sus dedos son ligeros pero dignos, y si bien es literal en el fraseo, su ejecución no carece de personalidad’.
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