Yaya Kuntur
Ars Atlántica
Manuel Vilas, dirección
Lindoro NL-3071
★★★★★
El sello Lindoro se caracteriza por apuestas singulares y diferentes como es el disco que analizamos a continuación. Bajo el nombre de Yaya Kuntur (Padre Cóndor), podemos escuchar himnos en latín y quechua de entre los siglos XVI y XIX. Se trata de música peruana que no se centra en un único período histórico, como suele ocurrir en la mayoría de grabaciones, sino en un período amplio de la historia que abarca desde el Renacimiento hasta el Romanticismo.
Destaca el buen sonido del arpa virreinal peruana de Manuel Vilas, el director del grupo. Su sonido es amplio, resonante y con rica variedad en el ataque de las cuerdas, y es que el contacto directo que tiene el intérprete con las cuerdas, en un instrumento de estas características, le permite atacar el sonido a su gusto.
En las 21 piezas que aparecen en el disco, las combinaciones instrumentales son muy variadas, teniendo en cuenta que el grupo está formado solo por arpa y dos voces. Las voces de Magali Revollar y Diego Blázquez son absolutamente distintas, pero fantásticas las dos. La voz de tenor de Diego Blázquez es impostada y a la que solemos estar más acostumbrados en el ámbito de la música clásica. Por el contrario, la voz de Magali Revollar es una voz más popular, sin impostar, que nos recuerda a la técnica que utiliza el famoso tenor Marco Beasley para hacer ver al público que no en todos los repertorios hay que utilizar voces de ópera y que nos tenemos que acostumbrar también a oír voces más naturales.
El resultado global de la grabación es magnífico, llegando a escuchar una pieza para voz sola en donde se mezclan la lengua española y quechua. Esa mezcla de idiomas en una misma pieza solo la encontramos en un género típicamente hispánico como las ensaladas, muy popular en el Renacimiento y absolutamente extraño y original.
La presentación del disco es magnífica, con muy buena documentación sobre las fuentes, los gustos personales del director (¿por qué no mostrarlos al oyente?) y con todos los textos para irlos siguiendo. Aquí se demuestra que, con pocos intérpretes, se puede hacer mucho.
Deja una respuesta