Reseña | La jota, aragonesa y liberal. Zaragoza, Madrid y París

La jota aragonesa es una de nuestras manifestaciones populares de mayor expansión gracias a su expresividad, a sus melodías, a la claridad directa y sencilla de sus letras, y a la fuerza y el nervio de su danza. Una manifestación de humilde origen, que ha llegado a ser incorporada a las creaciones de grandes compositores nacionales y extranjeros, influidos por su vigor.

Marta Vela, pianista, divulgadora y profesora universitaria, ya se ocupó de la jota en un libro anterior (La jota, aragonesa y cosmopolita. De San Petersburgo a Nueva York), que reseñamos en su momento. Ahora se ocupa de la principal manifestación musical aragonesa a partir de 1838, estudiando el entorno histórico, social y político de aquellos tiempos. Se narra la difusión de la guitarra y la jota desde París al resto de Europa, en cuyos salones aristocráticos no faltaban sus poderosos ritmos y armonías. La jota, y otros temas hispanos, se popularizaron y difundieron gracias a compositores como Pauline Viardot-García, Sebastián Iradier, Florencio Lahoz, Cristóbal Oudrid y José Inzenga. La jota aragonesa se convirtió en un estandarte de la monarquía española y los temas y arreglos virtuosísticos eran habituales en teatros y salones.

El volumen es una crónica de las complejas relaciones entre Madrid y París a través de una música que se hizo muy famosa y constituyó una especie de carta de presentación y estandarte de la monarquía hispana en teatros y salones. No falta una atractiva crónica de la jota en Madrid y el recuerdo de ejemplos muy famosos y atractivos.

Como su predecesor, es este un libro curioso e interesante, bien documentado y redactado, especialmente atractivo para quienes gustan del folclore de origen popular, cuya fuerza ha hecho vibrar a las gentes.

Por José Prieto Marugán