Se interpretarán los días 26 y 27 de noviembre en el Teatro Monumental de Madrid, a cargo de la Orquesta Sinfónica RTVE y con su titular, Pablo González, a la batuta. Para hablarnos del trabajo de preparación de las violas, entrevistamos a dos solistas de viola de la ORTVE: María Teresa Gómez y Sergio Sola.
Por Benjamín Núñez
Al margen de los escasos conciertos para este instrumento, como el de Walton, hay obras en los conciertos sinfónicos en las que trabajan más o tienen más protagonismo las violas. ¿A qué es debido, María Teresa?
En Harold en Italia, Berlioz hace solista y protagonista a la viola y, aunque está muy presente, dialogando y destacando, se halla inmersa dentro de la sonoridad orquestal. Por ejemplo, Bruckner destaca su belleza tímbrica con largas e íntimas melodías, y otras veces como un gran soporte armónico sonoro. Sin duda, depende de la maestría y orquestación del compositor.
Las violas forman la sección más numerosa de la orquesta después de los violines, ¿cómo afecta esto a la preparación de los conciertos?
María Teresa: Siempre depende de la dificultad de la obra y de la relevancia musical o técnica que tenga para nuestra cuerda. Tenemos una preparación previa de estudio individual antes del primer encuentro con toda la orquesta y el director, y luego, todos juntos ensayamos según sus parámetros y requerimientos y, si la dificultad de algún pasaje para las violas requiere de una especial atención, lo ensayamos solos con él para buscar la conjunción y sonoridad adecuadas a su visión y concepción de la obra. No afecta más que como sería con cualquier otro grupo orquestal.
¿Por qué es importante que haya un número determinado de violas, por ejemplo, en una sinfonía?
María Teresa: Depende del momento estético e histórico de su composición. No será necesario el mismo número de intérpretes para una sinfonía clásica, muy clara y básica en orquestación, que para una obra romántica o del siglo XX, más densa técnica y musicalmente. Un mayor número de violas en una gran sinfonía de Mahler, por ejemplo, es primordial y básico por su intensa labor armónica, sus frases de sonoridad redonda, a veces a dos voces, en diálogo con violines y chelos, o interrelacionándose con otros instrumentos.
Sergio, ¿crees que las violas son capitales para dar presencia y carácter a la sonoridad del conjunto de cuerdas de una orquesta?
Por supuesto, la tesitura y la tímbrica de la viola son muy cercanas a la propia voz humana, por tanto, además de aportar armonía, contrapunto y melodía dentro del conjunto, da un sentido más humano a la sonoridad del discurso musical. Esto acerca al oyente a tener una inmersión más cercana y natural hacia las emociones que se reciben al escuchar a una gran orquesta sinfónica.
Tú preparas como viola solista la sección de violas para estas obras, ¿cuáles son los pasos que das y cómo son cada uno?
Sergio Sola: Nos preparamos individualmente las particellas, en ocasiones nos ayuda escuchar grabaciones como referencia, pero el verdadero trabajo de ajuste se da en los ensayos con todas las voces sonando en una acústica favorable. Es entonces donde podemos calibrar aquello que determine nuestra sincronización y el plano sonoro en cada momento, o perfilar la graduación de las dinámicas y el carácter indicado en las partituras. En el ensayo sinfónico es donde podemos tener una conciencia precisa de nuestro lugar como sección dentro del conjunto, a tiempo real.
¿Cómo sabes que está preparada la sección para esta pieza?
Sergio Sola: Dentro de la sección, nuestra relación se basa en la confianza. Estamos habituados a disponer de un lenguaje no verbal al uso, gracias al contacto visual. Esto nos permite estar atentos a una conciencia de sección que nos une. Siempre puede haber percances puntuales, equivocaciones, pero forman parte del camino y trabajamos para reducir las posibilidades. Pienso que, además, mantener una actitud positiva y optimista favorece la unidad, la confianza, la concentración y, por tanto, la calidad del resultado final.
Durante los ensayos, ¿sueles hacer correcciones al margen de las del director?
Sergio Sola: Como principales de la sección, según vamos localizando ajustes o mejoras obvias para optimizar y naturalizar nuestra interpretación, las vamos indicando en los ensayos con sutilidad para no interferir en el trabajo del maestro con la orquesta. Las decisiones que conlleven cambios que alteren lo impreso en las partituras, o cuestiones de carácter subjetivo, siempre se toman en colaboración con el maestro, pues es el encargado de encontrar el equilibrio del conjunto artístico.
María Teresa, volvemos contigo. Como compositor romántico, ¿Schumann cumple las características generales de otros compositores del Romanticismo?
Schumann se escapa de los cánones clásicos de la época y emplea una melodía tras otra como medio innovador y personal, con temas plenamente románticos y muy ricos polifónicamente. Es un gran compositor melódico. Su forma de tratar a las violas es rica y variada, de forma rítmica y armónica a veces, otras melódicamente, de escritura cómoda y sin grandes problemas técnicos, siempre dentro del canon y tesitura del instrumento.
¿Cuál es tu fragmento o movimiento preferido de estas sinfonías?
María Teresa: De la Tercera, el primer movimiento, Lebhaft (vivo), con su gran frase inicial muy lírica y enérgica que las violas apoyamos de forma rítmica. De la Cuarta, el segundo movimiento, Romanze, con su bello, expresivo y melancólico comienzo a dúo del oboe y el chelo, y su cambio tonal alegre y esperanzador con un solo de violín a la mitad del movimiento.
Sergio, ¿estas sinfonías de Schumann, son técnicamente muy complicadas?
Personalmente creo que no, si se dispone de un buen nivel técnico, pero sabemos que lo sencillo puede ser complicado. La calidad de la composición es determinante. Estas sinfonías están escritas por uno de los más grandes genios de la composición en la historia, y denotan un conocimiento muy profundo de la naturaleza de cada uno de los instrumentos que participan en ella.
Mientras tocas estas partituras, te das cuenta de que se puede interpretar con gran naturalidad corporal, porque invitan a ello. En cuestión de resistencia, exigirán tener un buen tono muscular que asegure reservas energéticas ante prolongados pasajes de notas rápidas.
¿Puedes describir cada una? ¿En qué fragmentos son más visibles o tienen mayor peso las violas?
Sergio Sola: La Sinfonía núm. 3 en Mi bemol mayor Opus 96 ‘Renana’ compuesta en 1850, consta inusualmente de cinco movimientos. Manifiesta una gran energía y transmite una alta dosis de optimismo. Comenzando con un primer movimiento de carácter ‘heroico’, la sección de violas sale a relucir en el segundo (Scherzo), iniciando el tema principal junto a los chelos, el cual será sucedido de variaciones. De manera más clara en el tercer movimiento, iniciando el tema principal junto a los clarinetes y encargándose de la melodía, cubriendo la tesitura más aguda de toda la cuerda, en el tema secundario. El cuarto movimiento aúna de nuevo a toda la orquesta en un coral muy profundo, viéndose resuelto por un quinto movimiento con gran frescura y ritmo picante que te devuelve el ánimo, hasta la culminación del último acorde.
La Sinfonía núm. 4 en Re menor Opus 120 compuesta en 1841 revisada en 1851, consta de cuatro movimientos. Con un carácter general doloroso y melancólico, el primer movimiento trata la orquesta como unidad instrumental. Esto se ve sucedido del contraste en el segundo (Romance) con grandes solos de violonchelo y violín. Las violas brillarán más tarde en el Scherzo compartiendo la melodía de un por fin luminoso tema secundario. La transformación llega en el cuarto tiempo (Vivo), el cual se inicia con una nueva energía, que transmuta los temas anteriormente expuestos y la nueva escritura te lleva a emociones de euforia y alegría con el desarrollo hacia un apoteósico final.
¿Crees que el maestro asturiano Pablo González está familiarizado o está especialmente cómodo ante las sinfonías de Schumann?
Sergio Sola: Creo que el maestro estará encantado de trabajar con la orquesta de la cual es titular, con una música de tan alta calidad e intensidad de contenido emocional. Obviamente ha dirigido ambas sinfonías en el pasado. Desarrollará las sinfonías en la dirección de su trabajo personal como investigador apasionado por la música y lo tratará de plasmar con todos los componentes de la Orquesta.
María Teresa, parece que este va a ser un gran concierto. ¿Por qué debe acudir el público al Monumental a escuchar estas sinfonías, según tu punto de vista?
Porque sus sinfonías, imaginativas y profundamente románticas, son, junto a las de Brahms, las más representativas e importantes del Romanticismo alemán. Disfrutarán, con sus armonías y grandes melodías, de un viaje directo al corazón de la música más bella, tan necesaria para el espíritu.
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