El primer semestre del 2020 nos ha traído una de las situaciones más inesperadas de nuestra historia reciente. Una enfermedad acapara la atención de la sociedad mundial mientras permanecemos confinados en nuestros hogares hasta ‘nuevo aviso’. Huelga decir que este resguardo en casa ha traído consigo el cierre masivo de todo tipo de centros culturales y negocios, generando una de las crisis económicas globales más grandes de la contemporaneidad. En pocas palabras, podríamos decir que el mundo, literalmente, se ha paralizado. Pero nada más lejos.
Por Fabiana Sans Arcílagos & Lucía Martín-Maestro Verbo
Afortunadamente, muchos ciudadanos, tras el vaivén inicial de emociones, nos hemos ido adaptando a cada una de las circunstancias que, día a día, nos vemos sometidos. Y en este ‘reajuste vital’, intentamos resaltar las cosas positivas que han ido surgiendo en uno de los mayores canales de información de la sociedad actual: la redes sociales.
Si bien cualquier intento por hacer una recopilación de todos los recursos que se han desarrollado en estas semanas sería absolutamente insuficiente, queremos poner el foco en tres importantes representantes de una nueva forma de musicología que, a través de las redes, comparten su trabajo, llegando a un público más amplio y heterogéneo.
La primera persona a quien nos vamos a referir es Cristina Alís Raurich, intérprete, musicóloga, pedagoga y la persona que hay detrás de @MedievalOrgan (www.medievalorgan.com). Cristina crea esta plataforma no solo para llenar un nicho que hasta el momento se encontraba prácticamente vacío en las redes, sino también para acercar el resultado de sus investigaciones sobre el órgano en la Edad Media y su contexto a todo tipo de públicos. Así, su página está pensada tanto para estudiantes e investigadores como para intérpretes interesados en este instrumento, pues en ella reúne recursos tanto educativos y divulgativos como académicos.
El proyecto recoge las últimas investigaciones sobre órganos medievales, así como artículos y reflexiones sobre diferentes aspectos de la materia. Nos encontramos ante una web que se completa día a día, con informaciones fruto del rigor de la investigación en un formato sencillo, accesible y gratuito, donde también encontraremos notas sobre el repertorio, los manuscritos, la reconstrucción de instrumentos, etc. Además, la plataforma está complementada por la cuenta de Instagram en la que podemos apreciar diferentes representaciones iconográficas del órgano medieval. También cuenta con un canal de YouTube en el que encontraremos vídeos explicativos que ayudan a ilustrar algunos de los temas que se tratan en la web.
Sin salir del ámbito de la música medieval, queremos también referirnos a Eva Moreda, musicóloga, intérprete, escritora y creadora de la cuenta de Twitter Musical Notation is Beautiful (@NotationIsGreat). Como su propio nombre indica, Moreda nos muestra ejemplos de impresionante caligrafía musical, haciendo un gran hincapié en las grafías medievales, aunque no exclusivamente, pues en su cuenta encontramos también ejemplos tanto manuscritos como impresos de autores de todos los tiempos.
Además, ha creado recientemente un canal de YouTube en el que de una manera muy informada pero a la vez, muy divulgativa, nos va a introducir en la lectura de algunas de las notaciones más antiguas, como la notación dasiana o la notación modal.
Por último, cabe mencionar el trabajo de la compositora y activista Marta Lozano Molano (@martalmcomposer). La extremeña consagra su espacio en internet a defender diferentes causas sociales y solidarias a través de la música. Dedica, asimismo, un espacio a la innovación social, donde trata temas como la igualdad de género, el liderazgo y la economía social. Además, en una labor educativa, ofrece otra sección para estudiantes de música en general y de composición, que se complementa también con un canal de YouTube que ayuda a la divulgación de estas materias.
Por otro lado, contamos con otro buen número de profesionales de la música que en estos días han decidido compartir con nosotros otro tipo de sabidurías tal vez algo más transversales. Este es el caso de la flautista Lobke Sprenkeling (@worldoflobke), quien se ha encargado de confeccionar algunos interesantísimos vídeos con ejercicios físicos pensados especialmente para músicos en estos tiempos de ‘pausa’, así como de otras estrategias organizativas para sobrellevar mejor la dificultades que se plantean sobre todo a los artistas. Lo mismo ocurre con la organetista Catalina Vicens (@catalina.vicens) quien, en un afán por descongestionar las redes de la oferta musical, dedica cada día a leer un capítulo del apasionante La ciudad de las damas de Christine de Pizan.
Si bien no queremos dejar de resaltar que este es solo un acercamiento a todo un océano de posibilidades, no deja de ser llamativo el auge que este tipo de cuentas está teniendo, propiciando un riquísimo intercambio de información que, hasta hace pocos años, solo podía obtenerse en las aulas o espacios muy concretos. No obstante, queremos agregar que, aunque estos recursos son necesarios y muy beneficiosos para todos, debemos ser conscientes del esfuerzo que conllevan y el mérito que tienen. Que sean recursos al alcance de todos no deberían hacernos dudar de su importancia.
Por ello, hacemos un llamamiento con el fin de alentar a tomar conciencia y valorar el trabajo que todos y que cada uno de los integrantes del mundo de las artes realizamos día a día. La sociedad forja sus bases desde su cultura y por ende, esta debe ser apreciada como un bien humano, intrínseco a nuestra educación, patrimonio e identidad colectiva, y nunca como un mero entretenimiento o distracción.
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