Reseña | Nicola Porpora: Opera Arias

Nicola Porpora (Nápoles, agosto de 1686-marzo de 1768) fue uno de los más grandes compositores del Barroco, sobre todo de óperas, de las que llegó a componer alrededor de cincuenta títulos.

El pasado mes de marzo se cumplió el 250 aniversario de su muerte, y en conmemoración del evento, el sello discográfico DECCA ha editado un disco que contiene catorce arias; siete de ellas han sido grabadas por primera vez: “Se rea ti vuoleil cielo”, “Quandos’oscurail cielo” y “So che tirannoiosono” pertenecientes a la ópera Carlo il Calvo de 1738. Las otras cuatro,“Ove l’erbettatenera e molle”, “Chi vuol salva la patria e l’onore”, “Lietosarò di questa vita” y “Torcereil corso all’onde”, pertenecen respectivamente a las óperasFilandro de 1747, Enea nelLazio de 1734, Ezio de 1728 e Iltrionfo di Camilla de 1740. Las siete arias restantes, “Se tu la reggi al volo”, “Torbidointorno al core”, “Tu spietato non farai”, “Destrier, che all’armiusato”,“Va per le veneilsangue”, “D’essergiàparmiquell’arbocello” y “Nume che reggiil mare”, pertenecen respectivamente a las óperas Ezio, Meride e Selinunte de 1726, Ifigenia in Aulide de 1735, Poro de 1731, Iltrionfo di Camilla y Arianna in Nasso de 1733.

Todas estas arias están interpretadas por el famoso contratenor croata Max Emanuel Cencic, quien muestra una impecable línea de canto, con excelente fraseo, lleno de expresividad. Está en posesión de un rotundo registro grave y unos aceptables agudos. Exhibe un gran dominio de las agilidades, con trinos de excelente factura y una impecable ejecución del canto melismático. La voz muestra rotundidad en las arias di bravura, siendo muy representativa su interpretación de “Lietosarò di questa vita” de Ezio, en contraste con el intenso lirismo que despliega en el aria “Quandos’oscurail cielo” de Carlo il Calvo. Deliciosa resulta su interpretación de la siciliana “Ove l’erbettatenera e molle” de Filandro, llena de suaves modulaciones.

Excelente prestación del conjunto barroco Armonia Atenea, bien dirigido por George Petrou, utilizando instrumentos originales.

Por: Diego Manuel García