El próximo 3 de junio la violinista Lavinia Anitescu y el oboísta Carlos Alonso interpretarán, junto a la Orquesta Sinfónica RTVE, el Concierto para violín y oboe en Do menor de Johann Sebastian Bach. Bajo la dirección de Isabel Rubio, esta II Gala de Solistas RTVE también incluirá obras de Mozart, Debussy, Massenet, Soutullo y Sarasate, entre otros
Por Benjamín Núñez
¿Es la primera vez que os enfrentáis a este concierto?
Lavinia: Hemos tocado el primer movimiento de este concierto en el Ciclo de Música de Cámara de la Orquesta Sinfónica y Coro RTVE, el pasado el 19 de marzo, pero, en mi caso, es la primera vez que voy a interpretarlo en formato orquestal.
Carlos: Yo tengo una anécdota curiosa con esta obra: en el año 2015, un martes del mes de mayo, me sonó el teléfono y era el gerente de una orquesta que tocaba en el auditorio ese mismo viernes. La orquesta interpretaba el Concierto para violín y oboe de Bach, pero se habían quedado sin oboe por una inoportuna enfermedad. Por supuesto dije sí a tocar con ellos y la cosa salió muy bien. El 3 de junio será la segunda vez que me enfrente a esta obra.
Este concierto es una conocida pieza de Bach que se interpreta a menudo; recuerdo haberla escuchado en la película Barry Lyndon, por ejemplo. ¿Qué orquestación requiere?
Carlos: Es una música bastante popular que se puede escuchar en cine, televisión, bodas, etc. En la película Barry Lyndon se interpreta el segundo movimiento, Adagio, en la versión para dos claves. La obra se puede tocar en versión camerística con cinco instrumentos (violín I, violín II, viola, clave y violonchelo) más los dos solistas, pero lo mínimo para que suene a pequeña orquesta son nueve músicos (dos violines I, dos violines II, dos violas, clave, violonchelo y contrabajo) más los dos solistas. A partir de este número la orquestación final depende de varios factores: dimensiones del teatro, acústica para los solistas y la orquesta, criterio del director, etc. Es bastante habitual corregir el número de músicos de la cuerda o del bajo continuo durante el primer ensayo, pues a veces la idea que el director trae preconcebida no se corresponde con la realidad, y tiene que corregirla aumentando o disminuyendo la plantilla.
¿Cómo es este concierto? ¿Cuántos movimientos tiene y cómo es cada uno?
Lavinia: Al parecer este concierto fue escrito originalmente para violín y oboe entre 1721 y 1723 y su manuscrito se perdió. En 1736, aproximadamente, Bach hizo una transcripción para dos clavecines y orquesta de cuerda a partir de la cual Max Schneider realizó la reconstrucción para dos violines en Re menor en 1920. En el mismo año se publicó la primera versión para oboe y violín, editada por Max Seiffert, en la tonalidad original de Do menor.
El concierto tiene tres partes, dos rápidas y una lenta en medio, respetando el patrón de un concierto barroco: Allegro–Adagio–Allegro. El primer movimiento es muy enérgico y se desarrolla a partir de un tema tocado junto con la orquesta, un estribillo que reaparece varias veces a lo largo del movimiento en diferentes tonalidades y colores. Los solistas exponen las estrofas en líneas melódicas muy fluidas y dinámicas perfectamente enlazadas y en diálogo permanente con la orquesta. El segundo movimiento es sobre todo melódico, el oboe expone primeramente un tema de carácter cantabile que luego es retomado por el violín mientras que la orquesta acompaña con suaves pizzicati. Los dos instrumentos se completan uno a otro contando la misma historia en uno de los movimientos lentos más bellos de la literatura musical barroca, a mi juicio. El tercer movimiento tiene un ritornello rápido y activo en ritmo de danza, y los solistas cobran mucho protagonismo con las partes concertantes.
¿Esta pieza es complicada de interpretar desde el punto de vista de vuestro instrumento? ¿Requiere virtuosismo o vuestra atención se centra en conseguir expresividad en la ejecución?
Lavinia: Interpretar una obra de Bach siempre es un reto para cualquier intérprete, es una música que requiere mucha transparencia, una técnica impecable y una expresividad lo más natural posible. Por supuesto que hay elementos de virtuosismo típicos de la época, cuando los intérpretes tenían más libertad a la hora de abordar una obra y lucían con sus improvisaciones, pero lo más importante es lo que la ejecución expresa, conseguir transmitir al público la idea sonora del compositor, a través de nuestra propia visión interpretativa.
Carlos: Con Bach, que es mi compositor favorito, me pasa algo curioso: me parece música bastante sencilla de interpretar cuando la escucho, pero luego me doy cuenta de que estaba equivocado, que esa magistral sencillez que caracteriza a Bach es simplemente la meta que hay que conseguir a través del estudio, pero que en absoluto es música fácil de interpretar. Una vez superados los problemas técnicos que plantea cualquier obra, hay que conseguir unificar criterios en cuanto expresividad, articulación, etc.
¿Cómo interactúan los dos instrumentos solistas?
Lavinia: El oboe y el violín interactúan de muchas maneras. Exponen los temas juntos o por separado, se responden uno a otro a través de varias técnicas contrapuntísticas o se acompañan y se complementan. El resultado es una estructura musical muy equilibrada en la que el papel de los dos instrumentos es de igual importancia.
Carlos: Al ser un concierto con solistas, uno de los aspectos más interesantes son los diferentes diálogos que se producen entre los solistas y la orquesta, además de entre los propios solistas, creándose un clima musical en el que la atención se divide a varios niveles: cada uno de los instrumentos solistas puede dialogar con la orquesta, ambos pueden dialogar entre ellos, o finalmente ambos pueden crear un único discurso para dialogar de forma conjunta con la orquesta. Las posibilidades son muy variadas y la riqueza musical se amplifica con este formato de concierto para varios solistas y orquesta.
¿Cómo preparáis este concierto con la orquesta? ¿Cada uno estudia su parte, os reunís para ensayar juntos o directamente vais al ensayo con la orquesta?
Lavinia: La preparación individual la realizamos fuera del horario de la orquesta y es fundamental, por supuesto. Pero ensayar juntos no tiene menos importancia, puesto que el resultado musical de este concierto es un trabajo en equipo. Primero tenemos que unificar nuestra visión interpretativa y luego también con la orquesta.
Carlos: Como dice Lavinia, hay tres fases: la preparación individual, nuestros ensayos como dúo y los ensayos con la orquesta que normalmente empiezan dos días antes del concierto.
¿Pensáis que, al ser en este caso los solistas, la orquesta está al servicio de vosotros, de vuestro lucimiento o el concierto es un conjunto en el que todos los instrumentos se ensamblan como en una sola pieza y cada uno es imprescindible?
Lavinia: Este concierto es sin duda una obra maestra donde todas las voces participantes son muy importantes, de hecho tanto en el primer movimiento como en el tercero los temas principales están expuestos junto con la orquesta. Bach componía la mayoría de sus obras en el órgano y la perfección del conjunto armónico es evidente. El oboe y el violín concertantes destacan con el desarrollo de los temas y sus variaciones, que a su vez crean nuevas melodías.
Carlos: El tema principal lo propone la orquesta en el primer movimiento, el oboe en el segundo, y la orquesta en el tercero; a partir de ahí se suceden los diálogos entre un instrumento y la orquesta, entre los dos solistas, o entre los dos solistas y la orquesta, aumentando las posibilidades de la composición.
¿Este concierto requiere más ensayos al ser de estilo barroco o estáis familiarizados con este tipo de repertorio a pesar de no ser una formación especializada en música antigua?
Lavinia: Creo que estamos familiarizados con este tipo de música, nuestra experiencia lo abarca, pero no formamos parte de una auténtica orquesta barroca, ni vamos a ofrecer una interpretación historicista, sino más bien una recreativa. Somos intérpretes de este siglo e intentamos respetar las intenciones del compositor a través de nuestros propios pensamientos, ideas y personalidades interpretativas.
Carlos: Lavinia lo ha explicado muy bien. Es posible tocar música antigua con instrumentos modernos; de hecho, creo que a los compositores antiguos les hubiera encantado escuchar su música con instrumentos modernos.
Carlos, este concierto, una pieza magistral, sin duda, me recuerda un poco a los de Brandemburgo, que Bach compuso ‘al estilo italiano’. ¿Crees que este también tiene influencia de los compositores italianos o mantiene la seriedad característica del estilo de Bach?
En mi opinión se parece más al Concierto para dos violines en Re menor. Bach tiene influencias de los compositores italianos, pero les supera en variedad y dinamismo. Al tener dos solistas, Bach juega al diálogo concertante de distintas formas: imitación, pregunta-respuesta, y cuando un instrumento le ‘roba’ la melodía al otro.
¿Creéis que debería tocarse a menudo música barroca en los conciertos de la Orquesta Sinfónica RTVE?
Lavinia: Por supuesto que sí. La música barroca es un pilar en la tradición musical, un referente cultural con mucha popularidad. Pienso que incluso para fomentar el acercamiento a la música clásica por parte del gran público la música barroca es una excelente opción, dada su frescura, carácter melódico y energía.
Carlos: Totalmente de acuerdo con Lavinia. Me gustaría que la RTVE programara más música barroca. Podemos lanzar la idea de programar cantatas de Bach en alguna iglesia o catedral, nosotros ahí lo dejamos…
¿Quién de vosotros dos ha elegido este concierto para la Gala de Solistas? ¿Qué es lo que más os gusta de este concierto?
Lavinia: Este concierto parte de una propuesta de Carlos y la verdad que le estoy muy agradecida por tener esta magnífica idea y encantada de compartir el escenario con él. Este concierto es una obra muy inspirada que merece ser interpretada más a menudo. Aparte de eso, para mí es un sueño cumplido tocar como solista con la Orquesta ORTVE, mi querida orquesta. ¡Muchas gracias y os esperamos en el Teatro Monumental!
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