Reseña | Una historia del romancero en tres actos

En 1947 el Colegio ‘Estudio’, adscrito al modelo educativo de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), celebró dos funciones de un espectáculo titulado Historia del romancero y concebido por Jimena Menéndez-Pidal. Sus padres, Ramón Menéndez Pidal y María Goyri, iniciaron la colección que terminaría dando lugar al Archivo del Romancero, y el espectáculo se nutría precisamente de los romances populares, de sus músicas y sus bailes, para realizar una panorámica de sus diferentes épocas y prácticas.

Al contrario que otros montajes teatrales de este tipo, que han pervivido gracias a que continuaron representándose y que cuentan por ello con una amplia documentación, la Historia del romancero no volvió a repetirse. Este libro realiza una incalculable labor de recuperación, tanto en lo que respecta a la contextualización y bibliografía en torno a la obra como a la conservación del texto y partituras que la componen.

Víctor Pliego de Andrés ha dado forma a esta edición a partir de la iniciativa de Elvira Ontañón, que participó de adolescente en el montaje de la obra y que recuerda con precisión los romances, sus letras y sus melodías. De hecho, y tal como se nos indica, la mayoría de las partituras incluidas en el libro transcriben el testimonio oral de Ontañón, y en caso de discrepancias entre fuentes se ha optado por su versión.

La edición se completa con fotografías de las representaciones que ayudan a visualizar la obra, así como con la reproducción del programa de mano de su estreno, notas sobre el montaje de la propia Jimena Menéndez-Pidal o las referencias publicadas en el ABC tras las funciones.

Se trata, en definitiva, de un testimonio poético y musical de gran valor, y que además permite conocer una práctica característica de las aulas de la ILE: la incorporación de la educación estética como parte esencial de la formación.

Por Manuel Pacheco