Reseña | Johann Sebastian Bach

Resulta muy gratificante encontrarse con álbumes como este. Doble porque lo conforman dos discos, y más de triple en varios sentidos, pues son tres los artistas que interpretan las cinco sonatas en trío BWV 525-530, además de la 1030b (que en la versión con flauta suele tocarse una tercera mayor más alta), consiguiendo un efecto plenamente holístico donde el todo resulta evidentemente superior a la suma de las partes. Garantía: el tremendo Bach, versionado hasta la extenuación, que lo admite casi todo.

En este caso, la combinación instrumental, y en parte por la calidad interpretativa, encaja como anillo al dedo. Grandísimo repertorio en excelente versión de intérpretes españoles donde juventud, madurez, imaginación, respeto, eficacia y buen gusto van absolutamente de la mano, capaces de trascender la superficie del texto y jugar con la hermenéutica de los símbolos (notas, figuras, etc.) para desgranar y expresar su belleza más oculta.

Dominio del sonido, afinación, articulación, ornamentación, fraseo (en cuanto a evolución agógica [y dinámica, quien puede]), en un todo orgánico, natural, atractivo, encarnando en verbo musical el milagro de la democracia jerárquica y justa que el gran Bach, mejor que nadie, nos legó en sus textos, donde cada quien es importante en su papel y en su momento, más o menos principal.

No exagero: distinto podría ser, pero no mejor. El álbum se escucha maravillosamente con auriculares. Lo recomiendo con determinación en toda fonoteca que se precie.

Si el trío que aquí se nos presenta es estable, le auguro una vida feliz y productiva. Y si mal lo impidiesen los vericuetos de este complicado mundo de la música (tan esperpéntico en el país del mismo), ya este álbum da cumplida cuenta del acierto de haberse juntado para ofrecernos este tesoro discográfico. ¡Bravo, Roberto Silla, Carla Sanfélix, Asís Márquez e IBS Classical! Y muchas gracias por tan excelente trabajo.

Lectores y melómanos: a comprarlo sin perder un segundo.

Por Antonio Soria