Por Susana Castro
Se cumple un año de su nombramiento como directora de la Fundació L’Atlàntida, ¿qué balance hace de este periodo?
Personalmente he vivido este primer año con mucha intensidad y con la alegría de trabajar al lado de un gran equipo de profesionales. De este periodo valoro muy especialmente el cultivo de las relaciones con los agentes sociales, culturales y educativos del entorno. Creo que en poco tiempo hemos sido capaces de profundizar en las sinergias personales e institucionales y hemos podido dar respuestas satisfactorias a la idea de construir un proyecto compartido, de la misma manera que hemos avanzado sustancialmente en la consecución de los objetivos del contrato-programa acordado con el Ajuntament de Vic.
Su elección se hizo por unanimidad, debido a su amplísima trayectoria vinculada al mundo de las artes, ¿cómo recibió la noticia?
El camino de preparación del proyecto de dirección había sido muy motivador yse abría un espacio de realización y de creatividad personal extraordinarias, aunque no cabe duda que a ese estado de entusiasmo se le sumó también el peso de la responsabilidad. De todas formas, la disposición de mi predecesor en el cargo resultó determinante, puesto que Lluís Vila d’Abadal me ha dispensado, en todo momento, la complicidad necesaria para facilitar un relevo plácido y evitar cualquier sacudida institucional.
Anteriormente, dirigió durante diez años la Escola de Música i Conservatori de Vic, institución que goza de gran reputación en la comarca y en toda Cataluña. ¿Cómo valora esta experiencia?
La Escola de Música i Conservatori de Vic es una institución de gran complejidad por su magnitud —más de 1.500 alumnos y un centenar de trabajadores—pero también por la idiosincrasia de un proyecto educativo que ha sabido conciliar amplitud social y calidad educativa. Alo largo de esta última década se han llevado a cabo el asentamiento en el nuevo edificio, la autorización del conservatorio, el despliegue de la red intermunicipal de aulas asociadas, la incorporación de una serie de programas educativos para avanzar en la inclusión social y la proyección del centro a nivel institucional. En este contexto, la dirección de la escuela ha supuesto una experiencia muy intensa. Una etapa de evolución constante en el ámbito de la gestión, la dirección y el liderazgo de la que valoro los espacios de reflexión pedagógica yel trabajo cooperativo,pero también los escenarios de hostilidad, como el que presentó la crisis económica y que nos obligó a profundizar en las estrategias de resiliencia.
¿Cuáles son los objetivos principales que persigue la Fundació L’Atlàntida?
La naturaleza mixta de la institución permite reunir las virtudes del sistema público y privado de manera que la FundacióL’Atlàntida se postula como medio de máxima eficiencia para la gestión de un equipamiento cultural de referencia. A partir de esta consideración fundacional, la entidadquiere focalizar la atención en el proyecto que se lleva a cabo y en los ciudadanos que toman parte en él. Así pues, la ampliación de la repercusión social y la consecución de la excelencia artística son dos objetivos principales a conciliar.
¿Y cuáles son las líneas maestras de su gestión al frente de la misma?
Precisamente estamos elaborando un plan estratégico para definir las líneas maestras de los próximos años. En el ámbito de la organización emprenderemos actuaciones para la cualificación del entorno laboral y fomentaremos un sistema de evaluación y mejora continuadas. En cuanto al modelo de centro, avanzaremos en la construcción de un proyecto sobre la base del binomio de cultura y educación. “L’Atlàntida educa”, centro de recursos educativos, “L’Atlàntidajove”, centro de producción y“L’Atlàntida, punto de encuentro social”son algunos de los lemas que, en cualquier caso, relacionaremoscon tres actitudes:sentido de complicidad, espíritu expeditivo y capacidad de proyección.
La complicidad con el entorno sociocultural y educativo como primera condición para enraizar un modelo de aceptación y participación social, el espíritu expeditivo como actitud imprescindible para enfocar el potencial de un gran complejo cultural y la capacidad de realizarnos en la proyección territorial y artística como objetivo fundamental.
La Fundació ofrece un servicio tanto de ámbito educativo como de ámbito sociocultural, entre los que se ha establecido una relación de convivencia y de colaboración activa con el fin de potenciar su conjunto. ¿En qué tipo de actividad se concreta esta colaboración?
No nos resignamos a una mera relación de convivencia vecinal entre la escuela y el centro de artes escénicas. Desde el inicio se consideró el interés de fomentar un proyecto en común, a pesar de las dificultades evidentes en la sintonización de los dos biorritmos institucionales. Hemos impulsado varias líneas de actuación que, además del interés sociocultural y educativo,son también buenos modelos en la optimización de recursos. Se han generado producciones artísticas compartidas, ciclos de conciertos con exalumnosy profesores de la escuela y proyectos académicos con profesores invitados que, a su vez, han intervenido en la programación estable de L’Atlàntida. También se ha diseñado conjuntamente un plan para avanzar en la movilización del público a partir de la conexión del ámbito académico y el ámbito escénico.
Entre los deseos que persigue L’Atlàntida está el de conseguir que este sea un espacio habitual en la vida de los habitantes de Vic y comarca, ¿cree que este objetivo se ha alcanzado?
Los estudios nos proveen de datos muy satisfactorios, pero de todas formas debemos proponernos el alcance de una mayor incidencia social, así como la activación de los procesos necesarios para evitar la exclusión social a raíz de factores económicos y culturales. Hay muchorecorrido a realizar en el sector de jóvenes, que no establecen una relación habitual con los centros de artes escénicas, y que podríamos atraer desde las acciones participativas que los sitúen en un espacio de más protagonismo y de mayor implicación emocional. En cualquier caso, considero que debemos ser muy ingeniosos para evitar que los “índices de audiencia” vayan en detrimento de la calidad de los contenidos artísticos. Esta es la eterna dicotomía a resolver.
Dentro de su actividad, tiene gran importancia todo lo enfocado a programas didácticos, colaborando con los distintos centros de enseñanza de la región, ¿qué conclusiones puede extraer de esta colaboración?
Estamos absolutamente convencidos de la importancia de la acción educativa como base para avanzar en el proyecto de inclusión social. “L’Atlàntida educa”tiene que devenir un centro de recursos educativos al servicio de los centros yagentes educativos de la comarca de Osona. Hemos apostado decididamente en la consecución de este objetivo de manera que la nueva programación escolar de “Anem al teatre!” ha repercutido en un 75 % de la población escolar de Vic. La respuesta de los centros educativos ha sido determinante y más alláde los programas didácticos, hemos establecido “Connexions”, un programa de acciones educativas para la movilización del alumnado en la experiencia cultural fuera del horario escolar. Finalmente destacamos el proyecto “Femteatre!”, que consiste en la realización de una producción anual de carácter participativo, protagonizada por jóvenes intérpretes que siguen un programa de formación escénica hasta la representación de la obra en el marco de la programación estable de L’Atlàntida.
La programación musical ha ido en aumento en los últimos años, ¿cuáles son los criterios de selección que siguen a la hora de ofrecer espectáculos al público?
La programación musical es el sello distintivo de L’Atlàntida en el panorama territorial de los equipamientos tipificados como E3. El proyecto musical ocupa como mínimo un 50 % de la programación y puede representar hasta un 60 % de la temporada. En el ámbito de la música L’Atlàntida presenta tres perfiles de programación:“Música de prop” da voz a la producción musical de proximidad, “Clàssicajove”es la plataforma de las nuevas generaciones y“GransConcerts Vic” ha consolidado un escenario para las propuestas de orden internacional y que en muchos casos se distinguen por ser de programación única en Cataluña y en el Estado español. Además de estos tres contextos, L’Atlàntida programa conciertos de formaciones y solistas de estilos muy diversos y próximamente proyectará “Espaiconcert”, un pequeño ciclo de conciertos que tendrá lugar en una sala sin localidades de asiento.
¿Podría hablarnossobre alguna de las propuestas concretas de L’Atlàntida para 2018?
En el ámbito musical, y a la espera de desvelar la programación de carácter internacional de “GransConcerts Vic 2018”, que tendrá lugar en otoño, destacaría el “Clàssicajove2018”conlaPrimera Sinfonía de Mahler a cargo de la JONC. La Jove Orquestra Nacional de Catalunya se reunirá una vez más en Vic para llevar a cabo el stage de julio en el marco de celebración de su vigésimo quinto aniversario.
También como parte del“Clàssicajove”, que pretende reafirmarse en la proyección de las jóvenes generaciones de la música clásica, se erige el ciclo “Vespresd’estiu”y lo hace en colaboración con Joventutsmusicals, Vivace-beca ciutat de Vic alsestudismusicals y el certamen internacional Barcelona Piano Award. “Clàssicajove 2018”culminará temporada con la Acadèmia Internacional de Quartets que concentrará a formaciones profesionales y a estudiantes de los conservatorios en un espacio académico de maestría a cargo del QuartetCasalsy el Quartet Gerhard, formaciones que a su vezofrecerán un concierto junto con los cuartetos participantes. Una buena ocasión, por cierto, para conocer L’Atlàntida y visitar la ciudad de Vic.
Deja una respuesta